Patricio Paredes es el perfecto caso del goleador que suele pasar por “debajo del radar”, pero con su trayectoria nos demuestra que los “goles son amores” en cualquier parte del mundo.
Un delantero chileno en el fútbol austriaco no es algo común. Los “australes” no han sido objetos de interés del balompié que brilla en pleno corazón de Europa, pero existen jugadores que protestan en contra de la consigna anterior. Patricio Paredes se convirtió en un ídolo del First Vienna FC, uno de los tres grandes clubes de la capital austriaca junto al Rapid Vienna y el FK Austria Vienna, a punta de esfuerzo, pundonor y, sobretodo, goles. Por ello, en Balón Latino, entrevistamos a uno de los “patiperros” chilenos más icónicos.
La primera pregunta de toda entrevista es, ¿Cómo estás?
Todo bien, agradezco estar sano en plena pandemia. Me encuentro en buenas condiciones con mi familia en Chile, por lo que solo puedo estar agradecido al respecto.
Hablemos un poco de tus inicios futbolísticos. Eres oriundo de Chiguayante, en las cercanías de Concepción, pero naces futbolísticamente en O´Higgins de Rancagua. ¿Cómo se gesta tu llegada a los celestes?
Mis inicios futbolísticos previos a O´Higgins fueron en la Escuela de Fútbol San Pedro y en la Escuela de Talentos Deportivos de Rancagua. Gracias a una serie de “mundialitos”, campeonatos infantiles y partidos en contra de las inferiores de O´Higgins se gestó mi llegada al club. En uno de esos partidos logré destacar y me invitaron a formar parte de la “familia celeste”. Así empezó todo.
No debutaste profesionalmente con O´Higgins. ¿A qué edad te fuiste del equipo de Rancagua y cuáles fueron las razones?
Estuve hasta los 16-17 años en O´Higgins. Hasta el paso a la Sub-17, tuve muy buenas campañas en el fútbol formativo. Solía meter muchos goles y destacar constantemente. Cuando ingrese a la Sub-17, ese desarrollo se vio interrumpido por falta de continuidad. Decidí ir a probar suerte al Enfoque FC de la Tercera División. Allí pude tener la confianza y protagonismo que no pude mantener en O´Higgins. Con 17 años era uno de los goleadores de la categoría, logré disputar la Copa Chile (donde me tocó jugar en contra del mismo O´Higgins) y ser importante para mi equipo. Enfoque FC me ayudó mucho en mis primeros momentos como profesional.
Considerando tu historia con el “Capo de provincia”, ¿Te consideras un hincha de O´Higgins?
Me siento muy identificado con O´Higgins y con Rancagua. Uno de mis anhelos y sueños es vestir nuevamente la camiseta celeste tanto por el amor que le tengo al club, por mi etapa formativa, como al cariño que le tengo a la ciudad que me acogió. Rancagua es una ciudad muy futbolizada y O´Higgins se ha transformado en una gran institución. Soy un hincha más. También tengo afinidad con Colo-Colo, porque toda mi familia es “alba”.
Luego de O´Higgins, tienes pasos por Arturo Fernández Vial y San Luis de Quillota. Posteriormente, partes a Deportes Puerto Montt con Erwin Durán y realizaste una interesante campaña, ¿Cómo valoras tu paso por los “hijos del temporal”?
Fue una experiencia muy linda. En mi opinión, el Chinquihue es uno de los estadios más lindos de Chile por lo que me alegra haber podido ejercer localía allí. Lo más complicado de mi paso por Puerto Montt fue el clima, recién cuando llegué a vivir a Puerto Montt entendí por qué les llaman los “hijos del temporal” (se ríe). Aunque hubiera una tormenta con mucha lluvia, se entrenaba igual. Eso nos ayudó a formar un grupo de jugadores esforzados e influyó en que pudiéramos salir campeones de la segunda división.
Luego vas a Vallenar, donde juegas bastante, pero quedaste libre al poco tiempo y comenzaste a estudiar en el INAF para ser técnico, mientras disputabas la liga universitaria. ¿Cómo influyó en tu carrera futbolistica este “parón” para estudiar y competir en ligas no profesionales?
Creo que influyó notablemente en mi madurez y en mi carrera. En primer lugar, me permitieron entender que ser futbolista no dura toda la vida. Me dieron las herramientas necesarias para que, cuando me retire, pueda seguir ligado a lo que amo. Además, allí pude compartir con grandes profesionales como Esteban Paredes o Albert Acevedo. Tengo “tarea pendiente” en el INAF para cuando termine mi carrera como jugador, lo cual espero que sea en varios años más.
En segundo lugar, en la liga universitaria metropolitana me fue excelente. Marcaba diferencias en todos los sentidos y eso llamo la atención de los austriacos, sorprendentemente.
Y llega el salto a Austria, particularmente al First Vienna. ¿Cómo se gesta tu llegada al viejo continente?
Joan Henríquez, ex futbolista chileno del First Vienna, estaba buscando jóvenes talentos chilenos para llevarlos a Austria. A él le fue muy bien en el mismo club por lo que tenían muy bien valorados a los futbolistas nacionales. El tema es que desde Austria vieron videos de futbolistas jóvenes, pero en uno de esos videos aparecía yo (siendo no tan joven) y les gusté. Me llamaron y me ofrecieron una oportunidad, yo la tomé y parece que me fue bien (se ríe).
Estuviste acompañado por otro chileno en esta aventura, Stefano Contreras, reciente fichaje de Iberia de Los Ángeles. ¿Cómo es tu relación con Stefano y con los otros chilenos que pudiste conocer en Europa?
Con Stefano tenemos una relación buenísima. Es un muchacho joven (25 años) que me ayudó muchísimo en la aclimatación a Austria, ya que ninguno conocía el idioma y no conocíamos a nadie. Vivíamos en el mismo edificio y compartíamos todos los días buenos momentos. También pude compartir con Cristián “Cimbi” Cuevas cuando él defendía al FK Austria Vienna. Ambos son buenas personas y me ayudaron, por lo que les agradezco.
Actualmente estás en Chile, ¿Cuál es tu actual situación contractual con el First Vienna?
Si, estoy en Chile. Vine de vacaciones y, desde ese momento, no he vuelto a Austria. Con el First Vienna, después de tres temporadas muy buenas, llegamos a un acuerdo de renovar contrato por dos temporadas más.
Lamentablemente, con la pandemia se cancelaron las ligas austriacas y el gobierno austriaco cerró fronteras. Meses después, el gerente deportivo del First Vienna, Markus Katzer me llamó para que vuelva a Austria pero ahora Chile había cerrado fronteras.
No pudimos llegar a buen puerto y quedé en libertad de acción. Me encantaría volver a Austria, pero hoy debo velar por mi futuro inmediato y eso significa que debo buscar club lo antes posible. Ahora solo busco un equipo que entregue la oportunidad de trabajar y seguir cumpliendo mi sueño, soy un jugador libre.
¿Cómo van las negociaciones con los clubes?
La verdad es que todavía no he podido cerrar ningún acuerdo. He recibido llamados de Alemania, Portugal y Estados Unidos, pero aún no firmo con nadie. Me da pena que del extranjero sigan más mi situación que en el fútbol chileno, donde me encantaría jugar, pero yo voy a seguir jugando en el lugar que muestren un interés real en mi. Antes hablamos de O´Higgins y yo mantuve conversaciones importantes con Pablo Calandria, pero todo quedó en nada. Hasta el momento, me siento “más querido” afuera que en mi propio país.
Estoy intranquilo, quiero cerrar un acuerdo que me permita seguir en el fútbol. Creo que no tener representante me juega una mala pasada, considerando el actual panorama de ciertos clubes del fútbol chileno. Si alguien relacionado al fútbol lee esta entrevista, que hable conmigo. Soy un jugador libre, mi prioridad es seguir jugando, metiendo goles y demostrar que estoy en uno de los mejores momentos de mi carrera a nivel competitivo individual.
Entiendo la difícil situación, pero me intriga saber ¿Cómo te mantienes entrenando a la espera de un nuevo contrato?
Me he mantenido entrenando con un preparador físico personal, también juego con un equipo regional regularmente para no perder el ritmo de juego. Todos los días hago ejercicios de fútbol, eso ha permitido que no sienta estos 4 meses de “parón profesional”. En lo que respecta a las negociaciones con otros clubes, espero cerrar algo rápido. Ojalá pueda oficializar mi llegada a algún equipo chileno o extranjero pronto.
Volvamos denuevo a tu paso reciente por Austria, entre 2019 y 2020 tuviste temporadas extraordinarias a nivel goleador ¿Cómo valoras tu paso por el fútbol austriaco y cuál es la principal fuerte del mismo?
Fue espectacular. En 2019 marqué 35 goles en 39 partidos y fui el goleador absoluto de la categoría. En 2020 mantuve esos buenos registros anotando 15 goles en 17 partidos antes de que se detuviera el campeonato. Creo que puedo mantener esos registros en un futuro.
El fútbol austriaco es muy parecido al fútbol alemán, su principal fuerte es la táctica. Son todos muy aplicados en cumplir cada instrucción que el entrenador entrega. Es un fútbol duro, con pocos espacios y privilegian el juego directo por sobre el asociado. Son muy ordenados, recuerdo trabajar todos los días jugadas preparadas, retrocesos defensivos en campo contrario y movilidad en ataque, observando las principales debilidades de cada equipo rival. Ser sudamericano me ayudó a romper, en parte, esos esquemas tan cerrados. Mi capacidad de regate o mi capacidad para “desordenar” el juego en base a ingenio me ayudaba a superar las cerradas defensas austriacas.
¿Qué fue lo que más te gustó del fútbol austriaco y qué fue lo que menos te gustó?
Lo que más me gusto del fútbol austriaco es su profesionalismo. Todo el club estaba completamente dedicado a mejorar cada aspecto de sus jugadores. Allá tienen kinesiólogos, nutricionistas, masajistas, analistas tácticos, psicólogo deportivo y muchos otros profesionales que se dedican todos los días a mantener cómodos a sus deportistas y mejorar su competitividad.
Lo que menos me gusto del fútbol austriaco era la cantidad de minutos que el delantero no toca balón. Al ser un fútbol tan “cerrado” a nivel táctico, se protege mucho la posición de balón y no se arriesga en demasía. Eso deriva en que los delanteros tengan que bajar constantemente para recibir la pelota. Por suerte, eso no me fue difícil y me ayudó a evolucionar como delantero. Ahora, gracias a ello, se moverme muy bien sin balón. para generar peligro. Solo tenía una o dos oportunidades por partido, por lo que también mejoré en mi definición y eso ayudó a mi equipo por la cantidad de goles que marqué.
Considerando que Austria es uno de los “mejores países para vivir” según estudios internacionales como Mercer ¿Cómo era tu vida en Viena?
Es una ciudad increíble. Funciona perfectamente todo: El transporte público, la educación, el sistema de salud, etc. La gente es amable y respetuosa, las calles siempre están limpias, tienen el Río Danubio que cruza la ciudad y es navegable. Es una ciudad que facilita la vida de sus habitantes. Ojalá algún día tengamos en Chile ciudades como Viena.
Te tocó enfrentar en una pretemporada al Unión Berlín, uno de los equipos más queribles de la Bundesliga, con Neven Subotic en plantilla ¿Cómo fue esa experiencia?
Debe ser uno de los capítulos más especiales de mi carrera. Enfrenté a Neven Subotic y Kevin Trimmel en ese partido. Fue una locura, competí palmo a palmo con un finalista de Champions League y con el capitán de la selección austriaca. Puedo decir que “gambeteé” a Subotic y salí victorioso, aunque me gané más de una patada (se ríe). Les metí un gol, eso siempre va a quedar en mi memoria. Después del partido pude hablar con Trimmel y Subotic, fueron amables. Me arrepiento de no haber cambiado camiseta con ellos (se ríe).
Cuéntanos alguna otra anécdota que viviste en Austria.
Pude tomar un “par de copas” con David Alaba (se ríe). Para la final de la Copa Libertadores de Boca Juniors con River Plate en La Bombonera, nos juntamos en un bar con un amigo que tenemos en común. Es un “tipazo”, muy humilde, simpático y compartimos un par de cervezas. Yo no soy muy fanático de alcohol, pero esa ocasión con mi amigo y David Alaba lo ameritaba.
Otra cosa que puedo rescatar es que le metí goles a dos de los tres clubes rivales de Viena; El Wiener Sport Club y el FK Austria Vienna. Me faltó jugar contra el Rapid de Vienna, si no también les metía un gol (se ríe).
¿Cuál es tu mejor recuerdo deportivo en el fútbol austriaco?
Tengo dos; el primero fue el gol en mi debut contra el Wiener Sport Club, clásico rival del First Vienna. El estadio estaba lleno y la transmisión del partido estuvo a cargo de un canal austriaco grande, por lo que ese partido lo pudo ver mucha gente en Chile. Mi señora siempre recuerda ese gol por la felicidad que me entregó a mi y a mis cercanos. Esa anotación reventó el estadio y “pagó” muchos años de esfuerzo.
El segundo fue un partido que metí seis goles. En ese partido me salió todo. Un gol de cabeza, uno abajo del arco, uno de “tres dedos” y más. Después de ese partido me llamaron algunos medios austriacos para hacer entrevistas e hice una en un “alemán chamullado” (se ríe).
¿Algún último mensaje que quieras entregar en esta entrevista?
Quiero tener una oportunidad en algún club. Estoy abierto a cualquier oportunidad, porque quiero seguir jugando. Ya tengo la madurez necesaria para llegar a un equipo y rendir inmediatamente. Quiero seguir metiendo goles y sentir que puedo aportar mi “granito de arena” en un conjunto. Estoy con el pase en mi poder, no tengo representante y espero volver a las canchas pronto.
También quiero mandar un saludo a mi familia, que me apoya en las buena y en las malas. Ya les devolveré las alegrías con goles.