AC Locri tuvo una temporada de ensueño en la Eccellenza de Italia porque salió campeón y ascendió a la Serie D. También logró el título del mini-campeonato y ganó la Copa Italia de Eccellenza. No sólo eso sino que llegó hasta los cuartos de final de la Copa Italia nacional siendo una de las revelaciones del torneo. En todo ese proceso, uno de los jugadores que mejores rendimientos tuvo fue Juan Cruz Martínez.
El argentino de 25 años hace varios años que está en el fútbol italiano y su historia para estar en la Serie D fue una completa odisea. Desde Italia atendió el llamado de Balón Latino y contó toda su vida desde sus comienzos en el fútbol con su hermano Nicolás, sus años en las inferiores de Estudiantes de La Plata, Racing Club de Avellaneda y Argentinos Juniors. Además comentó cómo fue su llegada a Italia y cuáles son sus próximos objetivos. Por otro lado, habló sobre su gran amistad con Santiago Colombatto, actual jugador del Club León FC de la Liga MX.
ENTREVISTA A JUAN CRUZ MARTÍNEZ, FUTBOLISTA DEL AC LOCRI
P: ¿Cómo valoras la temporada pasada con el AC Locri? Fuiste importante en la obtención del ascenso y los tres títulos que ganaron.
R: Creo que a nivel individual, me fue muy bien. Obviamente soy una persona muy autocrítica que intenta mejorar siempre y querer mejorar constantemente, pero la reconozco buena a la temporada. Fuimos de menor a mayor, ya que por más que ganamos el primer partido, perdimos el segundo. Desde ese momento, empezamos a ir de menor a mayor con el equipo y considero que fue una gran temporada a nivel grupal por todo lo logrado. A nivel personal, no me conformo y trataré de mejorar lo que se hizo el año pasado en esta temporada.
P: ¿Cuál crees que fue la clave del objetivo del ascenso a la Serie D?
R: El grupo que se armó a nivel humano fue espectacular, ya que no importaba si uno jugaba o no porque todos tirábamos para el mismo lado. La unión del grupo fue fundamental para lograr los tres títulos y el ascenso. Tuvimos bastante cerca de cumplir un sueño que fue en la Copa Italia Nacional en donde perdimos en los Cuartos de final. Creo que en esos momentos más difíciles, el grupo se mantuvo unido y fue por esa fortaleza que sacamos adelante encuentros complicados. Esa misma unión nos impulsó a ganar los tres títulos sin tantos inconvenientes porque ganamos seis fechas antes el torneo, la Copa Italia de Eccellenza la ganamos sin problemas y dimos una gran imagen a nivel nacional.
P: En esta vuelta a la cuarta categoría de Italia, ¿Con qué objetivos encarará esta vuelta a la Serie D?
R: Vamos a tratar de salvarnos y mantener tranquilamente la categoría. Esperemos que se pueda lograr eso porque será un campeonato muy difícil. En mi caso personal, será el más complicado que jugué en mi carrera. Hay muchos equipos con una historia importante con pasado en la Serie A (como el Catania), Serie B y se están armados para pelear arriba como el FC Lamezia, Achiriale, el Trapani, entre otros. Esperemos que sea un campeonato lindo y tranquilo a la hora de conseguir nuestro objetivo.
P: Franco Carella, Alexis Romero y Cristian Zarich fueron los argentinos que te acompañaron en este torneo donde todos tuvieron un gran rendimiento. ¿Consideras que el rendimiento de ustedes cuatro le permitió al club lograr los objetivos? En el caso de Franco, fue el goleador del equipo.
R: Por supuesto, tener co-nacionales en el equipo te ayuda a entenderte mejor dentro y fuera de la cancha. Era la primera vez que jugábamos juntos los cuatros y me costó un ‘tiempito’ adaptarme a la forma de jugar de ellos, sobre todo de Franco y al final del campeonato logramos una muy buena sintonía. Son tres personas maravillosas y tres jugadores excepcionales. Desde mi punto de vista, tener el ataque argentino era mucho más fácil para entenderse y eso ayudó a lo largo del campeonato. Con Franco y Axel hablábamos mucho mientras ellos jugaban en el San Luca y desde mi parte, quería que juguemos juntos y nos tocó acá en una sociedad y en un club muy lindo como el AC Locri.
P: Siguiendo con tu etapa en Locri, antes de seguir con tu trayectoria, me gustaría consultarte sobre tu día a día en Italia. Más allá del fútbol, ¿Qué soles hacer en tus momentos libres?
R: Mi día a día es muy tranquilo, soy de estar mucho en casa. Entreno por la tarde, así que a la mañana voy al gimnasio, espero la hora para ir a entrenar y cuando tengo mis tiempos libres, aprovecho para pasar tiempo con mi pareja porque por nuestros trabajos pasamos mucho tiempo separados. Trato de descansar lo máximo posible cuando no tengo que entrenar porque es una de las claves para sacar un mejor rendimiento. Además de eso, miro fútbol, pero no tanto y también juego a la play con amigos como pasatiempo.
P: Llevas desde los 17 años en Italia, ¿te costó la adaptación al estilo de vida y al ritmo de juego?
R: En mi primer año en Italia vivía solo y no tenía compañeros argentinos ni de mi misma cultura, pero tuve la suerte de adaptarme rápido. Al venirme para acá con 17 años, no tenía la cabeza puesta en la adaptación porque era un chico con muchas ganas de jugar. Estuve en ASD Stilese de la Promozione donde terminé como segundo goleador del campeonato con 15 tantos y evitamos el descenso.
No sufrí tanto el hecho de estar lejos de mi familia por las ganas que tenía de estar acá y poder vivir de lo que me gusta hacer. Eso sí, me recuerdo que en los dos primeros meses en donde viví en un hotel con lo que me mandaban mis viejos desde Argentina y rezaba todas las noches para que todo salga lo mejor posible y hubo momentos de flaqueos, llantos y de querer tirar todo, pero todo se dio de la mejor manera posible y esos momentos me permitieron forjar mi personalidad.
P: Antes de continuar con tu camino en Italia, me gustaría regresar atrás en el tiempo, más precisamente a tus inicios en el fútbol. ¿Cómo llegó a tu vida?
R: Empecé a los cinco años porque mi hermano, Nicolás Martínez, había arrancado y lo veía muy contento. Cuando fui a entrenar las primeras veces al Club Independiente de Chañar Ladeado ahí en mi pueblo, ‘perdí la cabeza’. No pensaba ni hacía otra cosa que no fuera jugar al fútbol. A la mañana iba a un campito de la vuelta de mi casa para jugar, volvía a comer y me iba a entrenar a eso de las seis de la tarde para regresar y seguir jugando en el campito en donde jugaba a la mañana. Eso hice hasta los 12 años cuando me fui a jugar a La Plata.
P: A La Plata viajas para jugar en Estudiantes de La Plata, ¿Cómo se dio esa posibilidad? ¿También estuviste en Argentinos Juniors?
R: La categoría 97 de Estudiantes fue en el año 2010 a un torneo que se llama “Mundialito de Alianza” y se hace en Santa Fe donde invitan a muchos equipos de la Primera División de Argentina. Ese año estaban Estudiantes, Argentinos Juniors y Rosario Central. Fue por ese torneo en donde me seleccionan para una prueba primero en Argentinos y después en Estudiantes. Cuando fui a Argentinos Juniors, el clima no acompañó porque llovió toda la semana y no me pudieron ver hacer fútbol entonces me fui a probar a Estudiantes en donde quedé. En 2013 fiché por Racing Club de Avellaneda en donde estuve un año antes de llegar a Argentinos Juniors donde estuve hasta el año 2016 antes de venirme para Italia.
Raúl Sansoti, que hoy trabaja como director deportivo en Argentinos, fue quién me eligió para la categoría 97 del “Bicho”. Después de dos años ahí, me vine a Italia por medio de un amigo, Santiago Colombatto que lo conocí en mi etapa en Racing. Mi intención era probarme en diferentes clubes en la categoría “Primavera”, que es como la reserva en Argentina, pero al no tener la ciudadanía, los clubes no me abrían las puertas. Hoy, gracias a Dios, estoy por jugar en la Serie D. Para mí es muy importante remarcar el gran apoyo que tuvo Santiago y su familia conmigo aquí en Italia porque cuando tuvo que poner la cara por mí al inicio, lo hizo y estoy eternamente agradecido con él.
P: ¿Qué recordas de tu paso por las divisiones inferiores de dichos equipos? ¿Jugaste siempre en la misma posición o te fuiste adaptando en relación a las necesidades de los técnicos?
R: A Estudiantes llegué como enganche, pero con el paso de los años me fui definiendo como un segundo punta o extremo porque tenía mucho gol. Siempre jugué en el ataque y durante mi paso por Racing Club jugábamos con dos delanteros rápidos. Había veces jugábamos con un “9” de área y yo funcionaba como segundo delantero. Durante mi paso por Argentinos Juniors, comencé a jugar más cómo extremo.
Aprendí mucho a nivel táctico en Estudiantes y en Racing tomé mucha confianza. También generé muchas amistades que tengo hoy como con Santiago Colombatto y el “Mono” Mansilla. Cuándo pasé a Argentinos Juniors, estuve en contacto con grandes jugadores y técnicos que me enseñaron un montón como Raúl Sansoti. Sobre todas las cosas, aprendí a no bajar los brazos durante ese tiempo porque, pese a no jugar ahí, era el primero en llegar y el último en irme.
P: Cuando Santiago te dijo la idea de emigrar y probar suerte en Italia, ¿Cuál fue tu reacción y la de tu familia?
R: Fue todo muy loco. Con Santi hablábamos permanentemente, yo era uno de los pocos que sabía que se había ido a probar a Italia. Cuando él vio que estaba todo en orden y por firmar con el Cagliari, me dijo que vaya a pelearla a Italia. Me explicó que ahí sí valía la pena pelearla. Sabiendo que en Argentina no iba a tener tanto futuro, hablé con mis viejos de esa posibilidad. Me apoyaron y hablé con la persona que lo llevó a Santiago a Italia y acordamos todo, más que nada revisamos bien los papeles de la ciudadanía.
P: ¿Se te complicó un poco la cuestión de la ciudadanía o fue un trámite que salió sin problemas?
R: Apenas llegamos nos presentamos en el Comune di Gaeta y me dicen que, porque hay una mujer en la descendencia, el trámite iba a tardar unos ocho meses. Además, nos salía mucho dinero, alrededor de 5000 o 6000 mil euros. Era imposible porque no contábamos con todo ese dinero. Estuvimos casi una semana buscando alguna solución para no volvernos con las manos vacías a Argentina. Durante ese tiempo, Santi tuvo un papel fundamental desde lo emocional porque me decía que todo iba a salir bien y que tenía que estar tranquilo.
Nos mudamos a Macerata con mi familia y buscar en esa zona los documentos que nos faltaban para seguir la descendencia, ya que los parientes de mi mamá eran de esa zona. Sobre todo buscamos que sea descendencia masculina para que salga más rápida la ciudadanía. Al principio nos dijeron ocho meses por la descendencia femenina y con la masculina me la dieron en dos meses. En ese tiempo de espera, estuve entrenando en la Maceratese de la Serie C, pero no pude firmar. Cuando ya tenía la ciudadanía, firmé con el ASD Stilese de la Promozione y comencé mi camino en Italia.
P: Una odisea lo que te tocó vivir en ese tiempo, pero todo llegó a buen puerto pese a las trabas que fueron surgiendo en el camino. Siguiendo con lo que mencionas de que firmas con el ASD Stilese, ¿Cómo fueron tus primeros años en Italia?
R: Me costó mucho porque tenía que hacer el doble de esfuerzo y de sacrificio para lograr lo que quería con mi familia, ya que viaje con mi madre y mi hermano con mi papá bancándonos desde Argentina. Fueron meses muy duros los que me tocó pasar apenas llegamos. Entrenaba en mi casa, salíamos poco con mi familia para no arriesgar nada, ya que estábamos con el trámite de la ciudadanía.
En relación a lo que fueron mis primeros años en el ASD Stilese a donde me tocó llegar joven con 17 años y no sufrí mucho la adaptación desde lo futbolístico. Tener en la cabeza solamente la idea de jugar al fútbol me ayudó bastante. Fuera de la cancha, las personas del pueblo eran muy amables y se pusieron a disposición para ayudarme en lo que necesitaba. Estoy muy agradecido con Stilese porque me dio la oportunidad de comenzar mi camino acá en Italia.
P: ¿Sos de colocarte objetivos a corto plazo para lograr uno mayor a largo plazo?
R: Mi principal objetivo es hacer bien por mí, demostrar que puedo jugar en la categoría y demostrarle al club que estoy para jugar en la Serie D. También lo hago para crear una oportunidad y despertar el interés de algún equipo categorías superiores. Pero, voy paso a paso y hoy tengo la cabeza en AC Locri. Si me va bien a mi y al club también, las cosas van a llegar solas y está todo en manos de Dios.
Hoy soy un jugador semi-profesional y mi meta es llegar a ser completamente profesional. Estoy cerca de cumplirla, ya que estoy un escalón por debajo nomás, por lo que mi objetivo en un futuro cercano es jugar en la Serie C. Para eso, tengo que rendir de la mejor manera posible esta temporada y trabajar día a día para tener un buen campeonato. Aprovecho para agradecer a la gente del AC Locri por confiar en mí otro año más.
P: Para cerrar, ¿Cómo encaran esta nueva pretemporada con el club en su vuelta a la Serie D? ¿Hay mucha diferencia en lo futbolístico entre las categorías que te tocó disputar?
R: La pretemporada creo que va a ser muy dura. Últimamente está haciendo mucho calor y vamos a ir a entrenar entre las tres y cuatro de la tarde. Digo que será dura en el buen sentido de la palabra porque vamos a obtener buenos resultados, ya que venimos trabajando con el mismo profesor y confiamos en él de que vamos a tener ese plus para dar siempre un poco más. En relación al cambio de categoría, sentí diferencia, pero no mucha, entre Promozione y Eccellenza sobre todo en la región de Calabria.
Acá te encontras con diferentes infraestructuras, ya que cuando jugaba en Promozione lo hacía en canchas de tierra. Cuando llovía, era un “chiquero” mientras que en la Eccellenza ya es otra la infraestructura de los clubes. Además, en la Eccellenza te encuentras con jugadores que ya tienen una carrera en divisiones superiores como Serie A y Serie B. En mi caso, me ha tocado jugar con defensores mucho más fuertes en el salto de categoría y creo que voy a encontrarme con gente que esté un escalón más arriba en la Serie D. Teniendo en cuenta eso, tendré que subirme a ese escalón para poder jugar de igual a igual.