Se fue muy chico de Argentina, pasó por diferentes equipos entre España e Italia antes de llegar al Stintino de la Promozione de Italia y en la última fecha, marcó el gol del empate. Desde la Región de Cerdeña, Matías Munua dialogó con Balón Latino para contar su historia, su vida en allí y cuáles son sus objetivos.
ENTREVISTA A MATÍAS MUNUA
P: ¿Cómo está siendo tu vida en Italia?
R: Fuera del fútbol, disfruto mucho el tema poder vivir cerca del mar. Siempre me voy a tomar unos mates cerca del agua para desconectarme un poco y bajar un poco los decibeles. Por mi forma de ser, encontré gente con la que me llevo bien, no tengo problema con nadie y siempre que puedo y tengo tiempo, comparto tiempo con la gente que conozco dentro o fuera del ambiente deportivo. Casi siempre, en la mayoría de los lugares en donde estuve, hay algún argentino entonces nunca te terminas de sentir solo.

La mayor parte del día me dedico a entrenar, ya sea con los compañeros en el club o en el gimnasio. Cuando no lo hago, intento descansar, realizar los quehaceres de la casa, recorrer el país, me gusta leer mucho y realicé un par de cursos de idiomas. Cómo también, aprovecho para charlar con mis seres queridos que están en Argentina.
P: Antes de llegar a Italia donde estás hace tres años, pasaste por el fútbol español en un equipo que se llama Jóvenes Promesas. ¿Cómo se da esta posibilidad?
R: Yo estaba jugando al fútbol en Excursionistas en Argentina y me llegó la posibilidad de arrancar esta aventura con el Jóvenes Promesas. Estoy muy agradecido con las personas del club porque gracias a ellos pude insertarme en el fútbol europeo. El club es un combinado de futbolistas sudamericanos y europeos con la idea de mostrar a los jóvenes en el fútbol español. Si vos cumplías con el objetivo de rendir al máximo posible en los primeros seis meses, te buscaban un club de mayor nivel en España u otro país. Estando allí, me llega la primera oportunidad para venirme a Italia.
Esta fue mi primera etapa de adaptación a otro fútbol, a otro ritmo de entrenamiento, a otro estilo de juego donde aprendí muchísimo. Tuve la suerte de conocer a dos argentinos que hoy considero como hermanos. Cumplí mi objetivo personal de mostrarme con el Jóvenes Promesas y pude dar el salto a la Eccellenza de Italia para jugar en el Castrocaro.
P: Retrocediendo un poco en el tiempo, como bien explicaste, tu carrera empezó en Excursionistas. ¿Cómo fueron esos años en las divisiones inferiores?
R: Antes de llegar al club, pasé por el “Baby” Fútbol de Independiente de Avellaneda y después por su escuelita de fútbol. De ahí, pasé por el Futsal de San Lorenzo y también por los selectivos de Vélez Sarsfield previo a mi paso por Excursionistas. Siempre jugué por la banda, dependiendo del estilo del entrenador, a veces juego más como extremo ofensivo y otras más defensivo. Con el paso del tiempo, prefiero jugar más atrás para cumplir con las dos tareas (ataque y defensa) realizando un ida y vuelta por la banda, ya sea por izquierda o por derecha. Pasé de ser un extremo complemente ligado al ataque en Argentina a ser más un carrilero en Europa, pero sigo llegando al área y tuve la suerte de anotar un gol la última fecha.
P: Aprovechando que mencionaste que venís de marcar en la última jornada, ¿Cómo valoras tu rendimiento en lo que va de la temporada?
R: A nivel personal, considero que me fue muy bien porque pude participar muchísimo y sumé muchos minutos. Además del gol del otro día, pude dar varias asistencias a los compañeros. Para esto trabajo todos los días, para ayudar de la mejor manera al equipo. Llegué al club con mucha motivación porque el objetivo era luchar por el campeonato y salir campeón, pero lamentablemente tuvimos una seguidilla negativa en los partidos claves y quedamos en el cuarto puesto de la tabla, ya sin chances de pelear por el título. No está mal la campaña, pero si es una pequeña desilusión, ya que nos armamos para luchar por el ascenso.

Más allá de eso, encontré varios compañeros argentinos que me hacen sentir bien, que me hacen sentir querido. No es fácil encontrar sociedades muy honestas en Italia y en Stintino me encontré con gente muy trabajadora, gente de palabra y eso ayuda al bienestar de uno para rendir de la mejor manera posible dentro del terreno de juego. La ciudad es muy tranquila, estoy feliz de estar acá y el fútbol siempre da revancha, así que esperamos que el año que viene cumplamos el objetivo de ascender a la Eccellenza.
P: Antes de llegar al club, pasaste por la Eccellenza y ahora estás en Promozione. ¿Podés vivir del fútbol?
R: Creo que son procesos, como todo en la vida, ya que cuando recién llegué vivía un poco con lo justo. Acá tenes que ganarte tu nombre, ya que cuando venís de afuera no te conoce nadie y tenes que demostrar porqué llegaste acá. Con el correr del tiempo, si vas rindiendo de la mejor manera y manteniendo el respeto por sobre todas las cosas, podes aspirar a otros beneficios. Por ejemplo: un departamento para vos solo y dejar de compartir una casa con otros futbolistas. Al principio, te dan la casa y la comida, pero en base a tus rendimientos, te vas ganando tu sueldo. Hoy, puedo decir que vivo del fútbol y estoy cumpliendo mi sueño, pero con la mentalidad de seguir creciendo e ir cumpliendo diferentes objetivos.
La realidad es que jugar en el ascenso italiano, no te salvas económicamente, pero si es muy rentable y eso es una diferencia importante con el ascenso argentino. El estilo de juego es muy similar, pero la realidad económica es completamente diferente y hay mucha diferencia. Acá se puede vivir del fútbol tranquilamente en la Serie D, Eccellenza y Promozione de Italia, no así en Argentina. Eso sí, para no pasar sobresaltos, tenes que cumplir los objetivos y saber administrarte porque hay gente que se guía sólo en base a los resultados, pero si haces las cosas bien, sos reconocido con lo que arreglaste.
P: Más allá de los objetivos, que de buena manera explicaste, saber administrarte juega un papel importante. De España, te vas a Italia para fichar por el Castrocaro. ¿Cómo fue tu paso por ese club?
R: Lamentablemente por cuestiones de la pandemia, estuve entrenando mucho tiempo, pero sin tanta competencia. He jugado muy pocos partidos, pero fue mi primera experiencia acá en Italia. El club está en la ciudad de Rímini, que pese a ser mi primera ciudad acá, es una de las más hermosas que conocí y estaba muy contento de poder vivir allí. Cuando se volvió a reanudar el campeonato, me desvinculé del club y fiché por el Atlético Tricase de la Región de “La Puglia”. Al club llego por medio de Giuseppe Mariano, que hizo como mi representante, y la verdad que se portó muy bien conmigo y por eso le estoy muy agradecido.
P: ¿Qué te permitió mejorar/aprender en tu paso por el Atlético Tricase?
R: La pasé muy bien, aprendí bastante y sobre todo con el capitán del equipo me sentí muy apoyado desde que llegué. Lo que más me sorprendió de mi paso por el club, fue la gran cantidad de gente que acude al estadio, me hacía sentir como si estuviese jugando en Argentina por el calor de la gente. Lo que más mejoré en Tricase fue ordenarme más estratégicamente, estar más centrado en un puesto y ayudando en lo que más necesite el equipo y no moverme tanto por el campo. Aprendí a moverme sin pelotas, que es algo bastante complicado, también a jugar más pausado, tomarme un tiempo extra para tomar la mejor decisión.

A mis 23 años, sé que tengo muchas cosas nuevas por aprender. La idea es mejorar temporada tras temporada para ser un jugador más completo. El capitán de Tricase, que jugó toda la vida en el club, me ayudó muchísimo. A veces me llegaba más lo que me explicaba y aconsejaba él antes que lo del técnico. Más que nada por la afinidad que tenía con él tanto dentro como fuera del campo del juego, pero no por eso, iba a dejar de escuchar a los técnicos porque ellos siempre buscan ayudar al jugador.
P: Siguiendo con tu estilo de juego, ¿a qué jugadores miras o tenes como espejo para intentar copiar su manera de jugar?
R: Miro mucho fútbol, aprendo mucho mirando cualquier tipo de fútbol. Me gusta mucho como juega Lorenzo Insigne y Ángel Di María, como se meten para dentro y buscan el arco. Como también he mirado muchos videos de Henry para tener en cuenta sus movimientos rápidos con la pelota.
P: Llevas varios años en Europa y has jugado poco en Argentina. ¿Te gustaría jugar en el fútbol argentino?
R: Sí, la verdad que me gustaría, no lo pienso a corto plazo, pero sí lo veo más a largo plazo. Ojalá se pueda dar, pero mi objetivo principal es poder crecer futbolísticamente en Europa.
P: A lo largo de la nota, has mencionado las diferencias que notas entre el fútbol argentino con el europeo. ¿Qué sentís que le falta al fútbol argentino para poder exportar más jugadores a los grandes equipos?
R: Por lo económico y el estilo de vida, hay muchos jugadores que se están viniendo para estos lados. Desde mi punto de vista, noto que se está mecanizando mucho al jugador, se está perdiendo esa libertad a la hora de jugar desde muy chico y eso es algo que está en nuestra naturaleza. Vos no ves en la calle jugando a los chicos a dos toques, los ves jugando uno contra uno e intentando sacarle la pelota al otro.
Esa libertad con la que se jugaba antes, hoy se perdió eso y en Brasil pasa lo contrario, por eso emigran más futbolistas brasileños a clubes importantes de Europa. Acá llama más la atención ese jugador que puede sacarse de encima a dos o tres jugadores con una gambeta y es algo que en el fútbol brasileño se ve mucho porque juegan más libres. Vos podes aprender la técnica, entender el juego y los posicionamientos, pero el talento es innato y no está bueno limitarlo.

Es mi humilde opinión, pero para mí, lo importante es que los chicos en las divisiones inferiores se diviertan y no los vuelvan jugadores mecanizados. La mayoría de los sudamericanos se destacan en Europa más por el talento que por la técnica, ya que en Europa hay muchos jugadores técnicos, pero sin ese plus de talento que tienen los sudamericanos.