Pocas cosas más emocionantes que el periodo de transferencias. Donde tenemos grandes contrataciones y fichajes que no terminan por convencer, ya sea por el precio que pagaron por ellos o que no parecían tan necesarios con el proyecto en el que recalaron.
Resulta muy complicado juzgar un traspaso cuando el futbolista tiene poco tiempo en un club. Todos necesitan un periodo de adaptación para conocer de mejor forma a sus compañeros y aclimatarse a un entorno distinto, por lo cual trataremos de hacer este análisis desde un sobreprecio o tener que sortear una competencia interna dura.
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Los grupos de la Champions 23-24
Especificando los criterios, a continuación, en Balón Latino nos arriesgamos y te presentamos los 5 peores fichajes del mercado de verano, actualizando la nota con el trascurrir de la temporada.
Moisés Caicedo – Chelsea
El mediocampista ecuatoriano es un gran futbolista, pero que se hayan pagado más de 115 millones de euros por él será una presión en cada partido de la temporada. En su partido debut contra West Ham cometió un penal, y hasta ahora no suma goles y asistencias.
Kai Havertz – Arsenal
Otro futbolista que tiene muchísima calidad, pero su adaptación al sistema de Mikel Arteta ha sido complicada, pues están acostumbrados a otro tipo de referencia en ataque. La primera impresión para la afición del Arsenal no ha sido positiva, esperando pronto revertir.
Arda Güler – Real Madrid
Güler tal vez es el futbolista más prometedor del listado, pero sufrió una lesión en el menisco que ni siquiera lo dejó debutar. Lo negativo es que Real Madrid pensaba en él como una opción interesante, condicionando en cierta parte la planeación deportiva.
Romeo Lavia – Chelsea
Chelsea pagó más de 45 millones de euros por un futbolista que realmente no necesitaba, pues parecen opciones que más gustan a Pochettino sus compañeros Caicedo, Enzo Fernández y Gallagher. Tendrá una complicada batalla para ganarse la titularidad en los Blues.
Caglar Söyüncü – Atlético de Madrid
El defensa turco parece una opción muy valiosa como agente libre. Para su mala fortuna, en el inicio de su aventura en el Atlético solo ha disputado 45 minutos en 3 partidos. La competencia interna es dura, pareciendo cuestión de tiempo adaptarse a un entorno tan exigente.