Desde los Estados Unidos hablamos con Nicolás Mezquida, futbolista uruguayo nacido en Paysandú que tuvo un breve pasaje por nuestro fútbol y que hoy lleva siete años en la 3. Dialogamos con él desde el formato de Vivo de Instagram.
Entrevista a Nicolás Mezquida, futbolista de Colorado
P: ¿Cómo vas llevando la cuarentena?
R: Es difícil que te saquen lo que es tu pasión de un día para el otro. Lo que haces todos los días, no sabemos que va a pasar. Eso es lo más complicado.
P: ¿Alguna rutina les han mandado?
R: Todos los días tengo llamados de los profes y se hacen entrenamientos. Nos trajeron las herramientas para entrenar.
P: ¿Alguna medida respecto a los salarios?

R: De momento no, pero seguramente tendremos novedades.
P: ¿Están con cuarentena obligatoria?
R: Es mi día 37, salí solo cinco veces y para ir al supermercado solamente.
P: ¿Cómo es el americano en esta cuestión?
R: No he visto gente prácticamente. En el supermercado se toman las medidas que se hacen en todos lados.
P: ¿Hay alguna fecha estimada para entrenar?
R: Todavía nada, depende todo de como siga esto y de lo que decida el estado. Tiene pinta que va para largo.
P: ¿Qué haces en el tiempo libre?
R: Un poco de música, FIFA y Call Of Duty.
P: ¿Sos bueno con la música?
R: Soy un músico frustrado, me hubiese gustado serlo pero no tenía la habilidad ni las cualidades para serlo. Me gusta jugar a serlo cada tanto.
P: ¿Tuviste que elegir entre uno y otro?
R: No, el fútbol siempre fue mi pasión, desde que era chico me gustaba la música. A los 14 formamos una banda en el colegio. En 2007 nos llegó la chance de tocar en público para otros colegios, no pude lograrlo porque tenía el Sudamericano Sub-15 con la Selección Uruguaya.
P: ¿Es más sacrificada la vida del futbolista?
R: La vida del futbolista es compleja hasta que haces la diferencia económica, en Uruguay es difícil.
P: ¿De que parte de Paysandú sos?
R: Nací en un pueblo de Paysandú que eramos menos de 70 personas, era una comunidad. Compañeros en la escuela eramos dos, calcula que seríamos 20 niños en todo el pueblo.
P: ¿Te costó irte?
R: El cambio fue muy grande, pasar de campaña a Montevideo, aunque antes me fui a la ciudad de Paysandú y allí también fue distinto. Por suerte en Paysandú FC me dieron la chance.
P: ¿Cuántos años de carrera llevás?
R: Me subieron a primera con 16 años, fue después del Sudamericano Sub-15. En Paysandú salía en los diarios en ese entonces. Llevo 11 en esto desde que debuté.
P: ¿Cómo te sentís con la carrera que has hecho?
R: Empecé a disfrutar de esto después de los 24 años. Conocí a Mauro Rosales, nos hicimos muy amigos y me hizo madurar mucho. De ahí en más fue un cambio. Disfrutaba todo, desde que me levantaba para ir a entrenar hasta después. Aprendí una esencia para poder tomar esto sin presión y disfrutar el día a día.
P: ¿Sentiste que podías vivir de esto?
R: Cuándo tenía 15 años estaba lejos de vivir de esto, hoy lo veo y no estoy arrepentido. Ellos cuentan historias de adolescencia y capaz que en otro momento hubiese sido divertido, pero no lo cambio por nada.
P: ¿Cómo fue tu etapa en un Peñarol complicado?
R: Fue un momento fuerte. Peñarol había sido campeón en 2003 y cuando me ascienden en 2008 habían grandes jugadores pero estaba complicado, tuvimos cuatro técnicos en una temporada. Era uno de los pocos juveniles que estaban en el plantel. Fue difícil, había una presión de ganar y no se ganaba, no se clasificaba ni a las copas. Recién en 2010 se puso ser campeón.
P: ¿Volverías?
R: Me gustaría volver a Peñarol, hoy sería diferente. Yo lo único que conocía era eso, ahora conozco otras cosas y lo disfrutaría, tengo otra madurez.
P: ¿Te sentiste presionado?
R: Sí, en ese entonces pretendían que salvara a Peñarol. No tenía la cabeza, ni las cualidades técnicas para hacerme con el equipo al hombro, no tenía roce en primera.
P: ¿Cómo te fue en Noruega?
R: Aprendí mucho, me fui con 19 años a Noruega. No sabía el idioma, no entendía la cultura pero me sirvió para abrir la cabeza y sobrevivir. Llegaba al desayuno y no sabía como saludarlos, intentaba meterme en el grupo y la barrera del idioma era compleja.
P: ¿Que aprendiste de esto?
R: Desde que me fui de casa, fui paso a paso y la motivación de querer llegar me llevó a pasar por todos estos lados. Pude vestir la Selección, ser conocido en los medios, irme chico al exterior, aprender idiomas. Ya en Vancouver, con la base que tenía, no me chocó tanto.
P: ¿En Noruega en que te comunicabas?
R: En criollo, me salvó Diego Guastavino. Yo era con suerte Good Morning y Play. Estando solo fue peor, porque no había nadie, era chico.
P: ¿Por qué te fuiste a la MLS?
R: Mirá, cuando llegué estaba en Rampla había tenido una propuesta en Chile, quería dar el salto. Cuando apareció la MLS y Vancouver no lo pensé, firmé con los ojos cerrados. Me puse la meta de dar lo máximo para quedarme. Jugar en cancha llena y estadios enormes fue tremendo. Renové tres veces con Whitecaps y ahora una vez con Colorado Rapids.
P: ¿Sentiste diferencias desde lo físico?
R: Yo llegué siendo flaco y ellos estaban grandes desde lo físico. Me faltaba, chocábamos y yo volaba, tenía que ser “pillo” porque sino no aguantaba. Por suerte me acostumbré
P: ¿Cómo son los Estados Unidos desde lo económico?
R: No sabría decirte, pero me hice amigos afuera del fútbol y les dan algunas comodidades de tener un trabajo fijo y poder comprarse una casa cómoda aunque pague cuotas. Te dan facilidades. Vivir acá, con un sueldo base, tenes una calidad de vida media alta.
P: ¿Tenés algún ejemplo?
R: En Uruguay si jugas al tenis tenes que ser socio o pagar la cancha, acá vas con la raqueta y vas gratis. Las redes están en buen estado, la cancha también, pasa lo mismo con el golf, pagás un impuesto mínimo y estás el tiempo que querés. Acá la cancha de golf te cuesta cuatro o cinco dólares.
P: ¿Cómo fue llegar a la MLS hace muchos años?

R: Sabía que iba a evolucionar, llegué con 22 años, mi idea era jugar y emigrar a Europa. Después me renovaron en el primer año y en el segundo tuve una buena propuesta y anduve bien. La liga pegó un salto enorme entre 2011 y 2015. En aquel momento pensaba en irme a México o quedarme y me decían que me quedara.
P: ¿Te irías?
R: Ahora es difícil, tendría que moverme desde lo económico. Tuve algo de México que pagaba más, pero preferí quedarme porque no quería volver a empezar de cero. Estoy cómodo acá.
P: ¿Qué cambió para que los Sudamericanos vayan para allá?
R: Antes se apostaba a Europa, ahora se vienen para los Estados Unidos. Muchos debutan acá sin tocar primera en sus países. Ahora MLS compra juveniles y los revende
P: ¿Qué es la diferencia más grande desde lo físico?
R: Uruguay genéticamente es diferente, somos pequeños, el promedio es de 1.70 metros. Ahora ha cambiado mucho la forma de trabajo, en aquel momento se corría mucho y trabajo con pelota. No tanto físico de fuerza, si explosivo, de volumen era poco.
P: ¿A qué juegan allá?
R: Depende el técnico que tengas, hay mucha variedad ya que hay muchos extranjeros. Yo tuve que adaptarme rápido y me costó. Era un juego inglés, correr mucho y ta, quería ganarme el puesto.
P: Antes eras delantero ¿Ahora de qué jugás?

R: He cambiado mucho y el fútbol también lo ha hecho, fui bajando en la cancha. Juego de enganche, de doble “5” y ahora de “8”. Me gusta mucho donde estoy jugando ahora, si bien voy como un “10”, me paro como un “5”.
P: ¿Con quién te asociaste mejor?
R: Con Octavio Rivero, el jugaba de “9”. En media temporada jugamos mucho juntos y me sentía muy cómodo. Se la daba y ya sabía lo que iba a pasar.
P: ¿Qué tipo de cuadro es Colorado?
R: Es un histórico, fue campeón y tuvo una época muy buena, tuvo tres años medios malos y aún está queriendo levantar. La temporada pasada levantamos a lo último y casi nos metemos pero ta no nos dió en el último partido ante LAFC. Acá jugaron futbolistas como Valderrama.
P: ¿Cómo fue el enfrentamiento en ‘El Clásico de la Montaña?
R: Con Lodeiro en Seatlle me crucé varias veces, fue muy lindo, mi hermano fue al liceo con él. Los dos somos de Paysandú y jugar un clásico con estadio lleno es hermoso.
P: ¿Qué jugador fue el que más te sorprendió?
R: Me crucé muchísimos cracks, con Zlatan jugué mucho. Pero Pirlo fue el que más me sorprendió, lo veía tan tranquilo, hacía todo fácil. Veía todo tan amplio, yo lo marcaba y aunque lo presionaba él giraba sobre su eje y me dejaba mal parado. Me gusto mucho enfrentarlo. También hubo otros como Lampard, Rooney, Gerrard, entre otros.
P: ¿En quién te fijabas desde chicos?
R: Antonio Pacheco y Álvaro Recoba fueron los que más me marcaron. De chico me gustaban esos dos, Riquelme también por el lado de Boca. Cuando le pegaba a la pelota decía: “Ahí viene el ‘Chino o el ‘Tony”.