Firmó con el Bolton Wanderers de la Premier League en el año 2005 en dónde tuvo un correcto rendimiento por el que llegó con ritmo para la Copa del Mundo en el año 2006. No obstante, tras la cita mundialista en Alemania, Jared Borgetti se convirtió en el primer y único mexicano en el fútbol de Arabia Saudí al fichar por el Al-Ittihad, en dónde hoy juegan Karim Benzema, Fabinho y N´Golo Kanté. ¿Cómo le fue al ex futbolista de Cruz Azul allí? En Balón Latino repasamos sus números, momentos destacados y traemos a colación una dura confesión en la vida.
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Jared Borghetti, fichaje estrella del Al-Ittihad
Arribó al fútbol árabe después de tener un buen rendimiento en una de las mejores ligas del mundo y, en su paso por la Liga Profesional Saudí, no pasó para nada desapercibido. Debutó con un doblete ante Al-Taee, luego le marcó un tanto al Al-Khaleej, Al-Hilal, Al-Wehda, Al-Shabab y cerró su participación con otro doblete ante Al-Faisaly. En sólo nueve encuentros, se despachó con ocho tantos y dejó un legado que ningún compatriota suyo optó por seguir, de momento.
Con todo lo que está pasando en el mercado de fichajes y los millones que salen de todos los clubes saudíes, en el futuro posiblemente lleguen más mexicanos. Y para quienes, en algún momento se le pase la idea de recalar en uno de los campeonatos de moda, les será de mucha ayuda la experiencia que tuvo Jared Borgetti en Arabia Saudí.
El sufrimiento ni todos los millones pueden arreglar
“Mis hijas eran muy pequeñitas y en aquel entonces la más chica tendría como tres años. Un día mi esposa le dijo a la niña: ‘Ven a saludar a tu papá, para que lo veas' y le respondió: ‘A ese señor no lo quiero ver'. Ella ya quería que me regresara porque no se fueron conmigo a Arabia, pasé como siete meses sin verla”, confesó Jared Borgetti en diálogo con Rogelio Ramos. Entre tantos lujos y tantos millones, sentir que perdía el amor de su pequeña hija, terminó con la odisea del ex goleador en Arabia Saudí.
“Fui a jugar seis meses y, pese a tanto lujo, hay carencias hasta cierto punto. No hay cerveza, bares, lugares para divertirte. Mi mujer tuvo que andar con la burka porque fue en el mes del Ramadán. Yo vivía en un hotel y durante esas fechas hasta el gas te cerraban para que no cocinaras, solo había servicio al cuarto. Las mujeres no podían manejar, trabajar ni entrar al estadio“, recordó de ese duro momento. Tuvo a su pareja al lado, pero sin sus hijas, no pudo disfrutar de la misma manera que en otros de sus equipos.