El ciclo de Brasil viene dando mucho de qué hablar. Los cambios al interior de la Canarinha son más que notorios. La salida de varios jugadores, la llegada de jóvenes promesas, la mejoría de algunos jugadores, el declive de otros. Así mismo, la larga espera en cuanto a la decisión de quién será el entrenador encargado ponen los interrogantes sobre el equipo sudamericano. Sin embargo, el balompié internacional no se detiene a esperar a nadie. Por ello, la Selección de Brasil tuvo que asumir su primer compromiso después de la debacle en Qatar: ante Marruecos.
El partido se jugó en la tarde del día sábado para los aficionados locales. En medio de todos los aspavientos, el seleccionado sudamericano tenía ciertas expectativas para ver a muchos de los jugadores llamados a tomar el relevo. Así mismo, era una primera evaluación para Menezes, el entrenador de la Sub-20 que asumió el reto de dirigir mientras la Federación toma una decisión. De esta manera, el partido que se jugó en Tánger, Marruecos, tenía un condimento de interés especial.
Marruecos vs Brasil, las claves del juego
Las figuras ausentes
El partido para la Canarinha llegó en medio de un cambio de proceso y de una mala racha de lesiones. Varios jugadores que fueron importantes en Qatar estaban ausentes. Por lesión, las ausencias de Neymar Jr, de Marquinhos y de Richarlison destacaron. El equipo de Menezes se notó extrañando el talento de los tres futbolistas. En particular, extrañó la capacidad de Marquinhos para poder dirigir el equipo desde la zaga de centrales.
Además de estos futbolistas, los brasileños llegaron con varias decisiones controversiales para la convocatoria. Jugadores como Alisson, Fabinho, Fred, Raphinha o Bruno Guimaraes quedaron relegados. Su presencia, a excepción del portero, era secundaria en las alineaciones. Sin embargo, son jugadores que ocupan lugares importantes en los mejores clubes el mundo.
Un hueco sin salida
Ahora bien, el partido ante Marruecos posicionaba al equipo de Brasil, aun con bajas, como favorito. Sin embargo, los dirigidos por Walid Regragui decidieron mantenerse en el mismo estado de forma que les conocimos en Qatar. El equipo marroquí saltó al campo a comerse al combinado sudamericano y logró arrebatarles la teórica victoria. Es más, empezaron el partido tan en forma que el primer gol llegó por su cuenta. Sofiane Boufal, uno de los regateadores más peligrosos del juego, recibió un balón en el área rival y se dio media vuelta con gran agilidad. Desde allí, remató a la parte inferior del arco y puso el 1-0 en el minuto 29.
Ya la segunda mitad vio varios cambios para ambos equipos. No obstante, uno de los usuales titulares en Brasil se mantuvo en campo y anotó el empate. Casemiro remató desde fuera del área y se benefició de una mala acción del portero marroquí. A pesar del empate, los locales tenían un arma restando en sus manos. Uno de los suplentes que ingresaron en la segunda mitad estaba listo para devolverle la alegría a su pueblo. Abdelhamid Sabiri se encontró un balón picando en el área chica de los de Menezes y sentenció el juego a falta de 10 minutos para el pitazo final.