El conjunto de Avellaneda ha tenido grandes jugadores bajo los tres palos a lo largo de su historia en más de 115 años. En este caso, la idea es exponer a los mejores arqueros de Racing Club.
Por títulos obtenidos, rachas, marcas históricas y hasta logros con la Selección, en esta lista aparecerán por año y no por ranking. La idea es organizarlo de esa manera sin clasificarlos por su desempeño.
Marcos Croce: El mejor goalkeeper
Marcos Francisco Croce jugó en Racing entre 1917 y 1925. Fue el primer gran arquero del club en plena etapa Amateur del fútbol argentino. Llegó proveniente de Estudiantes de Buenos Aires para ubicarse en el arco en la etapa “Más ganadora de la historia del club”.
En los nueve años que estuvo en la institución, consiguió, nada más ni nada menos, que diez títulos: la Copa Campeonato de 1917 y 1918, la Copa Ibarguren de 1917 y 1918, la Copa de Honor Municipalidad de Buenos Aires de 1917, el torneo de Primera División de 1919, 1921 y 1925. También obtuvo la Copa Ricardo Aldao de 1917 y 1918.
Fue una verdadera leyenda en el club con su racha de valla invicta a lo largo de 1077 minutos que obtuvo entre el 1920 y 1921. Esos 11 partidos y 67 minutos sin que le conviertan, lo hace acreedor de la racha de imbatibilidad más grande del fútbol argentino hasta la actualidad.
El primer gran arquero de Racing que tuvo la particular de ser dirigente del club unos años más tarde.
En la Selección Argentina también tiene varios partidos jugados aunque no logró títulos.
Juan Botasso, ‘La Cortina Metálica'
Después de disputar el primer mundial de la historia con la Selección Argentina en 1930, Juan Botasso llega a Racing proveniente de Argentino de Quilmes para lucirse en La Academia. De grandes actuaciones, muy buenos reflejos y gran orientación bajo los tres palos, se ganó el apodo de “Cortina Metálica” por la dificultad para hacerle goles. La prensa de por entonces, lo describían así: “Siempre sereno, correcto, poniendo el pecho a los vendavales, defendiendo su meta con valor temerario, con sus manos de garfio”.
En los ocho años que estuvo en el club, obtuvo dos títulos al ganar la Copa de Honor Sr. Adrián Beccar Varela (1932) y la Copa de Competencia (1933).
Fue tanta la popularidad que obtuvo con sus actuaciones, que hasta le han dedicado un tango. En 1935 Hugo Zamora y Miguel Padula compusieron “La cortina metálica” cuya letra dice: “¡Arquero lindo!, ni el viento pasa; toda la hinchada tiene en su puño. Vengan ‘balazos’ que es de buen cuño, Sólo los brujos lo vencerán. La tribuna entera te saluda ‘Botasito’, Porque sos el mago de la hinchada. Los domingos sos cortina de negocio que al balazo desafió. Y tenés el alma dura frente al ojo del cañón”.
En la Selección Argentina disputó el Mundial 1930 y la Copa América 1929.
Rogelio Domínguez: El Magnífico ganador de todo
Llegó a Racing en 1951 y empezó a destacarse. De reflejos extraordinarios, excelente ubicación y protagonista de grandes hazañas deportivas, en La Academia disputó 121 encuentros a lo largo de siete temporadas. Fue considerado el mejor arquero de la década y, en los años 1956 y 1957, el “Mejor de América”.
Su gran nivel en el equipo argentino, además de convertirlo en ídolo, lo llevó a Real Madrid donde fue el primer arquero argentino en el club merengue.
Salió campeón en todos los equipos donde jugó. En Racing obtuvo el campeonato argentino de 1951. En el gigante español, ganó tres ligas, una Copa de España, tres Copas de Europa y una Copa Intercontinental en cuatro años. En el equipo europeo se ganó el mote de “El Magnífico”.
En cuanto a la Selección Argentina, Rogelio disputó 58 encuentros en total ganando la medalla dorada en 1955 y la Copa América 1957.
Un verdadero ídolo del club que tuvo un detalle particular en el final de su carrera: Su último partido como profesional fue con Nacional de Montevideo en la final de la Copa Libertadores 1967 justamente frente… a Racing. La única Copa ganada por el equipo argentino, lo tuvo como testigo a su ídolo enfrente.
Mario Cejas, el más presente
Agustín Mario Cejas surgió de las inferiores del club. Debutó en el club con tan solo 17 años en 1962. Estuvo en el club ocho años donde consiguió todos los éxitos más importantes: Copa Libertadores y Copa Intercontinental de 1967. Después volvería al club en 1977 para atajar por tres años más.
Además de títulos deportivos, ha conseguido marcas que perduran en la actualidad. Es el arquero con más presencias en el club (334 encuentros) ubicándolo en el tercero entre todos los jugadores. Tiene un récord de imbatibilidad, en el profesionalismo, de 666 minutos con la camiseta de Racing.
Marcó una época en el arco y, por estos logros, adquirió fama internacional. Cejas era un arquero muy atajador y jugador. Atajaba y salía. Nadie, en la historia de su puesto, salió a tapar al delantero que viene con pelota detenida como Cejas. Y en cuanto a los centros aéreos, usaba los puños como si rechazaran tres defensores juntos. Esta era una gran particularidad para la época.
Su nivel lo llevó a Santos de Brasil donde hizo una carrera formidable obteniendo trofeos.
En cuanto a la selección, obtuvo el preolímpico sudamericano de 1964.
Fue la gran aparición después de Amadeo Carrizo y el “arquero de la década del 70”.
Ubaldo Fillol: Uno de los mejores de la historia
Muchos pueden considerarlo el mejor. Hay quienes afirman que fue el mejor de Sudamérica y hasta del mundo. Se destacó por sus grandes voladas, sus reflejos, su capacidad de reacción y por el buen uso de sus piernas.
Fillol hizo una carrera brillante con un nivel increíble. A Racing llegó en 1972 pero solo duró un año ya que fue transferido a River. La historia cambió para siempre en 1987 cuando volvió al arco académico para mostrar su mejor versión.
En Racing obtiene la Supercopa 1988 con muy buenas intervenciones. En total disputó 143 encuentros con la camiseta del equipo de Avellaneda.
Le han otorgado la mención de “Mejor arquero del Mundo” después de su labor en el Mundial de 1978. Logró coronarse con la Selección Argentina atajando realmente muy bien.
Con la camiseta de su selección, además de campeón mundial, disputó 56 partidos.
De la Academia, el propio Fillol afirmó una vez: “A Racing lo amo. Tuve etapas deportivas hermosas, pero es un recuerdo permanente. El club que más amigos me dejó. Pude salir campeón de la Supercopa y casi campeón del Metropolitano.”