El paralelo entre Federico Redondo y Sergio Busquets es uno de aquellos que saltan a la vista de cualquier aficionado al balompié. La posición en el campo y una serie de características adicionales potencian la comparación entre ambos. Ahora bien, pensar en que el español puede ser el mentor para los años que vienen en el desarrollo del argentino, es un lujo que se parecía impensable.
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No obstante, el Inter Miami está a pocos detalles de confirmar la esperanza del balompié argentino y juntar a dos jugadores que podrían dar mucho de qué hablar. El posible fichaje de Federico Redondo por el club de Sergio Busquets planta la pregunta: ¿Cómo le iría al argentino con el español? ¿Qué puede aprender Redondo de Busquets?
¿Qué puede aprender Federico Redondo de Sergio Busquets?
La realidad es que el molde de futbolista entre Federico Redondo y Sergio Busquets es muy parecido. Incluso, a nivel físico, el parecido es increíble. A nadie se le escapa la elegancia de Sergio Busquets, un mediocampista central con gran altura y unas piernas largas, con las que controla el balón de gran manera. Su capacidad para mantener el esférico debajo de su suela, pasándolo por detrás de su cuerpo, es característica. Adicionalmente, cuenta con una excelente manera de proteger el balón, interponiendo su humanidad y utilizando de gran forma sus brazos para alejar a los rivales.
Esto mismo se puede decir con respecto al hijo de Fernando Redondo, Federico. El mediocampista que surgió en Argentinos Juniors y está cerca de fichar por el Inter Miami a cambio de 8 millones, cumple con el prototipo de una manera impresionante. Se corresponde en altura y longitud de piernas. Además, tiene el característico giro y control de balón con la suela. Si bien su control de balón no es tan pulcro como el del español, es un control que supera a la media de futbolistas en el campo.
Ahora bien, Federico Redondo sigue siendo un jugador con solo 21 años de edad, mientras que Busquets se acerca a los 36. Por ende, el juego del argentino está en la etapa precisa para poder ser pulido y perfeccionado al máximo. Y quién mejor que uno de los mejores pivotes del mundo para acompañar el proceso. Puntualmente, en Balón Latino, encontramos tres aspectos cruciales que Federico Redondo podría perfeccionar con la mentoría de Sergio Busquets.
En principio, la capacidad para leer el juego y cargar el área. El español nunca fue reconocido por ser un mediocampista con mucho gol ni por pisar el área. Sin embargo, Redondo tiene la tendencia a hacerlo, adelantándose varios metros para generar peligro. En este sentido, el acompañamiento de Busquets puede ser crucial para aprender a identificar los mejores momentos para adelantarse, generando superioridad y sin exponer de manera innecesaria a su equipo.
En una segunda instancia, el español puede apoyar al argentino en perfeccionar esas acciones que ya mencionamos y que ambos manejan de gran manera. Proteger el balón con el cuerpo, cuidarlo con la suela y distribuir con la cabeza en alto. Y, por último, el elemento que más podría apalancar el español con el argentino sería el comienzo de juego, insertándose entre centrales. Aunque lo suele hacer, no es una práctica común para Redondo dentro de su repertorio de acciones. Sin embargo, con Busquets, la salida desde el fondo y la conducción vertical puede ser la mejor arma para el mediocampista argentino en su misión de ser un jugador mucho más completo.
¿Pueden jugar juntos?
Lo cierto es que la similitud en los perfiles plantea una gran pregunta para Gerardo Martino: ¿pueden jugar juntos o tendrá que repartir los minutos? Y, lo cierto, también, es que el argentino es el único que puede responder al cuestionamiento. Por características, posición e influencia, parece que el equipo solo podría contar con uno de los dos en la posición de pivote.
Es decir, para que ambos sean inicialistas, alguno de los dos debe variar su posición habitual. Por lo que Redondo podría estar perdiendo minutos valiosos para su desarrollo. Si bien Busquets no iniciaría todos los juegos, por cuestiones propias de la edad, el mediocampista argentino, a sus 21 años, requiere continuidad y el mayor tiempo de juego posible. ¿Cómo podrá solucionar este rompecabezas el DT argentino?
