Sergio Vergara (1994) es un futbolista chileno nacido en Curanipe que, actualmente, es el goleador de la Liga de Expansión mexicana con 6 goles y 2 asistencias en 7 partidos disputados con los “Toros” del CD Celaya. Él surgió futbolísticamente en la Universidad de Chile y ha tenido pasos por Deportes Valdivia, Everton de Viña del Mar, Mineros de Zacatecas, Pachucha y el ya mencionado CD Celaya.
La primera pregunta de toda entrevista es “¿Cómo estás?”
R: Me siento muy bien acá en Celaya, es mi segundo paso por el club que me abrió las puertas en el extranjero y me tratan de maravilla. Tanto la institución como la gente de la ciudad me ha entregado constantemente su cariño y me alegro por devolverles, en parte, su amabilidad con goles y buen rendimiento en la cancha. Acá encontré el amor y nació mi hijo, por lo que México y esta ciudad siempre estarán en mi corazón.
Actualmente eres el goleador del torneo del ascenso mexicano, ¿cómo llegaste a este gran estado de forma?
R: Creo que me ha ayudado mucho la confianza que irradia mi entorno. Me siento tan cómodo que me exijo jugar lo mejor que puedo, aunque no pensaba que este inicio de campeonato fuera tan bueno para mí. Entendí que este torneo tenía que ser muy bueno en lo personal para volver a la primera división.
En Celaya se están dando las cosas; el grupo está comprometido, tenemos una gran relación extra cancha entre todos y contamos con la confianza del técnico. El “profe Israel” me está entregando herramientas para mejorar mi juego mientras me da completa libertad para mostrar mi personalidad y talento. Me deja disfrutar y divertirme en el campo. Aquí estoy demostrando mi potencial y quiero seguir en esta línea.
Inicios futbolísticos
Tu eres nacido en Curanipe, en la séptima región de Chile, pero naciste futbolísticamente en la cantera de “La U”. ¿Cómo se gestó tu llegada al elenco universitario?
R: Hasta los 16 años solo jugaba en mi barrio y en la misma región, Talca, Curanipe y Pelluhue vieron mis primeros pasos junto a una pelota. En 2010, una escuela de fútbol de la Universidad de Chile viajó a Curanipe a hacer la pretemporada y organizó una serie de partidos contra los equipos locales. Yo jugaba por el equipo de Curanipe y les metí tres goles, les gusté mucho y me invitaron a jugar con ellos contra Pelluhue en la noche del mismo día. Volví a destacar asistiendo y metiendo goles, por lo que me invitaron a ser parte de la misma escuela. Yo, como hincha azul, no lo podía creer, estaba feliz.
¿Nunca te fuiste a probar a Rangers de Talca, considerando la cercanía entre Talca y tu hogar?
R: Nunca se me dio la oportunidad de ir a Rangers. Estuve en una escuelita de fútbol en Talca y todos me decían que debía ir a probar suerte a Rangers, pero era muy pequeño y no entendía mucho de esas cosas. Es un lindo club.
¿Cómo viviste el cambio de ciudad al ingresar a la Universidad de Chile?
R: Fue difícil porque no me llamaron directamente a las fuerzas básicas de la “U”, solo recibí la invitación a una prueba masiva de captación de jugadores. Éramos miles de niños intentando mostrar nuestro talento y, por suerte, me eligieron a mí. Solo cuatro pasamos tal prueba y fuimos llamados a ser oficialmente parte de los cadetes. Luego, Cristián Mora, técnico de las inferiores de la “U”, solo me inscribió a mí en el equipo sub 16.
Me impresiona mirar hacia el pasado y ver que tenía 16 años cuando dejé mi casa. A los dieciséis años comencé, realmente, a ser un adulto.
¿Qué se sintió debutar en uno de los clubes más grandes de Chile?
R: Fue cumplir un sueño. Cuando me citaron me puse más feliz que “perro con dos colas”. Sientes una sensación muy especial cuando te comunican que debutarás con el equipo de tus amores. Era el segundo tiempo de un partido contra Magallanes. Sabía que solo tenía 20 o 15 minutos para jugar, por lo que salí con todo a tratar de demostrar mi juego y disfrutar.
Salida de la Universidad de Chile
Luego de no tener muchos minutos partiste a Deportes Valdivia en la tercera división chilena, donde te fue muy bien. ¿Qué es lo que más rescatas de tu paso por el “Torreón”?
R: A Valdivia lo recuerdo con cariño porque me dieron la importancia que no tenía en la “U”. Quería cambiar de aire, vivir una nueva experiencia. Rescato que en Valdivia fui feliz, principalmente cuando llegó Gerardo “vieja” Reinoso como técnico. Él me dio confianza y me decía siempre que le gustaba mucho como jugaba.
Me dio mucha libertad para encarar constantemente y utilizar mi velocidad. Gracias a Dios y a la confianza de “la vieja”, empecé a meter muchos goles y repartir asistencias. Creo que metí 11 goles esa temporada. El paso por Valdivia fue necesario para mi crecimiento como jugador. Me fue tan bien que me llamaron de México, cuando es muy raro que un club extranjero venga a buscar jugadores a la tercera división chilena.
Después de Valdivia llegó la llamada del club que, hasta ahora, es “tu lugar en el mundo”. ¿Cómo se gestó tu llegada al Celaya?
R: La “vieja” Reinoso habló con los dueños del Celaya (Manuel Manso y Guillermo Lara) cuando mostraron interés en mí. Ellos buscaban jugadores jóvenes y me pidieron un video con mis jugadas. En ese video parecía Messi (se ríe).
Me compraron los pasajes a México y yo no lo podía creer. Con solo un año y medio en el profesionalismo me llegaba una tremenda oportunidad desde el extranjero. Llamé a mis papas y creyeron que les estaba haciendo una broma. Les mande una foto de mis pasajes y se pusieron a llorar de felicidad.
Tengo que confesar que tenía un poco de miedo de llegar a México porque solo lo conocía por las series y películas de narcotraficantes. Por lo que, cuando llegué, no salí en un mes del hotel (se ríe). Después entendí que no todo era como en las películas.
¿En qué puesto de las ligas americanas colocarías al fútbol mexicano?
R: Solo detrás de Brasil y Argentina. Es un fútbol muy competitivo y con mucho dinero, por algo la liga está llena de seleccionados americanos e incluso algunos europeos.
Llegada a México en 2015
México es una tierra que ha acogido a muchos jugadores chilenos históricamente. En la actualidad, cuenta con futbolistas criollos como Gonzalo Jara, Claudio Baeza, Juan Delgado, etc. ¿Mantienes relación con alguno de la gran comunidad que vive allá?
R: Somos hartos (se ríe) y sí, tengo relación con algunos, incluso con Luis Felipe Gallegos, que ahora juega en el Atlético San Luis, e Igor Lichnovsky compartimos en las inferiores de la Universidad de Chile. Me ha tocado enfrentar equipos con chilenos en muchas oportunidades: Con Miguel Pinto e Isaac Díaz cuando jugaban en Cafetaleros de Tapachula, Ángelo Henríquez en Atlas y con Eduardo Vargas cuando estaba en el Tigres. Con todos tuve buena onda.
Yo fui “sparring” de Vargas en la “U”, por lo que le pregunté si se acordaba de mí. Él no se acordaba nada (se vuelve a reír), pero me trató super bien, cambiamos camisetas y me alentó a seguir “rompiéndola” en México.
¿Qué es lo que más te gusta y qué es lo que menos te gusta del fútbol mexicano?
R: Lo que más me gusta del fútbol mexicano es el esfuerzo con el que se juega cada partido. Acá el ritmo es muy alto y los partidos no se definen hasta el final, eso habla muy bien de la competitividad de la liga.
Lo que menos me gusta son las pocas oportunidades que se le dan a los jugadores jóvenes surgidos de las fuerzas básicas. Siento que les cortan el potencial por buscar traer jugadores ya formados desde el extranjero. Igual es entendible, considerando que los resultados mandan, pero deberían confiar más en su producto joven local.
Has jugado tanto como extremo por izquierda como extremo por derecha, incluso tuviste minutos como volante ofensivo, generando peligro desde la zona de ¾. ¿En cuál posición te sientes más cómodo?
R: A mi me fascina ser extremo, jugar por fuera y crear daño desde las bandas. Soy atrevido con la pelota en los pies y saco más provecho de esa capacidad al estar escorado a una de las bandas. Como puntero puedo diferenciarme del resto de los jugadores y sacar centros para ser un aporte a nivel individual y colectivo.
Cuando juego por la derecha me gusta llegar a línea de fondo, sacar centros y asistir al nueve rematador o encarar para hacer una diagonal y disparar cruzado. Por la izquierda me siento muy cómodo ya que juego a pierna natural y eso potencia tanto mis diagonales como mi golpeo con borde interno y externo.
Últimamente el “profe” me esta colocando de falso nueve para tener completa libertad en cambiarme de lado, bajar a recibir e impactar positivamente por todo el frente de ataque. Me está gustando tal libertad e independencia, pero mi posición natural es extremo, no me importa la banda.
Futuro de Sergio Vergara
¿Es Celaya tu lugar en el mundo?
R: Aquí me siento en casa y me dieron una de las grandes oportunidades de mi carrera. Estoy cómodo y tranquilo en Celaya. Una parte de mí siempre será celayense.
¿Cuáles son tus planes a futuro si mantienes este nivel? ¿Te quieres quedar en Celaya, buscar otra oportunidad en algún equipo de primera división o salir de México?
R: Primero quiero levantar un título con el Celaya, este club y su ciudad merecen una alegría así. Mi segundo plan a futuro es ser goleador del torneo, lucharé con ganas y humildad ese objetivo. El tercero es saltar a primera división, es una revancha personal y ojalá se me abran las puertas de algún club para ello. Si no se puede, hay que ver si sale algún desafío que me atraiga en otra liga. No me quiero ir de Celaya sin retribuir la confianza que me tuvieron y tienen acá.
¿Algún club especifico de primera división mexicana?
R: Me gusta mucho el Toluca y su esencia de club, aunque no me cierro a pensar en un solo equipo.
Si mantienes este tremendo rendimiento, considerando la llegada de Martín Lasarte a la Selección Chilena, ¿crees que puedes recibir algún llamado a “La Roja”?
R: Es el gran sueño de mi vida defender la camiseta de mi país. No pierdo la fe en llegar a la selección, aunque sea en un partido amistoso. Tengo hambre y ganas de triunfar, por lo que creo que si sigo jugando bien y esforzándome por mejorar aún más mi rendimiento, puede llegar esa llamada que tanto ansío. Creo que mi polivalencia en ataque puede llegar a ser un aporte.
¿Hay alguna liga o fútbol que admiras y te encantaría disputar?
R: A mí siempre me ha gustado la liga italiana en sus diferentes divisiones y ciudades. Allá a los chilenos y, sobretodo, a los jugadores con velocidad diferencial les va bien. Alexis Sánchez en el Udinese es un buen ejemplo, la “rompió toda”.
Me encantaría probar suerte allí si existe alguna oportunidad. Más allá de la categoría, es el estilo de fútbol el que me atrae.
Si tuvieras que volver a Chile en el futuro, ¿a qué club sería?
R: Te voy a decir dos. La Universidad de Chile es el equipo de mis amores y me encantaría vestir esa camiseta con el orgullo que se merece. Me hubiera encantado jugar más, porque solo pude jugar Copa Chile.
El otro es Rangers de Talca, es el equipo de mis amigos en la Región del Maule y me gustaría jugar ahí para cosechar alegrías junto a la gente de mi tierra.
Pasos previos y demases
En Pachuca no tuviste mucha participación. ¿Por qué crees que no pudiste trascender en los tuzos?
R: Soy autocrítico en ese sentido porque no pude ganar la competencia en mi puesto. En Pachuca no pude contar con minutos y un jugador vive de minutos. Al final, en mi posición estaba el “Chucky” Lozano y Jonathan Urretaviscaya. Ambos son internacionales con su país y son grandes jugadores. También influyó que esos nombres estaban por sobre mí en ese momento y había un exceso de jugadores en esa posición.
Sin ánimos de excusarme, no logré rendir lo que quería en el Pachucha, tanto por mi nivel de juego en ese momento y por los “jugadorazos” que había en esa posición. Creo que ahora podría aportar el nivel que un equipo grande necesita.
También tuviste un paso por Everton que no fue muy duradero. ¿Cómo explicas tu paso por el Sausalito?
R: En Everton no jugué como esperaba. Pensé que iba a jugar más y mejor. Rescato las cosas positivas de mi paso por Everton, aprendí mucho de grandes jugadores (como Maximiliano Cerato y Juan Cuevas) y siempre intenté entregar todo aunque estuviera falto de confianza.
Partí muy bien en la pretemporada, recuerdo que fui una de las figuras del equipo en un partido contra Universidad Católica y la hinchada me felicitó por redes sociales.
Lamentablemente me pasó algo parecido a lo que viví en Pachuca, pocos minutos y muy buenos nombres en mi posición. Cuando estaba en Viña del Mar pensaba en volver a Celaya para relanzar mi rendimiento. Le doy las gracias a Everton por confiar en mí y hacerme crecer como jugador.
Uno de los grandes vacíos que existe en el fútbol profesional es valorar la importancia de la salud mental de sus jugadores. ¿Los clubes mexicanos se preocupan de la salud mental de sus profesionales?
R: Aquí en México se valora mucho a los psicólogos deportivos, por lo que suele haber un área liderada por ellos en cada club. Ellos nos ayudan en Celaya a mantener nuestra estabilidad emocional y nuestra felicidad en conjunto con nuestras familias. Ojalá en todas partes fuera así.
¿Algún último mensaje que quieras transmitir en esta entrevista?
R: Tengo que saludar a mi familia y mis amigos en Chile porque cuando no los saludo se enojan conmigo (se ríe). También a la familia de mi esposa. Le agradezco a Balón Latino la entrevista y el seguimiento a mi persona.
Y a los jóvenes futbolistas que están luchando por sus sueños, que no decaigan. Si se esfuerzan, los sueños se hacen realidad.