La historia parece repetirse una vez más para el conjunto ‘Carbonero'. Se sabía que no llegaba en buen momento, o mejor dicho, en uno de transición, pero lo demostrado en el Cementerio de los Elefantes, era para enterrar algo más que ese animal. Peñarol debutó en la Libertadores con la ilusión que ello conlleva, pero una vez más fue con derrota. Lo importante esta vez no es el resultado, sino la manera. Hay graves problemas por solucionar.
PEÑAROL DEBUTÓ CON DERROTA Y DEJANDO UNA MALA IMAGEN EN LA LIBERTADORES
La fecha pasada del Torneo Apertura advertía que el rendimiento del equipo era muy bajo. La fecha anterior resultó un empate a cero ante Rentistas, en uno de los peores partidos que ha disputado el equipo desde que Larriera está al mando. Visitar suelo argentino es siempre difícil. Desde 2011 que el ‘Manya' no gana en el país vecino, cuando vencieron por tres a uno a Godoy Cruz.
El partido se tiene que dividir en dos para poder analizarse, utilizando ambas mitades como referencias. En el primero, se vio el abismo, y en el segundo, el infortunio. El primer tiempo daba para que Colón le llenara la canasta a los uruguayos y cerrara el trámite, pero convirtieron apenas uno y de rebote.
En la segunda mitad, el equipo se plantó como si no hubiese pasado nada en los anteriores 45 e hizo uso de su buen estado de forma, porque si algo tiene este plantel, es físico. El gol llegó en una jugada aislada, el único remate de Peñarol en el partido, pero luego de la igualdad por varios minutos se jugó de igual a igual.
Sobre el final, un grosero error de la defensa (Larriera había mandado a la cancha hasta cuatro zagueros juntos) le costó al equipo el irse con las manos vacías, de un escenario donde esto era lo lógico pero había chance del milagro. Sí, igualar ante Colón era un milagro, luego de lo visto en la primera mitad.
¿TIENEN CHANCE DE CLASIFICAR?
Hablar de chances a tan temprana altura y habiendo debutado en suelo visitante, es algo apresurado. Sin embargo, podemos hacer futurología con el rendimiento que está teniendo el equipo.
Aunque esto sea cuestionable, si hay alguien que se puede salvar de todo esto, es el DT, Mauricio Larriera. Pese a que cometió errores que ya el equipo ha sufrido en otras oportunidades como la de los cambios inentendibles sobre el final, Peñarol recuperó algo que parecía haber perdido. Sí, es cierto que desde 2011 no clasifica de la fase de grupos, pero lo hecho el año pasado por Sudamericana no fue un espejismo.
El ‘Carbonero' juega ante sus rivales, como equipo grande que es. Presiona alto, pretende dominar el juego por medio de la tenencia y pese a que sufre cambios en el plantel, mantiene una idea de juego adoptada por todos.
El empate a cero en el clásico paraguayo, hace que la distancia tras la derrota en la tabla no sea significativa. Esto otorga una oportunidad de oro para escalar puestos frente a Olimpia en la próxima fecha en el Campeón del Siglo.