Todos en algún momento hemos jugado al fútbol sin siquiera tener un balón con nosotros. Desde pelotas de todo tipo hasta botellas o piedras nos sirven como sustituto para practicar este deporte. Todo comienza “echando la reta” en compañía de los compas, incluso con un balón envuelto en bolsas para que este haga el ruido suficiente para que una persona ciega lo escuche. Y este camino nos lleva a una década después donde el sueño-meta es llegar a una competición internacional en Los Ángeles 2028 para jugar al nivel paralímpico.
Pocos estamos realmente familiarizados con el fútbol para ciegos pero Patricio Ramírez y el proyecto en la Ciudad de México tiene historias para contar respecto a la labor del fútbol adaptado. Incluso, tenemos un pequeño acercamiento del ámbito latinoamericano en esta charla que Balón Latino tuvo para conocer más sobre las complicaciones y las bondades de vivir para jugar con una pelota que no es como la que muchos de nosotros usamos en nuestro ejercicio de este deporte.
El fútbol es la vida en tiempos cortos… en fragmentos.
Patricio Ramírez
Te puede interesar – ¿El nuevo Javier Aguirre? Conoce aquí la historia de Omar Hernández…
¿Quién es Patricio Ramírez?
Muchos, incluidos los jugadores que entreno me conocen como ‘Pato', tengo veintisiete años y actualmente soy el entrenador de la selección de la Ciudad de México en la disciplina de fútbol para ciegos. Es un deporte no muy conocido (el formato adaptado para ciegos), pero justo aquí en la CDMX hemos tratado de promoverlo y posicionarlo – al menos en la comunidad de ciegos – para que ellos lo vean como una alternativa de una actividad física, como un deporte o inclusive que se vuelva algo dentro de su estilo de vida.
Llevo dentro del proyecto seis años, allí empezamos esta aventura junto con otros compañeros sin los que obviamente no podría haber sido posible esto. Tenemos un equipo muy comprometido, con mucha empatía y por lo tanto le han dado mucho de su tiempo, de su esfuerzo y de su capacidad, situaciones que nos han traído grandes satisfacciones.
¿cómo llega a este proyecto del deporte adaptado?
Desde muy joven estuve vinculado y cercano con las personas que tienen discapacidad visual, esto debido a que yo tengo una miopía muy avanzada…y pues así se dio esta cercanía. Al final existen otros deportes como la natación u otro deporte que la comunidad ciega conoce como el ‘Gol Gol'. Pero aquí en CDMX se venía escuchando que en otros estados de la república ya existía el fútbol para ciegos de una manera más profesional o más estructurada bajo unos lineamientos del deporte competitivo.
En esos momentos nosotros jugábamos con un balón, el cual metíamos en una bolsa de plástico (mismas que ya prohibieron en la Ciudad de México). Tal vez ni siquiera hubiéramos podido jugar en estos tiempos, pues ocupábamos varias bolsas de plástico, porque al momento de que el balón iba rodando lo pateábamos y se rompía constantemente. Entonces ahí surge esta idea, pues jugábamos fútbol entre las personas ciegas y las personas que no teníamos discapacidad. Esa fue la primera adaptación que yo conocí del fútbol para ciegos… un balón dentro de una bolsa.
Nos encontramos que este deporte llega con una estructura y unas reglas…. pero ya no de un deporte recreativo sino de uno que ya tiene un carácter paralímpico y que está reconocido a nivel internacional por las máximas instancias del deporte para poderlo practicar. Y de esta manera justo comenzó el trayecto para formar un conjunto dentro de la Ciudad de México que estuviera alineado a estos reglamentos y a estas condiciones que el deporte a nivel internacional requería para poder desarrollar lo que es el fútbol para ciegos.
¿Cómo fue este traslado de patear un balón envuelto con bolsas a tener un balón que cumpliera con las condiciones?
Al inicio eran balones de importación o balones que le pedíamos a un fabricante en algún taller. Y es que se han hecho y se hicieron esfuerzos en la Ciudad de México y otros estados que han sido referentes. Ellos también en un inicio fueron al taller de balones del estado o del municipio para adaptar un balón como se pudiera y entendiera. Algunos de esos balones te sorprendían de lo bien hechos que estaban, pero también ocurría que ni siquiera rodaban uniformemente porque no sabían cómo hacerlo.
Hasta hoy en día (en mi experiencia) los mejores balones se tienen que importar. Si tú quieres llevar a cabo un torneo a nivel nacional con sus debidas características, tienes que importar estos balones para tener la calidad necesaria para dicha competición.
En ese sentido… ¿compiten en un torneo oficial?
El tema de la liga se va a reactivar posiblemente en un entorno nacional. Todavía están las pláticas pero el que sí ocurrirá es el de los paranacionales organizado por CONADE donde cabe resaltar que la Ciudad de México salió campeón en su última edición. Y es que este tipo de eventos busca es incentivar la promoción del deporte en las edades tempranas desde las categorías juveniles-infantiles. Incluso, yo que he ido a torneos de carácter internacional, los de CONADE tienen una alta calidad desde lo deportivo hasta las cuestiones organizativas. Entonces, la realidad es que es un torneo importante. Aún no sabemos bien la fecha pero hay que estar a la espera de las redes sociales de los organismos del deporte para ciegos a nivel nacional y local.
¿cómo te capacitaste para entrenar este equipo y cómo se vive una semana con el mismo?
Nosotros entrenamos tres veces a la semana y aunque no tengamos torneo nos preparamos. Sin embargo, es muy importante el tema de los torneos porque a final de cuentas está este objetivo a perseguir. Quieres ganar el torneo donde participes, por eso entrenas entonces, por eso la importancia de que haya tornados en cualquier deporte. Y claro, yo me he tenido que capacitar con cursos de organismos nacionales e internacionales porque hay otros países que son punteros y que son líderes en el fútbol para ciegos. Muchas veces ellos ofrecen su conocimiento, como el caso de Brasil o del propio organismo que regula esta nivel internacional. Hay manuales e información que sirve para documentarse y formarse. Incluso debes estar abierto para adaptar muchas cosas de lo que es el fútbol convencional.
Al principio yo decía que estaba en Fútbol para Ciegos Ciudad de México porque son personas con las que me la pasaba bien. Pero dicha respuesta se fue transformando… porque veíamos que este proyecto cada vez nos exigía más. Nos pedía ser mejores para hacer historia dentro de este deporte.
Patricio Ramírez
¿Qué es lo que te anima? Por el tiempo que inviertes en esto, ¿Qué te llama a seguir trabajando y aportar en este proyecto?
Yo creo que es una cuestión de vocación. Es un proyecto muy formativo, que aunque tiene un ámbito deportivo, te permite desarrollar o trabajar ciertas cualidades o hábitos que son clave para cualquier cosa que hagas. Es un tema de perseverancia. Muchas personas llegan muy emocionadas y a lo mejor duran dos, tres o cuatro meses y ya después se van. Pero si tú quieres lograr un campeonato como nosotros lo conseguimos en los paranacionales… se requiere de años. Yo me acuerdo que veía mi equipo hace poco (porque esto es gracias a todos los involucrados) y dijimos: pasaron cuatro años para que pudiéramos lograr esto.
En nuestro primer torneo nos fue bien pero nada que ver con la mejora evidente de las siguientes experiencias. Y es algo muy divertido, pues si lo ves en retrospectiva, cuatro años podría ser una carrera universitaria, una carrera laboral buscando algún ascenso, un proceso mundialista o una consagración en tu historial en Free-Fire. Cuatro años dicho desde ahora parece una eternidad, pero hoy pienso que el tiempo pasó rapidísimo. Aunque la parte formativa del deporte es muy importante o que el propio fútbol es muy disfrutable, estas personas se volvieron mis compas. Pero al mismo tiempo les exijo para que sean mejores y ellos me exigen para que sea mejor.
Todo esto es parte de un proceso de mejora continua entre ambas partes y aunque para muchos son personas con discapacidad, yo sé que son personas que cotorrean, que me caen bien. Al principio yo decía que estaba en Fútbol para Ciegos Ciudad de México (nombre del equipo) porque son personas con las que me la pasaba bien. Pero dicha respuesta se fue transformando con el paso de los años porque veíamos que este proyecto cada vez nos exigía más. Nos pedía ser mejores para ir haciendo historia dentro de este deporte. Además, creemos que el fútbol es muy apasionante, mueve montañas y lo comprendemos como el lenguaje universal.
Entonces… ¿cómo te cambió la vida el fútbol adaptado?
Para mí el fútbol es el pretexto ideal para hacer comunidad, para convivir con tu gente e inclusive para conocer a alguien que sin el pretexto de la redonda… nunca pudiste haber conocido para pasar un rato increíble. Creo que son estos momentos fugaces que te sacan de una rutina muy plana. Y es que entras a un partido de fútbol y también le mientas la madre al árbitro, a tus propios compañeros y al rival. Es decir, es un vaivén emocional. Cuando juegas después de un tiempo sin hacerlo, te das cuenta de que ya estás más gordo, que ya no corres como antes. Creo que es como la vida. El fútbol es la vida en tiempos cortos… en fragmentos.
En la parte de entrenador creo que es cuando más sientes. Yo recuerdo muy bien que nunca había sentido lo que sentí cuando nos jugamos la medalla de bronce en un panamericano juvenil. Allí nos fuimos a penales aguantándole a Colombia, que es un equipo que traía una gran gran escuela, un nivel muy alto de formación y tenían demasiado fogueo. Fuimos muchos que nunca habíamos jugado siquiera un evento nacional. Pero ese torneo fue maravilloso y espléndido. Competimos ante Brasil, nos clavaron cuatro pero dijimos: ok, de aquí pal' real. Pasaron los partidos, mejoramos el nivel individual, la parte colectiva, los chavos se soltaron… y llegó el cuarto encuentro del torneo contra los cafeteros.
Aguantamos el medio tiempo, a la segunda mitad tampoco se movió nada y sonó el silbato final. Se acabó el juego y nos fuimos a los penales. En ese instante yo me tiré al piso. No podía ni verlos. Sentía que se me subían y bajaban los colores. Y es que era una responsabilidad enorme, pues se trataba de regresar a México con la medalla o solamente con el cuarto lugar. La verdad es que el bronce y el oro saben igual… así como la plata y el cuarto lugar seguramente duelen lo mismo. Nos fuimos a muerte súbita, mi portero es factor rozando el penal colombiano, el balón pega en el poste…. y ya. Sentí que había cumplido mi misión. Me sentí realizado.
Recuerdo cómo iba caminando sobre la cancha, tranquilo, con paz, pues todo había pasado. Y eso es el deporte y el fútbol, pues te sacan de una línea de vida en la que muchas veces puedes caer y que muchos padecemos. Yo también vivo muy plano en ciertos tiempos, estoy muy tranquilo haciendo mis cosas. Pero cuando vas a un torneo de esos traes el cuchillo en el cuello porque buscas dar lo mejor para todos, dado que la responsabilidad es enorme. Entonces ahí viví una bomba de emociones que son importantes para que la vida sea un poco más linda.
Tras tremenda anécdota, ¿cómo está el nivel de México en todos los aspectos? ¿Cómo está en comparación con el fútbol latinoamericano?
Bueno, siguen algunas cuestiones algo complicadas. Para conseguir un balón con las condiciones adecuadas seguimos dependiendo prácticamente del extranjero, por lo que estaría maravilloso saber de un lugar donde se fabriquen en México. Pero respecto de los jugadores (sudamericanos), la realidad es que tienen muy buenas capacidades y condiciones. Como tal son personas que representan jugadores que tienen capacidades para jugar a nivel internacional y que lo han demostrado... incluso no sé si es por naturaleza, algo así por herencia de sus antepasados.
Argentina y Brasil siguen siendo una potencia en lo que es el fútbol para ciegos. La realidad es que su fútbol es una poesía y no te cansas de ver a ciertos futbolistas. Entonces yo digo que los brasileños naturalmente tienen un talento, una escuela muy fuerte. Han logrado adaptar el fútbol convencional al deporte adaptado por la discapacidad visual. Y es que realmente su nivel representa una forma de vida para muchos de ellos. Más allá del deporte recreativo, tienen una cultura muy fuerte, misma que está interiorizada y que se traduce en lo que presentan en un torneo profesional. No he tenido la oportunidad de ir a Brasil, pero me gustaría viajar allá para entender esta cultura del fútbol.
Argentina es otro país potencia, Colombia dio la sorpresa el año pasado y de igual manera tuvo un desempeño muy bueno en los torneos clasificatorios de cara a los Juegos Paralímpicos en París. Entonces, en Latinoamérica el talento del fútbol está en personas convencionales y en personas con discapacidad.
Por ello es importante que nosotros como como selección mexicana busquemos cercanía a estos países para foguearnos, porque considero vital esa parte del fogueo. Muchas veces podrás tener las mejores escuelas y el mejor talento, pero lo debes sacar a competir, lo tienes que exponer para que estén condiciones de mucha exigencia deportiva y para que busquen una mejoría. Entonces geográficamente a estos equipos les sirve tenerse cerca para una constante rivalidad, que significa encuentros de alto nivel futbolístico.
¿Y cómo está la zona del norte y centro del continente?
Tiene poco que Estado Unidos presentó equipo. De momento no he visto que Canadá tenga equipo o a lo mejor sí hay pero no se han presentado de manera tan oficial en las competiciones en las que nosotros participamos. Porque Norteamérica es una potencia en muchos otros deportes, pero no en fútbol para ciegos. Y a nosotros nos pega, pues si habláramos de básquetbol en silla de ruedas, esos dos países son una potencia, entonces nos beneficiaría jugar de este lado norteamericano. Pero uno tiene que buscar las formas de tener esta cercanía con nuestros países sudamericanos.
Centroamérica es una zona donde algunos ya tienen sus equipos consolidados y otros apenas los están formando. Entonces cuando se ha tenido la oportunidad de competir contra ellos el nivel no es tan alto como lo serían los países sudamericanos.
Para los siguientes meses queda buscar la generación de mejoras y más condiciones (…) para que más gente con discapacidad visual pueda encontrar y conocer el fútbol para ciegos. Porque el objetivo no es solamente practicar un deporte recreativo sino darle a la gente una oportunidad de encontrar un estilo de vida.
Patricio Ramírez
¿Qué sigue para el futuro de Patricio Ramírez y para el deporte adaptado en Ciudad de México?
Uno de los grandes sueños que tenemos que ir aterrizando con pequeños objetivos es el tema de lograr llegar a Los Ángeles 2028. Se ve lejano, pero yo siento que ya vamos contra el tiempo. Hay un mundo de cosas por hacer para lograrlo… pero creo que existe la voluntad y existe un movimiento a nivel nacional que puede impulsar este gran sueño. Y es que no es una meta mía sino que precisamente se hace fuerte e importante al construirse desde la comunidad. Es un anhelo que comparto con mis atletas y seguramente con los otros profesores. Toda persona dentro del deporte quiere llegar a la máxima justa competitiva y en este caso Los Ángeles para nosotros es ese objetivo.
Pero para eso debemos jugarnos la vida por lograrlo, porque al final de cuentas todos quieren llegar, todos quieren lograr estar en esta justa paralímpica. Entonces para los siguientes meses queda seguir entrenando, buscar la generación de mejoras y más condiciones para que el deporte crezca y para que más gente con discapacidad visual pueda encontrar y conocer el fútbol para ciegos. Porque el objetivo no es solamente practicar un deporte recreativo sino darle a la gente una oportunidad de encontrar un estilo de vida. Por ello el reto es grande, es interesante y te apuesto que cuatro años van a pasar muy rápido.
¿Cómo se juega el Fútbol para Ciegos?
Tomando de referencia lo vivido en los Parapanamericanos en Santiago 2023, el Fútbol para Ciegos funciona con un balón sonoro y equipos de cinco futbolistas. Allí son cuatro en campo que cuentan con discapacidad visual y el portero, quien no tiene discapacidad. El terreno de juego mide 20m de ancho y 40 m de largo. Todos los atletas deben traer cubiertos los ojos con parches oculares. Los partidos duran dos tiempos de 15 minutos y un descanso de 10 en el intermedio. Y algo importante es que el público y resto de personas que estén ahí deben estar en silencio completamente, pues es de vital importancia recibir las indicaciones de sus entrenadores y del portero que guía a la defensa.
Pero como en todos lados, cuando el gol cae… no hay regla que impida el escape de la euforia.