El oriundo de Sunchales viajó por varios países, defendió los colores de varias camisetas, pero encontró su lugar en el mundo a sus 30 años en Ecuador. Jonathan Bauman está en su cúspide futbolística y con mucho margen de mejora todavía. De momento, Independiente del Valle disfruta del gran momento del argentino en el fútbol ecuatoriano.
Breve repaso de su carrera
Salió de las inferiores de Colón de Santa Fe, pasó por Patronato, Deportivo Armenio, CD Santiago Morning (Chile) y volvió al país para jugar en Gimnasia de Jujuy, tener un paso por Instituto de Córdoba, volver a su ciudad natal para jugar en Unión de Sunchales y luego terminaría su primer estadía en el país jugando en Guillermo Brown de Puerto Madryn. Su segundo país en el exterior fue Grecia donde fichó por el AOK Kerkyra del ascenso, pero le sirvió como vidriera para irse a la Primera División de Indonesia donde jugó para el PERSIB Bandung.
En enero de 2019 se fue a Malasia para jugar en la Segunda División en el Kedah Darul Aman FC. Sin embargo, al año siguiente, el fútbol indonesio volvió a tocar su puerta y el Arema FC se hizo con sus servicios en el comienzo del 2020. Tras un importante parón de por medio por la pandemia del COVID-19, Jonathan Bauman volvió al fútbol argentino para jugar en Quilmes y en febrero del 2021 se mudó a Ecuador.
Jonathan Bauman y una explosión goleadora
Mushuc Runa SC fue la primera camiseta de la máxima categoría ecuatoriana que defendió el ex jugador de Instituto de Córdoba. Únicamente dijo presente en 13 partidos donde brilló y llamó la atención de todos, ya que convirtió 12 goles y repartió tres asistencias. Su nivel con el Runa, un equipo que pelea en la mitad de tabla, fue observado muy de cerca por Independiente del Valle, uno de los equipos ecuatorianos con mejor nivel en la actualidad. Jonathan sabía que era una gran chance de dar el salto y demostrar que estaba par luchar por todo. En julio de este año firmó con el actual líder de la Serie A de Ecuador donde lleva ocho goles y cinco asistencias en 14 juegos. Registra 20 gritos sagrados y ocho pases de gol en 27 juegos en el fútbol de Ecuador. Números estrafalarios.
Si uno revisa los datos de su carrera antes de pisar el país sudamericano, eran de 28 goles y 14 asistencias en 131 partidos sumando su nivel entre 11 clubes. A sus 30 años tiene mucho para darle al fútbol todavía, no sólo goles y asistencias, debido a que su importancia en el estilo de juego de Independiente del Valle no pasa sólo por eso. Ayuda en defensa, aporta con desmarques y genera muchos espacios para que sus compañeros puedan jugar libremente. En diálogo con “La Pizarra del DT” comentó lo siguiente en relación a su rol en el equipo: “Cuando los centrales construyen, muchas veces tengo que fijarme entre central y lateral para que, a veces, los internos tengan ese espacio para recibir a las espaldas de los volantes rivales. Esto siempre jugando con dos puntas”
