La tarea que tiene por delante Juan Cruz Real no es sencilla. Poner a funcionar al Junior de Barranquilla y hacer honor al calibre de plantilla que ostente es un reto complejo. Los tiempos son cortos, los resultados apremian, y muchos factores deben alinearse. Sin embargo, siempre será mejor intentar construir con un equipo lleno de talento y capacidad, que con un armario algo más vacío de herramientas.
Un excelente comienzo de torneo hubiese sido el abre bocas perfecto para los ‘tiburones’. Su técnico podría estar mirando con mayor tranquilidad sus planes. Las voces de todo el mundo en Barranquilla y en Colombia no estarían posadas en el futuro del estratega, sino en cuestiones propias del juego del equipo. Los elogios no se detendrían.
No obstante, el comienzo del torneo ha sido tambaleante. El ‘tiburón’ está dentro de los ocho parcialmente clasificados a cuadrangulares y sigue vivo en la lucha por el título de Copa. Pero, el juego y las presentaciones no terminan de llenar. En ocasiones, la individualidad es la encargada de salvar al equipo barranquillero, dejando una pobre imagen del colectivo. Entonces, ¿Qué hacer para Juan Cruz Real?
Un nuevo módulo en el equipo
Las primeras nueve fechas de fútbol en la Liga BetPlay han dejado a un Junior de Barranquilla que está innovando tácticamente. El equipo ha comenzado a disputar sus partidos a partir de la formación de una línea de tres centrales y cuatro o cinco mediocampistas por delante.
Juan Cruz Real decidió darle protagonismo a jugadores que no venían siendo esenciales y que encontraron un puesto para lograrlo. Por ejemplo, Nilson Castrillón encontró su lugar en Junior jugado como central diestro en la línea de tres. Así mismo, Fredy Hinestroza está logrando recupera nivel desde el carril izquierdo, con ida y vuelta.
Ahora bien, el rendimiento de algunos futbolistas dentro del esquema no termina de ser el esperado. El acomodo de los fichajes en la medular ha sido complejo: Deossa ha dejado destellos, Rossi no logra acomodarse, Gordillo recién llega. Esto, por supuesto, es normal cuando son tres jugadores recién llegados y en proceso de adaptación. Sin embargo, los tiempos del fútbol, muchas veces, no dan espera.
Con las irregularidades en resultados, la pregunta que se cierne sobre el estratega es: ¿Qué hacer? ¿Cambiar nuevamente el modulo y volver a algo más conocido? ¿Seguir apostando por las variaciones?
En definitiva, el Junior tiene una plantilla que pocos en Colombia se pueden permitir. 3 es una línea de centro delanteros envidiable para el rentado nacional. Rotar a ‘Cariaco’ González con Deossa o Sambueza, no solo es una decisión entre jugadores de gran calidad, sino entre efectivos con variantes tácticas y técnicas valiosas para el equipo. Incluso, tener una medular plagada de talento y que esté respaldada por hombres de la casa como Carlos Esparragoza no es común en el país. Por eso, ahora el trabajo de Cruz Real se aprieta. El equipo con más estrellas tendrá que empezar a formar constelación; de lo contrario, el arquitecto podría estar perdiendo su puesto.