Transcurría el 2009 cuando el Dallas de la MLS confirmaba el fichaje del colombiano David Ferreira. En aquel entonces, nadie podía predecir el impacto que tendría el mediocampista en el futuro del equipo. El jugador samario se puso la camiseta de los ‘Toros' y triunfó. Años después, sus hijos empiezan a escribir su propia historia, entregándoles alegrías a los hinchas que alguna vez corearon el nombre de su padre.
El apellido Ferreira en Dallas ha comenzado a ser sinónimo de goles, calidad y buen juego. Jesús fue el primero en continuar con el legado de David, su padre. Ahora, siendo aún adolescente, Santiago se suma a la dinastía y se presenta con un golazo ante los aficionados.
Golazos come standard in the Ferreira family. 🔥
Santiago (@Jesusfcd27's brother, David's son) scored this STUNNER for the Dallas U-17s in #MLSNEXTCUP action. // @MLSNEXT pic.twitter.com/Zw7cbLxBPg
— Major League Soccer (@MLS) June 27, 2021
Santiago: el tercer Ferreira en Dallas
Con tan solo 16 años, Santiago Ferreira se puso en el foco de las cámaras con un gran gol en la MLS Next Cup. El torneo Sub-17 organizado para los jóvenes talentos del fútbol estadounidense presenció un exquisito tiro libre que pateó el hijo de David y hermano de Jesús. Con ese gol, el Dallas selló una victoria por 2-0 ante el New York City.
Aunque aún es muy pronto en su formación, el jugador nacido en Cali desempeñó su juego en el centro del campo, ubicándose delante de la zaga de defensores y aportando en la construcción de juego. Las expectativas son altas con Santiago, su historia familiar invita a emocionarse.
Jesús: establecido y brillando
A diferencia de su hermano menor, el atacante debutó con la selección mayor y jugó dos partidos amistosos, anotándole un doblete al combinado de Trinidad y Tobago.
David: una estrella que aró el terreno
El mediocampista samario firmó en 2009 con el equipo estadounidense. Llegó cedido desde el Athletico Paranaense y tuvo un impacto inmediato en el club. En total, disputó 113 partidos de temporada regular, anotando 24 goles y asistiendo otros 39. Además, quien fuera campeón de la Copa América con Colombia, fue condecorado como el mejor jugador de la MLS en 2010. Aunque ya se retiró hace un par de años, su nombre sigue siendo recordado en el Toyota Stadium gracias a sus propios éxitos y al trabajo de sus hijos.