Hace poco viajamos a Singapur para hablar de Blake Ricciuto y al mismo tiempo nos fuimos a Italia para charlar con Pablo Burzio. Hoy volamos hasta Australia para dialogar con Gonzalo Rodríguez (29) que defiende los colores del Sturt Lions de la NPL South Australia (2da división). Pese a la diferencia horaria, el atacante argentino atendió sin problemas a Balón Latino para hablar de su vida personal, sobre sus años en Italia y cómo cambio de rumbo su vida al ser papá.
Entrevista a Gonzalo Rodríguez, el goleador de Adelaida
P: ¿Cómo estás viviendo esta nueva etapa como padre? ¿Cómo es tu día a día en Australia?
R: A la mañana estudio, hago algunos trabajos también y ahora, sí todo va normal, voy a empezar a dar clases de fútbol en un colegio a jóvenes de 15 años. Sumado a eso, el fútbol que sería mi primer trabajo. Estoy bastante ocupado, acá el día comienza a las seis de la mañana y termina a las 16hs. En mi caso, tengo la suerte de volver de la facultad y disfrutar de mi hijo un poco y después me tengo que ir a trabajar o entrenar con el club. Australia es un país de primer mundo porque funciona todo, siendo sincero, yo pensaba en terminar de jugar y volver a Argentina.
Sin embargo, viendo a mi hijo, que la situación en el país es difícil, uno pone en la balanza la posibilidad de quedarse acá. Nosotros llegamos con la idea de quedarnos por tres meses nomás y ya vamos por el segundo año. Mi hijo nació acá y en relación a la pregunta sobre el ser padre, es algo lindo y difícil. Creo que es el único título que te llega primero y después lo tenes que cursar, voy aprendiendo todos los días y tratando de mejorar. Sobre todo dándole mucho amor, porque creo que es lo más importante y es lo que más le va a quedar a él.
P: Volviendo un poco en el tiempo, naciste en Bragado (Provincia de Buenos Aires) y me gustaría preguntarte, ¿Cómo fue tu niñez allí y en qué momento aparece el fútbol?
R: Empiezo a jugar al fútbol a los cuatro/cinco años y básicamente como llevan a todos los chicos para que hagan algún deporte. En mi caso, mi familia es toda futbolera y a mi me gustaba. Al principio, cuando me iban a ver jugar mis viejos, yo daba vueltas carneras (volteretas) dentro de la cancha. Después me empezó a interesar, lo primero que dije fue que quería jugar de cinco porque quería organizar el juego y de esto me enteré cuando me crucé a “Maquinita” Palavecino que fue el primer técnico que tuve y me lo contó.
Mi abuela me llevaba todos los días a los entrenamientos, íbamos juntos y compartí mucho tiempo con ella. El fútbol se volvió mi gran amor, me iba a dormir abrazado a la pelota, era como mi hermana, ya que soy hijo único. Después de jugar dos años con “Maquinita” me fui a Bragado Club donde me formé como jugador y como persona hasta los 11 años. A esa edad me voy a River por un año y el mismo coordinador que estaba allí, se va a Argentinos Juniors y me lleva para jugar. Decidí irme a Buenos Aires y viví ahí durante siete años.
P: Tenes cómo ídolo a Juan Román Riquelme y sos simpatizante de Boca Juniors. ¿Te influyó en algo eso al momento de jugar con la casaca del Millonario?
R: River fue a probar jugadores a Chacabuco y los que iban eran categorías 1989 y 1990. Fui de suerte, ya que necesitaban llenar la trafic para abaratar los gastos y llevaron a cuatro chicos de 1991. Me eligieron y con el mismo coordinador, que era Jorge Viejo, firmé contrato por un año. Mis viejos hicieron un esfuerzo extraordinario, ya que me llevaban todos los miércoles para entrenar y los domingos cuando jugábamos. Cómo bien decís, soy muy fanático de Riquelme y tuve la suerte de conocerlo. En ese momento, le prometí a mi abuela, que sí era muy fanática de Boca, que la remera de River Plate no me iba a tocar la piel y por eso jugué todo el tiempo con una remera blanca debajo.
P: Muy linda esa historia con tu abuela. Siguiendo con la cronología de tu vida y carrera, ¿Qué me podes contar de tus siete años en Argentinos Juniors?
R: Jorge Viejo se fue Argentinos y me llevó. Hice inferiores hasta 6ta división porque de ahí, subí a Reserva y entrenaba con el plantel profesional. En ese momento me llaman para jugar en la Sub18 de Argentina y luego integré la Selección Sub20. Si te hablo de vivencia, esos fueron los años más lindos que viví y uno se da cuenta de eso ahora. Por suerte, la política de Bragado Club y Argentinos Juniors eran la misma, te tratan de inculcar que seas buena persona y un estilo de fútbol que es intentar jugar bien más allá de los resultados.
Después de esos años, no llegué a debutar en Primera, pero si formé parte del plantel que salió campeón en el año 2010 y ese mismo año intercalaba amistosos con la Selección Argentina. Yo estaba en la Sub20 donde me dirigía Batista y en la Mayor estaba “El Diego” junto a todas las figuras que tenía ese equipo. Posterior a eso, me toca dejar de jugar por un año y es ahí cuando aparece la chance de ir a Italia.
P: Justamente sobre tu llegada a Europa quería hablar. ¿Cómo se da todo eso? ¿Tu primer club fue el Nuorese en 2013?
R: Yo había dejado de jugar porque me había enojado con el sistema, con los manejos que habían en esa época y sinceramente, no tenía ganas y cuando uno está así, es muy difícil tener predisposición a la hora de entrenar y decidí dejar de jugar para terminar el colegio. En ese ínterin, llamó un representante a mi casa y dijo que podía hacerme la ciudadanía italiana para jugar en un club italiano. Le dije que hable con mi mamá, las ganas volvieron, me pagaron los pasajes y así fue como llegué a Italia.
Al primer club que fui, fue la Reggiana de la Serie B, pero a lo hora de firmar el contrato salieron a la luz los derechos de formación y era mucha plata, cómo tres millones de euros, que tenía que pagarle a Argentinos Juniors. No se dio y firmé con el Nuorese de la Serie D, que es la primera categoría no profesional. En mi primer año, jugué cinco partidos e hice tres goles y luego fiché por el Rieti. Ahí me costó un poco más, ya que no me había acomodado del todo a la forma de jugar y llegué a un club más armado.
P: Luego de ese paso por Rieti, donde no jugaste lo que pensabas, volves a Bragado. ¿Por qué motivo?
R: Creía que necesitaba minutos, así que estuve jugando un año en el Torneo Federal B y la liga local con Bragado Club. Después volví nuevamente a la Serie D donde ya comencé a jugar con más continuidad y pasé por clubes como Flaminia, Roccella y Vis Artena. En Roccella salvamos al club del descenso directo, pero hubo problemas institucionales y por ese motivo no continúe ahí. Si bien, al irme al Vis Artena baje a la 5ta categoría, ganamos el torneo y subimos a la Serie D.
P: ¿Qué cambió en tu forma de ser o de pensar en ese año que regresaste al país? Se puede decir cómo que volvió otro Gonzalo Rodríguez a Italia y por eso se vio una mejoría en el rendimiento
R: Siempre digo que fui un Gonzalo hasta los 23 años y después otro. Obviamente que la esencia no cambió, pero sí empecé ayudarme con terapia, con meditación y aprendí a manejar mi carácter porque soy medio explosivo. En cuánto a la madurez, siempre digo que para aprender uno tiene que tomarse un poco de distancia y eso hice, sin saber, cuando me fui a Italia. Después necesitaba un desafío también, que era el de jugar la mayor cantidad de partidos posibles para ponerme bien y regresar a Italia a demostrar lo que puedo dar porque había quedado con una pequeña espina.
Al regresar al fútbol argentino, tuve que internarme en el gimnasio para volver aguantar los choques. Venía de un fútbol táctico y de espacios a uno de fuerza y empuje, así que me costó marcar la diferencia. Una vez que lo logré, me llamaron de nuevo de Italia y me sentía listo para afrontar esos nuevos desafíos en mi carrera. Cuando viaja mi pareja, elegí irme a un club más chico del que estaba y también tuvo problemas económicos que es donde me surge la posibilidad de venir para Australia.
P: Volviendo un poco a lo que me explicas de que cada club donde jugaste, pertenece a una región diferente de Italia. ¿Qué tan parecidos son a nosotros? Porque muchos dicen que las personas del sur italiano son cómo los argentinos.
R: Somos iguales, la diferencia es que ellos están en Europa. Jugué en el Norte, donde la gente es más señorial, todo es políticamente correcto, en el Sur y en el centro es todo muy similar a la vida en Argentina. Viven el fútbol de la misma manera que en nuestro país, yo cuento que en Calabria no pagué el desayuno durante seis meses porque trataba bien a las personas y además, sabían que el club no le pagaba a los jugadores. Son cosas que el fútbol te deja y son increíbles. También jugué en la Isla de Cerdeña.
P: Llegamos al momento en que te vas a Australia. Tengo entendido que llegas para reemplazar a un jugador italiano que necesitaba volver a su país por un problema familiar. ¿Esto es así?
R: Yo vine acá por tres meses, venía de una temporada complicada en Italia donde se desintegró el club y me sale esta oportunidad. Matteo Federici es el chico con el que cambié, siempre me lo cruzaba en las canchas, y de repente me suena el teléfono y es él. Me dijo que sí alguien estaba loco para venir a jugar a Australia era yo, que él tenía que volverse por un problema familiar y que era solo por tres meses, pero bueno, ya voy casi dos años y me quedaría para siempre.
Por suerte tuve un buen rendimiento, perdimos la final por el ascenso y es ahí donde me sale el desafío de quedarme para lograr ascender a la NPL. Donde encuentro el desafío para mí, es donde sale mi mejor versión y cuando más lo necesita el equipo, me hago presente. Me cuesta motivarme cuando no encuentro desafíos para mí o para el grupo. A lo largo de mi carrera me destaqué por aparecer en los partidos más difíciles y me concentro mucho más en los más fáciles que en los complicados, ya que me sale solo dar mi mejor nivel.
P: ¿Te costó la adaptación a la vida en Australia? ¿Con que tipo de fútbol te encontraste?
R: Me encontré con un fútbol bastante competitivo, más de lo que yo esperaba. Australia va a lograr mejores cosas con el paso del tiempo porque tienen buena infraestructura y están bien económicamente. Cómo te contaba, el primer año me costó y yo lo considero como de adaptación también por lo que trato de estudiar todas las cualidades de ese fútbol para ayudar en las cosas que más necesita mi equipo. Acá volví a jugar de delantero centro, posición que tenía en las inferiores de Argentinos Juniors.
En mi segundo torneo, tuve la chance hacer 23 goles en 22 partidos pese a que me rompí los ligamentos y volví rápido. Sufrí bastante, me dolía mucho y jugaba igualmente porque el objetivo era ganar el campeonato y finalmente se nos dio. En los Playoffs le ganamos al Bicampeón en las semifinales, en el primer partido empatamos 4 a 4 y en la vuelta ganamos por 3 a 0. Fuimos a la final contra White City y le ganamos con dos goles míos. Cómo te decía, aparezco en los momentos más complicados y tuve la suerte de marcar seis goles en esos tres partidos y logramos el objetivo del ascenso a la 2da división.
P: Volviendo más atrás de la entrevista, dijiste que ibas a la facultad/universidad a la mañana y también vas a dar clases de fútbol en una escuela. ¿Qué estás estudiando y cómo surge esa oportunidad de ser entrenador?
R: Estoy estudiando inglés general y después tendría que estudiar Director Técnico para poder prepararme y hacer las cosas bien. Inglés estoy haciendo porque lo necesito para la Visa, después creo que voy a seguir dos años más acá con esta gente como Sponsor. Una vez cumplidos esos dos años, podemos optar por la Visa permanente. Pensé en mi familia y en que estamos cómodos acá, por eso que ellos me brinden una Visa de Sponsor hará que todo se vuelva más ameno y uno no tiene que preocuparse por esos temas.
Me siento privilegiado al estar acá, la gente del club me trata muy bien desde que llegué y yo intento resaltar siempre a la persona. Por ese motivo prefiero quedarme acá, porque encontré comodidad y tranquilidad para dar lo mejor de mi en la cancha. El club queda muy cerca de un colegio privado, le preguntaron al personal del club sobre un técnico y me asignaron a mi y aproveché la oportunidad.
P: Me quiero quedar con el tema de la Visa Sponsor. ¿Cómo sería ese trámite?
R: Acá necesitas vivir por cinco años para acceder a la Visa permanente. Yo viví el primer año con una Visa de trabajo, luego con la Visa de Covid que tenía las mismas restricciones que la anterior. Tuve mucha suerte porque ellos tienen una empresa de construcción, entonces la mitad de mi contrato pasa como sueldo de trabajo. Si bien, resignas dinero, lo ganas de manera “lícita”, para llamarlo de una manera, y no tenes problemas. Ellos me facilitaron mucho con el tema de los trámites, hice varios cursos de construcción y eso me aplica para hacer la Visa Sponsor siendo dependiente de la empresa Fusco Construcciones que es el patrocinio del club.
Cómo soy dependiente de ellos, firmaría un contrato por dos años con ellos y me facilitaría la Visa. Si llegas a los cuatro años con una Visa Sponsor en el medio, calificas para poder hacer la Visa de forma permanente. Con una carta de recomendación de ellos y cumpliendo con todos los requisitos necesario, puedo aplicar a la Visa. Yo tengo un contrato atípico para la NPL, ya que todos cobran por partidos acá y a mí me pagan por más que no haya partidos. Gracias a mi rendimiento y a que me encontré con gente que me llevo muy bien, me han respetado mucho y los he respetado mucho. A nivel resultados, lo hice valer.
Estoy encontrando un lugar en un país que es difícil, yo lo veo porque todos los chicos que están acá de Argentina, la tienen complicada por lo caras que son las Visas. A mí la gente me invita a comer, a sus cumpleaños y tener ese apoyo en un país, siempre transmite mucha tranquilidad. Mi familia siempre me apoyó en todo desde la distancia y yo espero hacer lo mismo con mi hijo que trajo mucha calma a mi vida. Ahora disfruto del día al día sin pensar tanto en las cosas que van a venir.
P: Pensando en todas las cosas que haces fuera del fútbol, se puede decir que te vas preparando de a poco al momento en que tengas que colgar los botines y comenzar, por así decirlo, una nueva vida.
R: Totalmente, siempre me defino de la manera en que me veo. Los argentinos somos muy capaces e inteligentes para aprender hacer diferentes cosas. Desde mi parte, intento aprender varias cosas porque el fútbol no dura toda la vida. Me gustaría seguir ligado al fútbol siendo entrenador, seguir viviendo del fútbol, pero uno tiene que probar también otras cosas. Soy alguien que sé hacer todo y a la vez no sé hacer nada, pero lo mejor que hago es jugador al fútbol y tuve la suerte de poder vivir del mismo. Trato de enriquecerme no solamente con el fútbol.
P: Para ir cerrando y continuando un poco con lo que hablamos recién, ¿Cómo te ves en un futuro?
R: Creo que voy a seguir jugando al fútbol un par de años más, no sé donde, hoy espero que acá y que podamos construir un futuro acá. Obviamente se verá año a año y lo importante es que mi hijo crezca sano y espero poder ayudar a formar un gran ser humano.