
Si ha recibido algunas clases de historia en el pasado, es muy probable que haya oído hablar de Benito Mussolini. Fue una figura de mucha importancia en la Italia de los años 20, 30 y 40, aunque realmente no fue muy apreciado entre las masas. Para quienes no conozcan su su figura, Mussolini fue el Primer Ministro de Italia entre 1922 y 1943. Dirigió el país en una dictadura durante esas dos décadas, y muchos lo consideran el fundador del fascismo italiano.
Cabe recordar que Mussolini estuvo al frente de Italia durante la Segunda Guerra Mundial, donde muchas de sus ideologías políticas se alinearon con las del alemán Adolf Hitler. Era un hombre contundente a la hora de actuar y aterrador. Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con el supuesto telegrama emitido a los jugadores italianos durante el Mundial de 1938?
Antes que nada, para entender cómo surgió esta historia legendaria, hay que comprender quién era su protagonista. Una vez tenemos una visión general de Mussolini, sus ideas políticas y su percepción del poder, es el momento de desgranar qué pasó con el famoso telegrama.
El desglose de esta leyenda
Corría el año 1938 y las tensiones políticas en Europa estaban a punto de estallar. Mussolini estaba causando miseria y sufrimiento a muchos italianos en ese momento, y se mantenía como uno de los dictadores más temibles del mundo. Sin embargo, había un rayo de luz que emergía entre la oscuridad para los italianos. Y esa luz de la que hablamos fue la Copa del Mundo de 1938, celebrada en Francia. Ahora bien, el fútbol tenía una dimensión mayúscula en aquella época para los italianos, y la Copa del Mundo generaba orgullo nacional, a pesar del régimen de Mussolini.
Esta fue el tercer Mundial de la historia, ya que la competición se estableció en 1930. Y, como puede que ya conozcas, Italia consiguió ganar la Copa del Mundo de 1934. Por lo tanto, eran los vigente campeones, y también los favoritos para conquistar una nueva edición del campeonato. El torneo se disputó por eliminatorias. Italia era cabeza de serie y parece que Mussolini sentía algo más que el deseo de que su nación conquistara otro título.
Según la leyenda, antes de la final en la que Italia se enfrentaría a Hungría, Mussolini envió un telegrama al equipo. Podemos imaginar lo nerviosos que estaban los jugadores por disputar una final de la Copa del Mundo. Pero si esos nervios no eran lo suficientemente extremos, sin duda lo fueron después de la entrega de un mensaje que decía: “vencer o morir”. Por supuesto, esto no es algo que se pueda tomar a la ligera de uno de los dictadores más temidos del mundo.
Sin embargo, aunque este es el relato oficial, ¿qué partes son verdaderas y cuáles ficción?
Lo que hay detrás de la historia
Siempre es difícil distinguir entre hechos y ficción en relatos que se remontan más de 80 años atrás. Sin embargo, hay fuentes importantes que sostienen que este suceso ocurrió de verdad. No sólo eso, sino que los relatos individuales también han confirmado varios detalles interesantes. Hablemos de ellos.
El telegrama de Mussolini fue entregado
Para empezar, pongamos el foco en el detalle más importante de la historia. Como se ha podido saber, es cierto que Mussolini envió un telegrama al equipo nacional italiano. El mensaje fue entregado y leído a los jugadores antes de que salieran a jugar contra Hungría en la final del Mundial de 1938. Sin embargo, no está claro dónde recibieron realmente el telegrama. No sabemos con certeza si el telegrama se entregó en el hotel, durante el entrenamiento, o si fue en el vestuario justo antes del partido.
Pero independientemente del momento y el lugar de la entrega, podemos confirmar que este famoso telegrama fue enviado por el dictador italiano. Así que la leyenda es cierta.
El telegrama rezaba “vencer o morir”
En este punto hemos establecido que el telegrama sí fue enviado por Mussolini, pero como se ha mencionado, esta es sólo una parte de la historia. Lo que sigue es posiblemente más importante que lo primero. ¿Tenía el telegrama, entonces, las palabras “vencer o morir” escritas en él? Hemos consultado todo tipo de fuentes para obtener la respuesta más precisa, y nuestros esfuerzos de investigación han dado siempre la misma respuesta: ¡sí! El telegrama contenía el mensaje de “vencer o morir”, por lo que los jugadores eran plenamente conscientes de lo que Mussolini pensaba sobre el resultado del partido antes de que se jugara.
Desde luego, no nos hubiera gustado estar en la piel de esos futbolistas antes de salir al campo para esa final.
Los jugadores internacionales de Italia estaban estrechamente relacionados con el dictador
Mussolini era el responsable del régimen fascista en Italia durante esos días. Él era prácticamente la imagen del fascismo, pero para reunir cualquier tipo de apoyo tenía que tener un medio propagandístico. El caso es que la selección nacional italiana sirvió como elemento importante de su campaña de propaganda. Así que los jugadores estaban muy familiarizados con Mussolini en aquella época, e incluso hacían gestos de apoyo al fascismo durante los partidos y las entrevistas.
Los jugadores llevaban brazaletes negros como símbolo de su apoyo a Mussolini y su régimen fascista. Por supuesto, esto suena absolutamente escandaloso en esta época, pero es lo que sucedió en Italia en 1938.
Mitos en torno a la historia
Por mucho que esta historia sea veraz, hay detalles a los que hay que prestar atención para comprender realmente lo que ocurrió en 1938. Por esa razón, también hemos analizado qué partes de esta historia se han enfatizado para conseguir un efecto dramático, y cuáles se han convertido en mitos. Se comentan a continuación.
El significado de “vencer o morir”
Cuando se analiza el significado de “vencer o morir”, se llega a una conclusión muy clara en cuanto a la disyuntiva. O se gana el próximo partido y se da el orgullo nacional a Italia, o se afronta la muerte si se fracasa. Esto dio origen a la leyenda del telegrama “ganar o morir”. Pero hay un problema. La amenaza a la selección italiana se ha exagerado mucho debido a la traducción del idioma, y el contexto ha dado lugar a especulaciones.
En italiano, el término del que procede esta traducción es ‘Vincere o Morire'. Y sí, la traducción literal es “ganar o morir”. Pero aquí es donde entra en juego el contexto, ya que en realidad era un término muy común en la Italia de aquella época. Para los italianos, el significado no es el mismo que cuando se traduce a otro idioma, como el inglés. En su lugar, se trata más bien de una descripción de “ir a lo grande o irnos a casa”.
Las verdaderas intenciones de Mussolini con el telegrama
Siguiendo de cerca la traducción del telegrama y su contexto, hay otra cuestión que tratar. Una vez más, si se lee tal cual en el idioma inglés, parece que Mussolini amenazaba de muerte a los jugadores si no ganaban la final. Sin embargo, los expertos dudan mucho de que esa fuera su intención con el mensaje. Utilizando la popular frase de “vencer o morir” de la época, muchos creen que Mussolini simplemente utilizaba el telegrama para inspirar a sus jugadores y motivarlos para conseguir la victoria.
Para ser sinceros, también estamos de acuerdo con las opiniones de los expertos al respecto. Si se tiene en cuenta que los jugadores eran inmensamente importantes para Mussolini y su propaganda en aquella época, ¿qué sentido tendría que los matara si perdieran? Los datos simplemente no cuadran, lo que da lugar a una conclusión interesante.
¿La historia del telegrama es verdadera o falsa?
Debido a lo que hemos comentado anteriormente, en realidad no hay una respuesta exacta a la pregunta. Por un lado, la respuesta sería afirmativa, ya que Mussolini sí envió un telegrama a los jugadores con estas palabras. Pero, por otro lado, la idea de que Mussolini amenazase al equipo con la muerte si perdían, se ha exagerado radicalmente. Por otra parte, esta es la base de todas las historias legendarias.
Así que, si tuviéramos que llegar a una conclusión para esta historia, esta sí sucedió. Sin embargo, el objetivo del telegrama no era hacer que los jugadores temieran por sus vidas. En realidad, fue para animarles a ganar la Copa del Mundo de 1938, hazaña que consiguieron.