Islas Feroe no es un destino muy elegido para jugadores rioplatenses, pero siempre hay alguno que va y prueba suerte en un fútbol exótico. Sin embargo, quienes han jugado o juegan allí, destacaban la profesionalidad del mismo. En una nueva entrevista bajo la lupa, tuvimos la chance de dialogar con Victoriano Frágola, flamante refuerzo argentino del B71 Sandoy de la Segunda División de Islas Feroe. Sólo dos argentinos jugaron anteriormente siendo el pionero Guillermo Gunnar Nielsen y luego, su hermano Eric. Gentilmente, Victoriano accedió a charlar con nosotros y nos contó su historia.
VICTORIANO FRÁGOLA, JUGADOR DEL B71 SANDOY
P: ¿Cómo aparece el fútbol en tu vida?
R: Arranqué a los seis años cuando me llevó mi viejo a Gimnasia y Esgrima de Pergamino donde jugué todo lo que es en cancha chica y luego me llama Douglas Haig para pasar a cancha grande. Ahí jugué cuatro años y en ese momento estábamos jugando la categoría metropolitana, que es una división menor que AFA, pero nos pudimos medir con otros chicos que estaban mejor entrenados y nos dio otro roce. A la larga me sirvió mucho en lo personal poder jugar contra mejores equipos.
P: Muy bueno eso que se hayan podido medir contra mejores equipos y se adquiera más experiencia o roce. Jugás de defensor central, ¿te destacaste siempre en esa posición?
R: Jugué de “5” en cancha chica, pero era un defensor más, ya que no hay posiciones marcadas. En cancha grande jugué siempre de central, pero hubo partidos donde jugué de tres o de cuatro. Pero, cómo te digo, siempre jugué de marcador central.
P: Siguiendo con tu carrera, ¿tu debut es en Tiro Federal o llegaste a estrenarte en Douglas Haig?
R: Mi debut oficial fue en Tiro Federal, pero previamente estuve en dos equipos. Cuando me voy de Douglas Haig, vuelvo a Gimnasia y Esgrima de Pergamino por un año, pero no era una liga competitiva. De ahí, me voy a Asociación Atlética Jorge Griffa en Rosario donde estoy un año en la pensión. Era otro nivel porque me enfrentaba contra Rosario Central, Newell´s, Tiro Federal y Central Córdoba, algo que me ayudó a crecer mucho porque era más competitivo. En 2012 me voy a probar a Atlético Rafaela, ya que el técnico que tenía en Griffa me llevó y quedé por lo que jugué un año en la Cuarta de AFA y estuve un par de meses en Reserva. Posterior a eso, debuto en Tiro Federal donde disputé el Federal A y tuve mi debut oficial.
P: Luego de tu paso por Tiro Federal aparece Canadian de Uruguay en tu trayectoria, pero sólo por un mes. Armaste las valijas de nuevo y emigraste a Bolivia para seguir tu carrera en San José. ¿Qué me podés contar sobre esa experiencia?
R: En Canadian lo que pasó fue que cuando iba a firmar, me pedían la renuncia de los derechos de formación que tenía que pedir a los clubes donde me formé y es algo que no se consigue. Estuve un mes y no jugué ningún partido. Cuando me estaba por volver, me salió la oportunidad de ir a San José. Firmé mi primer contrato profesional, fue una experiencia increíble. Jugar en Primera División era algo que siempre había buscado, los estadios son espectaculares y me encontré con jugadores de Selección, estar jugando con casi 40 mil personas cuando jugábamos en La Paz.
Por otro lado, también fue un desafío por la altura, parece que no, pero afecta y tuve que pasar por un período de adaptación, te cuesta el doble o el triple recuperarte. A mí me ayudó mucho el estar bien entrenado y eso me permitió adaptarme más rápido. Me fue bien, jugué siempre de titular y metí dos goles, fue una experiencia hermosa e inolvidable.
P: Sin dudas que el factor principal es la altura. De Bolivia te tomas un avión para ir a República Dominicana donde firmas con el Atlántico. ¿Qué te sorprendió del país en relación al lugar, las costumbres, la comida?
R: Creo que el fútbol está muy infravalorado, no se lo tiene en cuenta, hay canchas que están muy lindas. Me encantó la playa, conocí mucha gente, crecí como jugador y en la vida conocí otra cultura, personas que tienen otra personalidad y me tuve que acostumbrar al clima porque todo el año hace calor. A veces entrenábamos a las 6:30 hs de la mañana y cuando tocaba un partido al mediodía, era complicado por el calor. En la liga hay buen fútbol y es competitivo.
P: De allí, regresas al país para jugar en Douglas Haig. ¿Cómo viviste esa experiencia? ¿Fue cómo una revancha?
R: No sé si fue como una revancha, pero era chico cuando jugaba en Douglas. Fue una linda experiencia porque estaba en casa con mi familia, me reencontré con amigos y familiares. Imagínate que mi abuelo es el socio vitalicio dos o tres del club, no me acuerdo bien, pero fue uno de los primeros. Que él tenga la oportunidad de verme jugar con los colores de Douglas, la verdad que fue muy lindo para los dos. Tengo muy lindos recuerdos de esa temporada en Douglas Haig.
P: Muy lindo lo que contás de tu abuelo y siempre es bueno regresar con la familia para seguir con buenas energías y saber que el apoyo de ellos es incondicional. Nuevamente salís de Argentina para jugar en el Naples United de Estados Unidos que tiene un vínculo especial con nuestro país. ¿Cómo fue tener de compañeros a tantos argentinos?
R: El presidente del club es argentino y compartimos muchas cosas juntos entre todos los compatriotas. La vida y el juego se hizo más fácil por la comunicación. Las canchas en general son todas de sintético, la gente y la vida es otra, ya que el americano es más cerrado, pero hay muchos latinos y eso hace más llevadero todo. Hay clubes competitivos y bien formados.
P: La pandemia, ¿te agarró ahí en Estados Unidos? ¿Cómo te entrenaste?
R: Si, me agarró en Estados Unidos, pero al mes y medio me pude ver. Fue un desafío, fue difícil. Los clubes todos parados, entrené poco y nada de fútbol. Cuando las restricciones lo permitieron, íbamos a entrenar con otros chicos de Douglas y dos profesores a una cancha. Iba a entrenar al gimnasio, salía a correr y fue difícil por la incertidumbre también. A fin de año me llegó la propuesta por medio de un representante que necesitaban un central acá en Islas Feroe y no lo pensé dos veces porque era la oportunidad para jugar en Europa. En enero se concretó todo y ahora estoy más tranquilo.
P: Si bien no dudaste en aceptar la propuesta, ¿tuviste que investigar sobre el lugar o ya conocías? ¿Cómo está siendo la adaptación?
R: Obviamente tenía incertidumbre, busqué en internet, pero nunca tuve noción de donde quedaban las islas. La comida es similar, sin embargo, se consume mucho pescado porque es un país que depende mucho de la pescadería. Por ese lado no me costó mucho, ya hace tres semanas que estoy acá. Lo que sí me di cuenta es que más caro que en cualquier otro país, en relación al clima está siendo un lindo desafío, me estoy acostumbrando. Lo malo es que por el frío las canchas se congelan, prácticamente se hace un cemento y es imposible jugar.
P: Sos el tercer argentino en jugar allí. ¿Tuviste la chance de charlar con Guillermo Gunnar Nielsen que fue el pionero?
R: Si, me contacté con Guillermo, pero no me respondió aún por Instagram. El hermano sé que no jugó mucho, pero él fue el primero en jugar. Estoy esperando que me responda porque él sabe cómo es el fútbol acá y la forma de vida.
P: ¿Te sorprendió el manejo del club, las instalaciones del B71 Sandoy?
R: Mucho no pude hablar, pero si he visto las instalaciones y tienen de todo, la cancha es sintética. Las cosas que en Argentina son exclusivas, acá son moneda corriente cómo materiales, pelotas, entre otras cosas. Por lo poco que estuve hablando, se están armando para ascender y por eso traen jugadores de afuera para pelear arriba. Mi objetivo personal es jugar todos los partidos, tener un rendimiento regular, tratar de ayudar siempre al equipo y podamos pelear la punta. Si se da la oportunidad, buscar jugar en un equipo de Primera División acá en Islas Feroe. Hay equipos que se arman bien y eso lleva a que la liga crezca.