No es común ver a Danubio donde está. No solo a los jugadores o a los periodistas les llama la atención, ni que hablar de sus hinchas. Hasta los propios directivos no entienden como el ‘franjeado' está luchando por no descender. Es increíble que una institución como la de Maroñas pelee en la zona baja y no en la zona alta. Bueno, después de ver los casos de ciertos gigantes en el mundo que perdieron la categoría, todo es posible.
Danubio está complicado y nunca estuvo en esta posición tras años de bonanza deportiva. En el Siglo XXI se cansó de producir futbolista de élite; desde Javier Ernesto Chevantón, pasando por Edinson Cavani y hasta la última joya vendida como Juan Manuel Gutiérrez. Por si fuera poco, es el último de los equipos “no grandes” en ser campeón, lo logró en la 2013/2014.
Sin dudas que el mal manejo de la directiva, la falta de proyectos, la aparición de muchos intereses de los agentes o representantes y las ventas por necesidad, más que por economía, han afectado al club y sobre todo a sus jugadores.
‘La Franja' es irregular, como el 99% de los equipos uruguayos en el campeonato local, pero para peor se muestra rendido. Puede luchar un rato, pero se termina derrumbando en cuestión de minutos. Nadie duda del compromiso de cada jugador, cuerpo técnico y de más, pero la sensación que deja tras partido en comparación a Cerro, parece abismal.
Los números de Danubio en el año, son más negros que blancos
El danubiano se encuentra penúltimo en la tabla del descenso, acumula 1.031 tras ganar 67 puntos en 65 partidos disputados. Quedan nueve jornadas y 27 puntos en juego, hoy están a nueve de Boston River que aún así descendería y a 14 de un Defensor que estaría jugando la próxima temporada en Primera División.
Otra de las opciones, en caso de no remontar a Defensor, sería superar a Boston River y esperar a que Deportivo Maldonado baje su promedio al igual que un Rentistas y Torque que pelean en la parte alta del torneo. La probabilidad de descenso de estos dos últimos equipos es prácticamente imposible.
Lo cierto es que hoy Danubio no depende de sí mismo para salvarse y podría perder la categoría tras más de medio siglo…