Jaime Penedo (Ciudad de Panamá, 1981) ha defendido el arco panameño en el Mundial de Rusia. Actualmente en el Dinamo de Bucarest rumano, el portero tuvo un debut futbolístico tardío y firmó su primer contrato en el extranjero a los 23 años.
Pasó por la Serie A en el Cagliari Calcio, por España de la mano del filial del Osasuna y, tras varias temporadas en Guatemala que le sirvieron para ganar confianza, se consagró campeón de la MLS con Los Angeles Galaxy. Curiosamente, y al contrario que muchos jugadores en la actualidad, Penedo salió de Estados Unidos para volver a Europa y firmar contrato en Bucarest, donde ha conseguido su primer título europeo.
A sus 36 años y con una amplia experiencia a las espaldas, ha decidido dejar la selección tras llevarla a la primera participación de Panamá en un Mundial. Pensó en dar por terminado también el fútbol de clubes, pero se animó a renovar un año más en Rumanía.
Jaime Penedo atendió a Balón Latino en una entrevista que tiene el hito histórico de Panamá en el Mundial como tema principal, pero también repasa la carrera del portero y algunas de las enseñanzas de vida que deja el deporte rey en un jugador veterano.

¿Cómo vive un jugador la experiencia de representar a su país en un Mundial por primera vez?
Para nosotros y para el país fue algo único, una experiencia que nos dejará marcados para siempre. Panamá disfrutó mucho, tenía ganas de una alegría así, fueron muchos años buscando esa clasificación, a mí me tomó cuatro eliminatorias y obtenerla y ver a tu pueblo tan contento es algo muy gratificante. La verdad es que llenó las expectativas que yo tenía porque es la élite del fútbol, hay un nivel futbolístico muy alto y mucha emoción, te da la sensación de que es el torneo que hay que jugar.
¿Qué cree que le faltó a Panamá para al menos puntuar en un grupo tan complicado como el que deparó el sorteo, con dos candidatos al título como eran Inglaterra y Bélgica? ¿Piensa que en un grupo más asequible se podría haber conseguido el billete a octavos de final?
No, creo que incluso con un grupo más accesible todavía nos falta camino para poder competir en este torneo, porque hay que saber jugar la Copa del Mundo física y mentalmente. Nosotros nos dejamos envolver en parte por la euforia que vivía el país, y eso a su vez trae consigo distracciones y no deja que te enfoques al 100% en el torneo.
Hablas de Inglaterra y Bélgica, pero Túnez también es un rival que marca la diferencia frente a nosotros. No me gusta decir que es normal lo que pasó aunque sea la primera Copa del Mundo, porque pienso que deberíamos tener la capacidad de predecir eso. Te puedo decir que estando un poco más enfocados no nos da para clasificar, pero habríamos hecho mejores partidos.
¿Era su objetivo, a modo de reto personal, participar en una edición de la Copa del Mundo en su etapa como futbolista?
Para mí sí. Yo estoy muy agradecido, creo que he tenido una carrera donde he podido disfrutar de finales tanto en mi país como en Guatemala, Estados Unidos y Rumanía. La gente me pregunta qué final ha sido la mejor y lo cierto es que no puedo responder porque cada una tiene su esencia, su gracia y estilo. Pero lo cierto es que me faltaba algo con Panamá, ya había ganado una Copa Centroamericana pero faltaba algo grande, y mi objetivo era la Copa del Mundo. Era mi última chance para conseguirlo y por suerte se pudo obtener.
¿Por qué decidió dejar la selección tras el Mundial de Rusia?
Soy un jugador veterano. Uno nunca piensa en que llegue la parte final de su carrera, pero yo siempre mantuve una filosofía clara, y es que cuando llegase el momento iba a dar un paso al costado estando bien físicamente, o sea, retirarme sabiendo que todavía puedo seguir jugando. Es una idea que se me metió en la cabeza y quería cumplir tanto en la selección como a nivel de clubes. Con la selección me llegó, creo que ya está bien. Se luchó mucho, se lograron cosas, se perdieron partidos, se lloró, se sufrió y estoy contento con el balance. Me gusta irme contento con lo que se hizo.
¿Cómo fue el salto de Panamá a Italia para aterrizar en el fútbol europeo?
El paso de Panamá a Italia se da por una Copa Oro con la selección en 2005. El presidente del Cagliari me vio jugando y me quiso. Viajé a Italia, pero pasar de Panamá a la Serie A es un paso demasiado grande y no estaba preparado ni futbolística ni mentalmente. Necesitaba tiempo y era lo que menos había, en Europa tienes que llegar y marcar diferencias.
¿Cuál considera que fue el obstáculo que no le permitió triunfar en la Liga española o darse a conocer más en el fútbol europeo?
En la liga española todo empezó muy bien con Osasuna. Había ido con opción a compra y jugaba en el equipo B. Tuve una lesión que me demoró cuatro meses, pero no me gusta poner excusas, así que lo justo es decir que no llegué preparado. Hay mucha competencia por todos lados, Europa es un continente muy abierto. Si llegas y no estás preparado no te esperan, así que tuve que regresar a Centroamérica.

¿Eran ciertos los rumores que le vinculaban con la UD Las Palmas el año pasado? ¿Le habría gustado regresar a España en busca de otra oportunidad?
A mi edad lo que busco cuando veo posibilidades de fichaje son proyectos, es decir, qué proyecto ofrece el club que te busca y la calidad de vida para la familia. España te ofrece una calidad de vida muy buena. El proyecto de Las Palmas fue más que todo rumor, no iba tan fuerte el tema. Yo indagué un poco y me di cuenta de que el equipo había hecho una temporada muy buena, pero estaba un poco desarmado para la siguiente, era peligroso.
¿Cómo fue la experiencia estadounidense en Los Angeles Galaxy?
Fueron dos grandes años en el Galaxy. Poder levantar el campeonato fue muy gratificante. También el paso previo por Guatemala fue muy bueno porque volví a ganar partidos y mucha confianza en mí mismo. La salida se produjo por un tema de contratos que hay en la MLS y que a uno se le escapan, pero la experiencia general fue reconfortante.
¿Esperaba volver al fútbol europeo tras dejar la MLS?
El volver al fútbol europeo no se me pasaba por la cabeza. Pensé que iba a terminar mi carrera sin volver, que el vagón europeo había pasado. Para mí fue una sorpresa muy grande esta oportunidad del Dinamo Bucarest a los 34 años. Tuve dudas e incertidumbre por los recuerdos de la primera experiencia europea, que fue complicada, pero me aventuré y todo ha ido muy bien.

Tras conseguir su primer título europeo hace dos temporadas conquistando la Copa de la Liga rumana, ¿cuáles son las sensaciones y los objetivos del club de cara a este nuevo curso?
La Copa de la liga fue estupendo ganarla porque me hacía mucha ilusión ganar algo en Europa. La liga es bastante complicada, hay equipos muy bien armados, con dinero y que terminan haciendo escuadras muy fuertes. Mis expectativas y objetivos siempre van a ser estar arriba. Somos un equipo muy joven, así lo decidió la dirigencia; el año pasado había mucho extranjero y ahora es un equipo casi canterano, así que hay que trabajar fuerte con los chicos y tirar para adelante, tratar de que los resultados lleguen. Lo más seguro es que sea mi último año, la verdad. Después de la Copa del Mundo todavía estaba en duda si continuar a nivel de clubes, pero se habló sobre continuar el proyecto en Rumanía y me animó, así que se procedió a alargar ese año más.
Qué tiene Jaime Penedo en la cabeza ahora mismo, ¿la retirada, renovar o buscar un nuevo reto?
Te soy honesto, voy con pasos muy cortos. Me siento bien físicamente y mentalmente, pero Panamá no es un país “futbolizado” y, desgraciadamente, me ha tocado hacer la carrera fuera todo el tiempo. Eso mentalmente también te cansa un poco, ahora quiero enamorarme del proyecto que tengo enfrente, porque podría ser el último y mantengo mi filosofía de irme sabiendo que puedo continuar jugando. Por tanto, renovar no, y buscar un nuevo reto lo dudo. En mi cabeza solo pasa empaparme con lo que tengo ahora y dar pasos muy cortitos.
¿Alguna vez tuvo ganas o tentación de “tirar la toalla” y acabar con su carrera?
Lo cierto es que sí. No sé si es por la posición de arquero, pero a mí me consumen mucho las derrotas. Por ejemplo, sabía a lo que nos exponíamos en el Mundial, Panamá es un equipo muy expuesto. Vas con la ilusión de hacer las cosas bien y por más que sea ante Bélgica, Inglaterra o Túnez, a mi perder me estresa. Yo sabía que esto podía pasar porque era la primera vez que Panamá salía de América Central a jugar amistosos o una competición oficial.
Aun así, estoy contento con mi carrera. Ahora, con la llegada de mi familia, han cambiado mucho las cosas, soy padre de un niño de cuatro años y una niña de dos y todo me ha dado mucha felicidad. La MLS, la Copa en Rumanía y la participación en el Mundial lo he logrado con ellos y eso me ha dado otra perspectiva de la vida. Van creciendo y necesitan mucho de mí, así que en mi cabeza cabe estar feliz con lo hecho y seguir hacia adelante con pasitos cortos.
Teniendo en cuenta el título de su libro y autobiografía “Nunca te rindas”, ¿considera Jaime Penedo que su carrera está marcada por la superación?
Efectivamente. Mi carrera está marcada por la fe, me fortalece para superarme y para tener la capacidad de estar en pie cuando hay problemas. Así lo resumiría y así está expuesto en el libro, es su mensaje central. Ha habido circunstancias muy complicadas a la hora de jugar al fútbol, derrotas duras, pero siempre hay que mantenerse firme y en pie.
