Quedan pocos días para que se dispute la final de la UEFA Champions League de la temporada 22-23. El Manchester City tendrá ante sí mismo la oportunidad dorada para levantar su primer orejona. Su rival, por su parte, querrá volver a llevar el máximo galardón a Milán, donde los aficionados neroazzurri esperan otra alegría. En cualquier caso, la previsión de la siguiente edición ya ha comenzado en las oficinas de la UEFA. De hecho, el torneo ya tiene confirmada la sede para la gran final de la edición 23-24.
La sede de la final de la Champions League 23-24
La edición de la temporada que viene de la Champions League ya tiene varios equipos clasificados. El sueño por alcanzar la final del gran torneo ya ha comenzado. Incluso, en pocas semanas comenzará el caminar de muchos clubes de ligas de menor reputación, que lucharán en una larga ronda clasificatoria para entrar a la fase de grupos. Todos, por supuesto, arrancan con el sueño de llegar al último partido, al partido definitivo que todos quieren ganar.
Dicho encuentro, para la próxima edición tendrá una sede cargada de historia y mística. La final de la UEFA Champions League 2023-24 se jugará en el estadio de Wembley, en Londres, Inglaterra. El gran templo del fútbol inglés recibirá la final una vez más, después de ocho ediciones anteriores que han culminado allí. Será la primera final en Wembley desde la que se disputó en 2013, cuando Bayern Múnich derrotó a su acérrimo rival, el Borussia Dortmund.
Pocas sedes parecen haber estado hechas para recibir partidos de este calibre. Pero Wembley es una de ellas. Después de su remodelación en 2007, el templo inglés tiene la capacidad para recibir 90,000 espectadores. Además, cuenta con la experiencia de organizar enormes eventos deportivos y no deportivos.
Las finales de Champions en Wembley
En la era moderna de la UEFA Champions League, es decir, después del cambio de formato, se han disputado dos finales en el césped de Wembley. En el 2011 y en 2013, el partido decisivo del torneo se hospedó en el gran estadio de Inglaterra.
En 2011, la final se disputó entre el Barcelona de Pep Guardiola y el Manchester United de Sir Alex Ferguson. Los españoles llegaron siendo no solo uno de los mejores equipos del torneo, sino uno de los mejores de la historia. Y la lógica no se hizo extrañar. El Barcelona ganó 3-1 con goles de Messi, Villa y Pedro. Rooney descontó para el equipo inglés.
Para 2013, los rivales fueron ambos alemanes. Como ya se dijo, el Bayern Múnich derrotó a un sorprendente Borussia Dortmund. En aquella ocasión, el cotejo finalizó con un 1-2 para los bávaros. Los goles fueron obra de Mandzukic y Robben para los ganadores, y de Gundogan para el BVB.