Sebastián Tagliabúe habló con Balón Latino desde Abu Dabi sobre su paso por Colegiales, su andar por Chile y Colombia hasta llegar a brillar por sus goles y gran rendimiento en Medio Oriente. El oriundo de Olivos cambió de club en Emiratos Árabes Unidos, se fue del Al-Wahda donde estuvo por siete años y es un histórico del club, a jugar al Al-Nasr donde firmó por dos temporadas. Además, contó lo que significa para él haber obtenido el pasaporte y la nacionalidad emiratí, siendo la primera persona en lograrlo sin tener descendencia árabe alguna y la posibilidad que le abre eso para jugar con la Selección Nacional de EAU.
“Llevamos dos meses y medio de cuarentena donde entrenábamos con el club vía zoom casi todos los días, pero una vez que arrancó el ramadán, el profe nos mandó el programa y entrenamos solos en casa”, expresó Sebastián Tagliabúe en relación a como está viviendo y entrenando en esta circunstancia. También expresó que durante el ramadán, en condiciones normales, entrenan a la noche y los partidos también se juegan 21:30/22hs de la noche allí.
ENTREVISTA A SEBASTIÁN TAGLIABÚE
P: ¿Cómo llegas a Colegiales? Tengo entendido que antes de arribar al club de Munro hiciste inferiores en River y Boca, ¿es así?
R: “Si, es así. Jugué en Platense, en River, volví a Platense y después jugué en Boca. En Boca tuve que dejar el fútbol porque mi mamá, que la venía peleando hace unos años con el cáncer, falleció cuando yo estaba en Boca y no tenía quien me lleve. Mi papá tenía que seguir trabajando, así que deje el fútbol dos años y a principios de 2001, mi mejor amigo me pidió que lo acompañara a una prueba en Colegiales. Le dije que vamos, de paso me pruebo yo también, hago un poco de fútbol. Ya hacía dos años que no hacía fútbol competitivo, jugaba con mis amigos y en una escuelita, pero nada competitivo”.
“Al final quedamos y empezamos a entrenar con nuestra categoría. Fue difícil porque, hacía dos años que no jugaba al fútbol profesionalmente, no tenía ritmo y el técnico me puso de suplente el primer partido. El técnico me habló y me dijo: “mira Sebastián, la verdad que estas a falta de ritmo pero no bajes los brazos, seguí entrenando que ya vas a tener de vuelta tu oportunidad”. Recién me dio la oportunidad en la segunda ronda y de ahí hice sexta, quinta y cuando empezaba cuarta división, me subieron a Primera”.
P: Siguiendo con tu etapa en Colegiales, ya en la Primera División del club, me gustaría preguntarte sobre tu debut. ¿Cómo recordás ese momento?
R: “El debut fue contra Argentino de Merlo y fue muy lindo. Lo que me acuerdo de ese día es que no paraba de correr. No sé si jugué bien o mal, pero no paraba de correr. Tenía tanta felicidad de estar jugando y de estar debutando ahí en Primera y en Cole, un equipo de Barrio. La verdad que una felicidad tremenda”.
P: Cinco años más tarde, ya que tu debut es en 2003, en el año 2008 salís goleador del torneo y campeón con Colegiales, lo que significaba el ascenso de categoría. ¿Qué lugar tiene ese momento en tu carrera y en tu vida?
R: “Lo más importante, sin lugar a dudas. Yo a Colegiales le tengo mucho cariño, mucho amor, siempre digo que Cole es mi amor futbolístico. Fue lo mejor que me pudo pasar para cerrar una etapa y empezar a crecer futbolísticamente. Tarde mucho en explotar, tarde cinco años y para un delantero lo más lindo que te puede pasar es salir goleador y encima que tus goles ayuden a ser campeón. Es la alegría que tuve en el fútbol y no creo que nada la pueda mejorar”.
P: Sin lugar a dudas que debe significar mucho por la forma en que lo expresas. Continuando con tu paso por Colegiales, me gustaría preguntarte sobre alguna anécdota que tengas del ascenso argentino.
R: “Una que por ahí es graciosa, pero en ese momento estábamos muy calientes con los jugadores y hoy en día soy amigo del chofer del micro. Digo esto porque una vez fuimos a jugar a San Carlos y al llegar nos recibieron los hinchas a piedrazos. Rompieron todo el vidrio de adelante, varios vidrios del costado e hicieron bolsa el micro y San Carlos queda en La Plata, así que una hora y media de viaje de vuelta con frío. No era invierno aún, pero era otoño y ese día hacía mucho frío”.
“Tuvimos que volver 19:30hs de la noche, muertos de frío y había muchos que no habíamos llevados abrigo porque no hacía tanto frío, pero en la ruta con todos los vidrios rotos, más de uno al otro día estuvo enfermo. Después por ahí, cuando íbamos a jugar con Excursionistas que se ponían muy lindo cuando venía a jugar a Munro. Eran partidos que uno esperaba con todas las ganas por el marco, por el color que le daba la gente y me tocó ganar la mayoría, por lo que se disfrutaba mucho más”.
P: Tal cual, el viento frío en la ruta golpea fuerte y hoy queda como un momento gracioso, pero en ese entonces sufrieron un poco el frío. Saltas de Colegiales al Everton de Chile en 2009 donde en tu primer partido marcas un Hat-Trick en el 5 a 5 ante La Serena. ¿Cómo viviste ese encuentro?
R: “Otro de los momentos felices de mi vida dentro de una cancha. Para serte sincero, no me esperaba debutar porque yo había ido a prueba por 10 días, me habían hecho firmar el traspaso hacía tres días y faltando una hora para que se cerrara el libro de pases. Entonces no me esperaba debutar, es más, mi papá un montón de veces me dijo que el técnico me tiró al muere, me quiso quemar. Sinceramente, no lo veo mal a lo que me dice porque el entrenador dio el equipo, no habló nunca conmigo y me encontré con que estaba en el equipo”.
“Ni siquiera tuve tiempo para pensar, para darme cuenta de lo que estaba pasando, recién me di cuenta de lo que estaba pasando después del tercer gol. Se la piqué al arquero entrando al área grande y bueno, sinceramente pensé que lo ganábamos porque íbamos 5 a 4 con tres goles míos, en mi debut, mi primer partido internacional, más que soñado. Lamentablemente nos empataron, pero no va a opacar nada la felicidad que me quedó de ese partido”.
P: Es entendible lo que dijo tu papá en ese momento, lo curioso es que el rival es Deportivo La Serena donde vas a jugar el año siguiente. ¿Cómo recordás tu etapa allí?
R: “Tuve dos etapas en La Serena. La primera donde había sido buena, no había metido muchos goles. Marqué tres o cuatro goles, pero después estuve como diez fechas sin marcar y luego, metí siete u ocho goles en seis partidos. Estuvo bien, pero se vio afectada porque mi representante en ese momento, me dijo que tres clubes de la Primera División de Argentina querían contar conmigo para el próximo año. Esto era en junio. Faltaba una semana para que comience la segunda parte del torneo con La Serena y entonces me dice que agarre todo y me vuelva. Yo le dije a Alfredo que no podía irme de un momento a otro porque tenía a mi primer hijo con un año, pero me dice vos volvete que vas a jugar en la Primera de Argentina”.
“Me voy a despedirme del club, el técnico no entendía nada, llamó al presidente del club porque cómo me iba a ir faltando una semana. Voy para Argentina donde estoy por tres semanas y los tres equipos, que nunca supe cuales fueron porque el representante no me lo quería decir, se habían caído. Me enojé mucho con él y le pedí que llame a La Serena porque quería volver y jugar allá para ver si tenía posibilidad de volver porque ya había contratado a un delantero argentino. Así que llamamos a La Serena, me dijeron que si, que vuelva ya y volví. En los segundos seis meses llegamos a la final con Colo-Colo que la perdimos, pero teníamos un equipo bárbaro”.
P: Destaco el accionar del Deportivo La Serena porque no tuvieron problemas en que puedas volver y contar con vos. Llegamos a 2010 donde fichas por Once Caldas de Colombia donde tu experiencia no fue tan amena, ¿qué me podrías contar de esos meses allí?
R: “En Colombia viví la parte mala del fútbol. Si bien, ya la había conocido un poco en el primer año de inferiores en Colegiales como te conté de lo que me dijo el técnico de que no estaba en forma, pero era más chico ahí, yo sabía que me faltaba. En Colombia yo iba con muchas expectativas, incluso hasta el técnico me había pedido. Era la primera vez que un entrenador me pedía e iba con muchas ilusiones, imagínate las ilusiones que ni pregunte la ciudad, no pregunte nada. Acepte de una. Cuando llegué, me dijeron que había altura que es algo que había costado mucho y que conocí en Chile”.
“Me había costado un montón jugar en la altura y yo siempre tuve la idea de que si jugara en un equipo con altura, me iba a ir excelente. Porque a ver, si nivel del mar hacía bien las cosas, adaptándome a la altura, los tenía que pasar por arriba. Bueno, me pasó todo lo contrario. No me adapté nunca al equipo ni al técnico. Si me había acostumbrado a la ciudad, Manizales que es una ciudad excelente, hermosa y tranquila para vivir”.
“A los cinco meses el equipo fue a jugar los octavos de final de la Copa Libertadores y el manager del equipo me llamó porque quería hablar conmigo. Ahí con mi señora nos pusimos contentos porque no cobraba bien en ese momento, vivíamos con lo justo y yo no quería renunciar porque no me iban a pagar lo que me tenían que pagar. Iba con desventaja y cuando me llamó el manager, fue buenísimo y dije “genial, mañana me echan”. Llegamos a un acuerdo económico, hablamos un par de cosas sobre el club que no me gustó cómo se manejaron y terminé con mi contrato”.
P: Si bien, la experiencia en lo futbolístico no fue tan buena, tuvo un buen final con el acuerdo entre las partes. Tengo entendido que hiciste una de las pruebas que hace Ricardo Caruso Lombardi cuando él dirigía a Tigre, momento donde te llega la posibilidad de ir a jugar al Al-Ettifaq de Arabia Saudita. ¿Cómo se da ese salto a Medio Oriente?
R: “Tal cual. Cuando yo vuelvo a Argentina surgió la posibilidad de hacer una de las pruebas de Caruso Lombardi, él me quería, me conocía. Es más, si mal no recuerdo, habló con Eduardo Pizzo que me hizo debutar en Cole y le dijo que me siga. Vos sabes que Ricardo conoce al 95% de los jugadores del ascenso y bueno, se comunicó con mi representante para que vaya hacer la prueba. Terminó el entrenamiento, que fue un miércoles, se acercó y me dijo que el lunes arrancaba la pretemporada. Al cabo de un mes y medio, ya cuando había que comenzar hablar sobre el tema del contrato, me llegó la propuesta de Arabia”.
“Sinceramente, el sueldo era el mismo en los dos lados, solamente que acá era en pesos y allá en dólares. Entonces, no lo dudé y con mi señora nos fuimos para Arabia Saudita con la idea de lograr lo que logré. De abrir una nueva puerta, la idea de estar unos seis o siete años dando una vuelta por Arabia, Emiratos, Qatar y después volver a Colegiales para terminar mi carrera o ver de jugar un año en Primera División en Argentina”.
P: Lo de Caruso es así como vos lo describís. En Al-Ettifaq comienza tu explosión goleadora y tu nombre comienza a sonar fuerte en Medio Oriente. Tal es así, que el Al-Shabab que es uno de los equipos más grande de Arabia Saudita se fija en vos. ¿Sentís que ese salto y todo lo que vino después, fue como un giro en tu carrera?
R: “Sin dudas. Cuando pase al Al-Shabab estaba como que había pasado al Barcelona. Un día mi señora me dice “pará, baja un poco los humos, estas como si hubieras pasado al Barcelona”. Le expliqué que Al-Shabab es un equipo grande, más allá de si es Barcelona o no, la ilusión que tengo yo es que siempre quise jugar en un club grande y en un equipo donde realmente jueguen al fútbol. El único equipo en el que había jugado y jugaban al fútbol fue con Colegiales el año que salí goleador y fuimos campeones. Ese año entraba a la cancha sabiendo que íbamos a ganar porque jugábamos al fútbol de una manera y tenía compañeros de mucha calidad”.
“También en Once Caldas, el técnico Juan Carlos Osorio, nos hacía jugar muy bien, pero no jugué nunca y no lo pude disfrutar. El Al-Shabab venía de ser campeón de la liga y jugando a un fútbol hermoso, entonces yo decía, si en Al-Ettifaq hice goles jugando defensivamente, ahora tengo que hacer mínimo el doble. Finalmente, si bien no pudimos salir campeones, si pude coronar mi primer título como goleador internacionalmente”.
P: Sin dudas que la idea de llegar a un grande, sea del país que sea, siempre está. Además, la carta de presentación fue muy buena porque saliste goleador. En esos tres años que jugaste en Arabia Saudita se da la casualidad de que Diego Maradona estaba dirigiendo al Al-Wasl (2011-2012). ¿Qué tan cierto es que Diego dio el visto bueno para que llegues al club donde estaba como DT él?
R: “Si, eso fue así. No tuve cerca de ir porque antes de que empiecen las negociaciones, ya se habían caído. Pero, Diego había dado el visto bueno para que llegara. No se dio por un problema interno del club. Obviamente, nunca te enteras la verdad, ya que uno le pasa la pelota a otro y este a un tercero y así. No prosperó, incluso no llegamos hablar de números y nada porque cuando a mí me llegó el interés, a los dos días se cayó. Ni siquiera tuve tiempo de ponerme contento (risas)”.
P: Se pasa la culpa de un lado a otro y uno se queda con la incertidumbre de por qué no se dio. Siguiendo con tu trayectoria, llegamos al año 2013 donde fichas por el Al-Wahda de Emiratos Árabes Unidos donde sos un jugador histórico. ¿Qué se siente que la gente te tenga un gran cariño? ¿Cómo resumirías tus siete años allí?
R: “Sinceramente, estoy muy orgulloso de mis pasos por cada club. Menos en Once Caldas, en todos los demás clubes me quieren muchísimo, los hinchas me han demostrado siempre su cariño. En ese sentido, estoy muy contento. Después, por el lado de Al-Wahda, tuve la posibilidad de ser campeón por primera vez internacionalmente. Gané muchos premios personales, ganamos cinco títulos con el club. Si bien, no ganamos la liga, ganamos títulos que hacía fácil 10 años no ganaban y volvimos a darle el lugar que se merecía”.
“Eso te llena, momentos lindos como momentos duros, como perder en la Copa más importante del país con un equipo que ya estaba descendido. Un momento fantástico fue cuando ganamos la Supercopa contra el rival de toda la vida, contra el Al-Ain, que lo conocen porque fue el equipo que le ganó a River Plate en el Mundial de Clubes. Viví muchos momentos, los hinchas me aprecian muchísimo, yo los quiero mucho, así que todo me da mucha felicidad”.
P: Es lindo eso que te ocurre de que te quieran en cada lugar donde jugaste. Pasando a los números que lograste en Al-Wahda donde marcaste 206 goles en 238 partidos, tengo entendido que alguien cercano a vos, cuando eras más chico, dijo que tenías pinta de ser un goleador intratable, parece que vio el futuro…
R: “Sí, sinceramente no me acuerdo el nombre de la persona y es una locura, porque una cosa así no te lo dice cualquiera ni en cualquier momento. Pero, tengo un amigo personal, Lionel Paulini, que siempre me dijo “vos Seba, vas a hacer mínimo 20 goles por campeonato”. Esto me lo dijo cuando yo jugaba en La Serena y que era imposible que un club no me quiera contratar. Los números que tenés son ciertos y me sorprende la verdad”.
“A veces me cuesta creer que soy yo el que tiene esos números porque es muy difícil, juegues en la liga que juegues. Digo todo esto porque hay muchos que desprecian la liga, hay muchos que dicen “ahí hace goles hasta mi hermanito” y no, no es así. No es así porque hay un montón de jugadores con gran nivel que pasaron por acá e hicieron agua. Estoy orgulloso y feliz de como rendí acá, de lo que estoy logrando porque todavía estoy activo y trataré de seguir lo que más pueda”.
P: Tal cual, no muchos te dicen eso y en relación a lo de tu amigo, siempre es importante contar con el apoyo inquebrantable de la familia y los amigos. Me quiero quedar con lo del menosprecio a la liga de Emiratos. ¿Alguna vez te pasó que algún equipo más conocido o que juegue en una liga más de renombre, los hayan menospreciado en algún partido amistoso?
R: “Eso depende muchos de los clubes y de qué país se enfrente. Acá se acostumbra a ir de pretemporada a Europa y con él Al-Wahda se va a Alemania. Cuando íbamos a jugar con equipos alemanes, por más que sean de Segunda, Tercera o Cuarta División, medio que se te ríen mucho cuando estas por salir al campo y te miran con menosprecio. Pero, a la mayoría les terminamos ganando por tres a cero, salvo a los de Primera o Segunda División”.
“A los de Cuarta y Quinta les hacemos cinco o seis goles, es como un entrenamiento. Es más, siéndote sincero, al otro día el técnico nos hace entrenar doble turno porque no tuvimos demasiado cansancio. Ahora, cuando jugamos con los de Primera o Segunda, son los peores. Es más, hasta los propios referís te menosprecian por lo que terminamos peleando con los árbitros en vez de con los rivales porque nos cobran todo en contra y no nos cobran a nosotros”.
“Una vez un referí le dijo a un compañero mío “no me hables porque con jugadores amateurs no hablo”. Mi compañero le dijo que nosotros no somos amateurs, vos pensás que sos amateur, tenemos una liga profesional. Entonces, te desprecian de esa manera y lo único que le quedó por decir a mi compañero, estando yo al lado, fue “puedo ser amateur o no, pero con un mes de sueldo mío te pago cinco años de sueldo a vos”. El referí se quedó duro. Por ejemplo, jugué contra el Udinese de Italia y los pibes se portaron fantásticos. Jugaron serios y en ningún momento nos menospreciaron. Al año siguiente, jugamos contra la Udinese Sub-21, hemos jugado con el Barcelona B que tampoco nos despreciaron”.
P: Claro, depende del club y de la persona también porque si de Cuarta o Quinta División te miran mal, cuando ellos si no son profesionales, es raro. Y lo del árbitro, más llamativo aún. Tomando en cuenta que jugaste en el ascenso argentino, en Chile, Colombia, Arabia y Emiratos, ¿qué diferencias notas en el juego de cada liga y si notas alguna similitud?
R: “Voy a empezar por la más fácil. El fútbol colombiano es muy vistoso, muy tranquilo, pero cuando llegan cerca del arco son unos aviones. Me pasaba que los pibes parecían que se divertían y de repente le cambian la velocidad y llegaban al arco en dos segundos. Por eso tampoco me pude adaptar mucho porque venía de jugar en el fútbol argentino y chileno donde es más duro y lo primero que hacer es ir al choque, pelear y después te preocupas por jugar bien al fútbol”.
“En Arabia fue algo parecido a mi etapa en Colegiales y Chile porque es muy duro. Juegan a la pelota, no quiero decir que son malos, pero es muy friccionado el fútbol, ya que se corre mucho, se mete mucho. Ahí me sentí como que estaba en casa y después acá en Emiratos, me pasó algo que me tuve que adaptar sí o sí. Acostumbrado al juego de Arabia Saudita, cuando llegué acá los chocaba a todos, los tiraba, los golpeaba y me cobraban todas faltas”.
“Mi mujer me decía que como eran blandos para jugar y no van tanto al choque, quedaba como que era bruto. Es más, la gente en la calle me decía “Seba, vos sos un jugadorazo, pero tenés que estar más tranquilo”. Yo estoy tranquilo, pero bueno, esa es mi forma de juego y me fui dando cuenta que mi estilo de juego con el de acá, parecía que jugaba muy nervioso. Igual, todos los equipos juegan buen fútbol, todos intentan jugar bien y año a año, le fueron sumando más intensidad. Hoy es un estilo de juego muy intenso y cuando se tiene la pelota, se intenta jugar muy bien al fútbol”.
P: Ahora me gustaría hablar sobre algo que te ocurrió hace poco y fue que te dieron la nacionalidad emiratí siendo la primera persona, sino me equivoco, que sin tener descendencia árabe la obtiene. ¿Qué significa ese logro para vos?
R: “Primero que nada, es una locura porque nunca en mi vida pensé que iba a obtener un pasaporte de esta calidad. El pasaporte emiratí está entre los cinco mejores del mundo y aparte, que te lo den a los 35 años para poder jugar en la Selección y poder ayudarlos para llegar al Mundial. Porque no es que me lo dieron para que me quede a vivir acá, para que disfrute de los beneficios. Me lo dieron para jugar en la Selección de Emiratos Árabes y ver de poder llegar al Mundial. Con otros dos chicos brasileños, somos los primeros que los obtuvimos sin descendencia árabe. Después de haber ganado con Colegiales, que fue lo mejor que me pasó en la vida futbolística como te dije al principio de la nota, esto fue lo segundo que pasó sin dudas”.
“Es un orgullo de que a los 35 años hayan decidido darme el pasaporte. Si bien me lo iban a dar a los 33, por unas internas del país y otras cosas, no me lo dieron. Pero, es un orgullo, es felicidad y nervios porque voy a tener que demostrar por qué me lo dieron. Mi familia está enloquecida, mi papá se largó a llorar cuando le conté, mi hijo más grande me preguntaba cuando me lo iban a dar y cuando iba a poder jugar. Con mi hijo más chico, que le gusta más el tema del canto y la actuación, le pedí que me enseñe el himno emiratí, pero no hubo caso, no lo aprendí (risas)”.
P: Que te den el pasaporte y la nacionalidad tiene como motivo tu participación con la Selección de Emiratos Árabes Unidos. Por lo que me gustaría preguntarte, cuando te dan esta noticia hace dos años, ¿qué fue lo primero que se te pasó por la cabeza?
R: “Cuando me lo dijeron, no me lo esperaba. A mí no me llegó ningún rumor ni nada, te voy a contar como fue todo. Yo subo a recibir el premio por ser goleador del campeonato y quienes me entregan el premio eran el presidente de la Federación de fútbol y el vicepresidente. Cuando lo saludo, me felicita y me dice “¿te gustaría jugar para nuestra Selección?”. Me quedé duro, viste cuando querés demostrar la felicidad que te corre por el cuerpo y no sabes que decir, quedándote como shockeado y le dije será un tremendo placer jugar para la Selección”.
“Me dijeron que no diga nada, que el vicepresidente se iba a comunicar conmigo y vamos arreglar todo. Fui a sentarme con el Balón de Oro, le mandé un mensaje a mi señora y justo me escribe para retarme de que uno use el teléfono porque me estaban enfocando con la cámara (risas). Que me importa le digo, mira la noticia que tengo para darte y cuando se lo dije, no lo podía creer. Esa fue la primera vez y tenía muchas ganas de contárselo a mi papá y a todos, pero no se lo podía contar a nadie”.
“Tengo la mentalidad de que cuando uno cuenta las cosas no se dan. Entonces, yo no cuento las cosas buenas. Por ejemplo, cuando salió esto del nuevo equipo, no se lo conté a nadie, solo a mi familia. Bueno, cuando se vino todo abajo lo de la primera vez, lo sufrí mucho porque justo jugaron la Copa de Asia acá en Abu Dabi y yo me imaginé el debut con mi familia. Fue duro, pero luego me enteré lo que pasó. La segunda vez cuando volvieron hablar conmigo, ahí si hubo rumores, y les dije que no les creía nada hasta no tener el pasaporte en la mano porque la primera vez me dejaron pagando. Empezamos hacer los papeles y ahí me di cuenta que iba de verdad”.
P: Una odisea la verdad. Volviendo a tus datos como goleador, sos el máximo artillero extranjero de la liga y estás a pocos goles de alcanzar a Fahad Khamees, que es el máximo goleador del país. ¿Alguna vez imaginaste que ibas a conseguir estos logros?
R: “No, nunca. Si bien, uno tiene sueños y objetivos en la vida, porque obviamente a cada club que fui quise ser goleador del torneo y quedarme para ganar más títulos, pero nunca creí que iba a ser goleador de un país. Eso conlleva a quedarte mucho tiempo en dicho país. Estoy a 13 goles de ser el goleador histórico del país, pero soy el único jugador de la historia del fútbol emiratí que pasó los 200 goles. Porque Khamees hizo muchos goles en la liga, pero no en las copas entonces no pasó los 200 goles y yo sí, como bien decías vos en el principio de la nota. Me queda solamente llegar a 13 goles y convertirme, por ahora, en el máximo goleador histórico del fútbol emiratí”.
P: En tu carrera, hasta el momento, tenés 322 goles siendo el 4to máximo goleador argentino de la actualidad y el 11° de la historia. ¿Vas a pelear por entrar al Top-10? ¿Qué te genera eso?
R: “Seguro que en lo que me quede, sean los años que sean, voy a tratar de quedar Top-8. No te olvides que viene Lautaro Martínez y ese pibe va a dar mucho que hablar. La va a romper pero mal, no me quiero adelantar, pero creo que va hacer más que Batistuta. Así que ojalá que siempre le dé para adelante y no pierda nunca el amor por la camiseta de la Selección”.
“Con respecto a lo mío, son logros que hasta que no me veo ahí, no me doy cuenta. Sinceramente, no me fijo en eso, ya voy a tener tiempo cuando deje de jugar para mirar eso. Porque si yo me pongo en la cabeza que me faltan 13 goles para quedar como único goleador, 30 goles para poder quedar dentro del Top-10 de goleadores argentinos. ¿Sabes qué? Van a pasar cinco años y por más que juegue en la peor categoría de cualquier país, no le voy hacer un gol a nadie. Yo me concentro en luchar por el equipo, eso no hay duda, pero después me voy fijando con quién lucho en la tabla de goleadores y me centralizo en eso”.
“No me centralizo a quien tengo que pasar en la historia porque ese jugador ya no va a marcar más goles. Entonces, en algún momento lo voy a pasar, no me tengo que preocupar por ese sino que me tengo que preocupar por el activo, por el que está en otro equipo y es a ese al que tengo que ganar. La verdad que siento mucho orgullo, es una felicidad que no se puede explicar ver mi apellido entre grandes figuras como Maradona, Batistuta, Labruna”.
“Ni hablar, de que cuando termine de jugar de acá a cuatro años, termino arriba de alguno de ellos. Creo que eso podría pasar la felicidad del campeonato con Colegiales. Pero, falta muchísimo para eso y no me quiero apresurar. Una vez llamé a mi papá y le dije ¿vos te diste cuenta en qué nivel está tu apellido? Él me respondió nuestro apellido. En ese momento me dio cuenta de todo lo que logro”.
P: Exactamente, algún día vas a pasar a quien no juega más, por eso comprendo la manera en que te enfocas para seguir progresando. Ya pasando a tu cambio de club del Al-Wahda al Al-Nasr, ¿por qué se dio?
R: “El cambio se dio, a mi entender, porque hay dos o tres personas que llegaron a altos cargos dirigenciales que no sé si no me quieren o ya piensan que mi ciclo en el club está terminado. Entonces, traté de llegar a un acuerdo en la renovación, pero me ofrecían mucho menos de lo que estaba ganando. Sinceramente, no veo el porqué de tanta reducción en el sueldo. ¿Es por qué tengo 35 años? Cuando a los 35 años sigo siendo el goleador, soy uno de los que más corre en el equipo y soy uno de los dos que más partidos jugó en todo el año. Entonces, la excusa de la edad y del rendimiento no me la pueden dar.”
“Lo único que, personalmente me queda por pensar, es que querían un cambio y buscar otra cosa. Por eso, que pongan como excusa el tema del coronavirus, de la edad y ciertas cosas, a mí me cayó muy mal. Prefiero que me vengan de frente. En un momento los llamé yo, les dije que me digan la verdad y que iba a empezar a buscar club. Me dijeron que busque club porque no me iban a poder pagar. Al-Nasr es uno de los clubes que siempre me buscó. Ya en torneos anteriores se fijaron en mí, me habían llamado y habían preguntado. Empezamos hablar del contrato y firmamos por dos temporadas”.
P: Sorprende el trato de estas personas para con vos. Me gustaría ir unos años más adelante, tomando algo que me dijiste en el transcurso de la entrevista sobre retirarte en Colegiales. ¿Todavía está latente esa vuelta a Colegiales de Sebastián Tagliabúe o la posibilidad de jugar en el fútbol argentino?
R: “Soy una persona que nunca cierra las puertas de nada y nunca da ningún tema por cerrado. La otra vez hablé dos veces con el presidente de Colegiales, Tomás Costa, y le dije que es muy difícil mi vuelta ahora porque me acaban de dar el pasaporte y estaba a punto de renovar con el Al-Wahda en ese momento. Es muy difícil pensar en una futura vuelta a Colegiales, pero todo en la vida puede pasar. Sinceramente, ni siquiera tengo una deuda pendiente de haber jugado en Argentina o Europa, pero creo que si no vuelvo a jugar a Colegiales y a despedirme con esa camiseta que amo tanto, creo que va a ser la deuda pendiente. La verdad es que no estoy solo, tengo una familia, tenemos planes, tenemos ideas a futuro y va cambiando todo”.
“Mira, en los últimos años, cambiamos tres veces de planes. El primero era volver a Argentina cuando yo tuviera 32 años para jugar en la Primera División y luego retirarme en Colegiales. Hace tres años habíamos decidido que iba a jugar hasta los 35 años en Emiratos y de ahí irnos a España incluso compramos una casa allá. Hoy con el pasaporte hasta estamos evaluando la posibilidad de quedarnos en Emiratos Árabes varios años más después de que me retire. Repito, no cierro las puertas porque uno nunca sabe lo que puede pasar, pero hoy lo veo difícil”.
P: Para cerrar, me gustaría preguntarte sobre qué planes tenes para el día después de que cuelgues los botines. ¿Vas a seguir ligado al mundo del fútbol o te gustaría hacer otra cosa?
R: “Sinceramente, como manager no me veo y no me gusta. Como agente de fútbol, tampoco y lo único que me quedaría es ser técnico. Si bien, estoy estudiando el curso de entrenador, no me veo todavía entrenando en Primera División. Seguramente, como muchos, empezaré en las inferiores pero tampoco lo tengo decidido si voy a ser técnico. Por ahora lo estoy estudiando, pero el día que deje de jugar veré que oportunidades se me presentan, donde se presentan. Ya en ese momento tendré que sentarme con mi familia y ver muchas otras cosas aparte de que si quiero o no dirigir”.
