Cuando un futbolista piensa en su retiro, siempre querría hacerlo ganando un partido definitorio. Pues la noche de ayer, fue la soñada para Juan Manuel Olivera. El experimentado delantero con dilatada trayectoria en el exterior, colgó los botines a sus 40 años, devolviendo a la primera división al club que lo vio nacer, y lo llamó cuando estaba en aprietos. Danubio ganó por la mínima su partido al que algunos llaman ‘clásico', que definía el segundo ascenso directo junto al campeón Albion.
LA ‘FRANJA' VUELVE A PRIMERA
La temporada pasada fue llamativa por los tres descensos a segunda, los cuales fueron ocupados por equipos con historia y muchos en primera. Defensor, Danubio y Cerro tuvieron que recomponerse en una liga que adquirió un frenetismo impresionante. Clubes como Atenas, Racing e incluso el ascendido desde el amateurismo Uruguay Montevideo se plantaron fuerte para pelear por un puesto en los play offs.
Con cambio de DT incluido a mitad de campaña, el conjunto de Maroñas logró en la segunda rueda un rodaje que le permitió llegar hasta la última fecha del campeonato, necesitando apenas un empate para lograr el segundo puesto detrás del ‘Pionero' del fútbol uruguayo. Enfrentó a un ‘Violeta' que se recupera de una importante crisis interna, relacionada con la directiva y el plantel. Con un golazo de Sosa en el primer tiempo, a los de Fossati les alcanzó para ascender.
VOLVIÓ A SU CASA CUANDO LO NECESITABAN
Cuando se concretó el descenso, Danubio salió a buscar a los veteranos de guerra que podían dar la cara por el club. Volvieron Esteban Conde, Ignacio González y entre ellos, el ariete que era de River Plate decidió jugar en segunda división para levantar al club que lo formó y lo hizo debutar en 2001. En el camino para volver a primera, convirtió un gol en 14 participaciones.
Su trayectoria tiene de todo un poco. Estuvo seis meses en San Lorenzo como primera experiencia fuera del país en 2004 luego de ser campeón uruguayo con la ‘Franja', luego Cruz Azul de México hasta que llegó al fútbol de un país donde dejó huella. En la Universidad de Chile, tuvo dos pasajes donde alcanzó los 39 goles en apenas 63 partidos disputados y levantó la liga en 2009. Jugó también en Korea del Sur, China, Emiratos Árabes y Arabia Saudita.
Donde pudo realmente vivir su mejor momento como futbolista profesional, fue sin dudas en Peñarol. Llegó a principios de 2011 para su primer pasaje por el ‘Carbonero', justo para ser parte de aquella histórica campaña que los depositó en la final de la Libertadores. Fue fundamental para eliminar al Inter de Porto Alegre en octavos, siendo otra noche soñada para Juan Manuel Olivera. Entre sus cuatro pasajes como ‘Manya', acumuló 32 dianas en 73 oportunidades y levantó el campeonato uruguayo 2012/13.
Donde más partidos jugó fue en River Plate, donde estuvo desde 2017 hasta volver a Danubio para ascenderlo. Alcanzó 94 partidos, anotando 20 goles.
Además de estos números, Juan Manuel Olivera fue de esos nombres reconocidos y respetados en el fútbol uruguayo.