El volante colombiano Paulo César Arango, a sus 34 años, se suma a la larga lista de futbolistas que tuvieron que hacer una pausa obligada en su carrera, inciso que se ha convertido en una espera interminable y ha sido indirectamente la ventana para el final de su trayectoria. A continuación veremos cómo pasó de la gloria colombiana al exilio laboral.
DEBUT Y PRIMERAS ACTUACIONES PROFESIONALES
La formación de este habilidoso volante surge en la academia juvenil de Jamundí, al sur del Valle del Cauca, club que le permitiría dar un paso a la profesional para debutar y empezar su recorrido futbolístico en Colombia. El conjunto América de Cali sería la primera parada para el año 2003.
Sus inicios en la profesional no fueron muy satisfactorios, porque en el mismo año se iría en condición de préstamo al equipo Real Cartagena. Entre los años 2005 y 2007, tuvo de nuevo la oportunidad en la plantilla del equipo del Valle e integrando las filas del conjunto Envigado Fútbol Club.
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ÉPOCA DORADA CON EL AMÉRICA DE CALI
La temporada entre 2007 y 2009 fue quizá la más gratificante para el volante colombiano. Llegó a un América de Cali comandado por el profesor Diego Edison Umaña, lleno de caras nuevas y futuros talentos de la selección Colombia. Arango compartiría camerino con jugadores como 3, Iván Vélez, Pablo Armero y Carlos Valdés, entre otros; de los cuales solo cinco aún continúan con ritmo de competencia.
Según críticos del fútbol, este América de Umaña sí jugaba bien a la pelota. Casi que convertían en una poesía el deporte rey en el gramado del Estadio Olímpico Pascual Guerrero, tanto así, que lograron salir campeones del torneo finalización 2008 ante un entonces Deportivo Independiente Medellín que tenía en sus filas a un joven moreno y habilidoso por el extremo de nombre Juan Guillermo Cuadrado.
COMIENZO DE UNA MALA RACHA
No se puede saber con exactitud los motivos por los cuales un deportista disminuye su ritmo de juego. Sería apresurado tomar posiciones de algo que no corresponde, pero lo cierto es que Arango desde entonces venía desapareciendo. En el año 2010 se iría como nuevo refuerzo del Junior de Barranquilla, cumpliendo una temporada completa y saliendo campeón.
Un año más tarde retornaría de nuevo al América, quizá en la época mas deshonrosa del club, debido a que la mala administración y los escándalos que lo rodeaban le estaban llevando de borde al abismo y así fue. Finalizando el año 2011, América de Cali después de 84 años de fundación en ese entonces, perdía la categoría en su casa frente a un equipo Patriotas que lograba el ascenso sin muchas predicciones.
Paulo César Arango decide continuar en el club un año más con la esperanza de poder regresarle la categoría, pero aquí viene la parte mala de la historia, porque estando dos temporadas completas sin obtener el ascenso a la máxima categoría, muchos jugadores deciden abandonar la institución, suceso que quedó marcado en la historia del club y probablemente fue la salida de Arango de las preferencias de América.
Entre los años 2014 y 2015, tuvo un paso fortuito por La Equidad y el equipo Atlético Bucaramanga. Actuaciones que no fueron determinantes en ninguna escuadra.
SALTO INTERNACIONAL Y EL FINAL DE LA PELÍCULA
El equipo Caracas Fútbol Club aguardaría para el año 2016 por el volante de 32 años. Año en el cual solo logró disputar 20 encuentros y anotar cuatro goles de los 68 marcados en toda su carrera. Después de un común acuerdo entre el club y el jugador, deciden culminar su contrato y otorgarle los derechos deportivos a su propiedad.
Muchos aseguran que el nivel competitivo de Paulo César Arango bajó debido a la vida de rumba y alcohol, pues su hermano menor Johan Arango se ha acreditado el adjetivo de indisciplinado en Colombia según se cree por influencias de Paulo. El caso más sonado y rumorado por esto es el de Ronaldo de Assis Moreira o Ronaldinho, para muchos el mejor jugador de toda la historia, quién el dinero y la fama en Barcelona lo relegó de ser el mejor de todos los tiempos a un excelso jugador brasilero.
En la actualidad Paulo Cesar Arango es un jugador libre a la espera de un club que le brinde la posibilidad de poder jugar y retirarse como él lo sueña. Así lo señaló en entrevista para El País Cali: “Mi sueño siempre ha sido retirarme en el América, pero ante la negativa del club, sigo aguardando otras opciones”. Como Arango, existen miles de futbolistas en todo el planeta que la falta de ritmo, la vida y los desórdenes les han obligado a quedar en el recuerdo imborrable de los hinchas y en el aislamiento total de la órbita deportiva.