Como suele ocurrir cuando de entrenadores se habla en Barranquilla, el ciclo de Juan Cruz Real se acabó antes de cumplir el año. El estratega argentino fue cesado de su cargo debido a los resultados poco convincentes que estaba logrando. En su lugar, la institución confirmó que Julio Avelino Comesaña tomaría las riendas del equipo. Con ello, el gran entrenador de la historia del ‘tiburón' vuelve a su hogar en el fútbol colombiano.
La llegada del uruguayo al banquillo del Junior se erige como la décima etapa del entrenador al mando del ‘tiburón'. Tantas veces ha vuelto, como veces ha sido exitoso. Por eso, no sorprende que la dirigencia del equipo siga confiando y recurriendo a él cuando “las papas queman”. Sin embargo, aunque su llegada puede tener grandes razones para ser considerada positiva, también revela importante ‘peros' que el club deja al descubierto.

¿Por qué llega Julio Comesaña al Junior?
En principio, esta pregunta tiene una respuesta clara: porque Juan Cruz Real no cumplió las expectativas. El entrenador argentino llegó a Junior al final del año pasado, sobre el mes de diciembre. Su llegada se dio en medio de un gran número de críticas y dudas por parte de la afición. El estratega no era el nombre esperado en el Metropolitano y menos con el imaginario que existía después de su paso por América de Cali. Con ello, desde el comienzo del ciclo, el entrenador estuvo puesto bajo la lupa.
Sus resultados no fueron del todo positivos, especialmente, cuando se observa el esfuerzo de los directivos en reforzar al equipo. En el primer semestre, Junior estuvo al borde de clasificar a la gran final contra Deportes Tolima. Solo un resultado lo mantuvo lejos de disputar el título. En Copa Sudamericana, quedó fuera de la fase de grupos después de una decepcionante presentación. No obstante, el mercado fue una dosis de calmante que prometía mucho: 3, Nelson Deossa, Yeison Gordillo, etc.

Pero Cruz Real no consiguió encontrar el equipo y el funcionamiento. La gota que colmó el vaso, junto con el marcador adverso en Copa, fue el empate ante Pereira. El combinado no supo ni ganar ni mostrar una imagen prometedora. Por ello, Cruz Real tuvo que bajarse del barco y Julio Comesaña asumir su conducción.
Ahora bien, el uruguayo también llega con razones de su propia cosecha. Por un lado, es un técnico adorado en Barranquilla, que le tiene la medida al aficionado, y que conoce las maneras de operar del club y la cuidad. Por otro lado, es un técnico que ha demostrado su capacidad para reconducir proyectos y encaminar éxitos.
Lo que no se oculta con el cambio
Sin embargo, la llegada de Julio Comesaña al Metropolitano de Barranquilla solo vuelve a dejar en descubierto grandes fallas en el club juniorista. Volver al uruguayo confirma varias de las dudas con respecto a la dirección deportiva del equipo, a un patrón de acción que no se ve sano. Además, pone la lupa sobre la posibilidad de Junior de tener éxito sin Comesaña: no porque no lo pueda hacer, sino porque parece no querer hacerlo. Explorar fuera de Julio ha sido difícil para el ‘tiburón', sus motivos para cesar a Cruz Real son legítimos. Pero volver a quién siempre salva la papeleta no parece ser el mejor antídoto para la planificación a futuro.