En el fútbol argentino es prácticamente normal que los equipos que descienden de la Liga Profesional, vuelvan a subir al año siguiente o cómo tarde, al próximo. Y así, ocurre en todas las categorías. Por ello, siempre que hay encuentros de Copa Argentina entre equipos del ascenso con los de Primera División, el fanático se paraliza y se emociona, ya que puede ser la única o una de las pocas veces que su club del barrio, del pueblo o de la ciudad, pueda medirse contra los mejores equipos del país. Y ni hablar cuando se da que el equipo del ascenso logra vencer al gigante, cuál profecía de David y Goliat. Esa es la magia de la Copa Argentina, el torneo de los batacazos.
Claypole, el primer equipo en dar la nota
Esta semana se jugaron los 32avos de final de la Copa Argentina en dónde uno de los duelos enfrentaba a Newell´s Old Boys de la Liga Profesional contra Claypole de la Primera C (Cuarta División). A priori, todo el mundo piensa que los rosarinos no tendrán inconvenientes para superar al club del ascenso, pero recordemos la magia de la competición nacional. Además, al ser un partido de vida o muerte en la competencia, no hay motivos para resguardar fuerzas.
Claypole aguantó durante los primeros 45 minutos y en el segundo tiempo salió decidido a dar el batacazo. Y lo logró, ya que a los tres minutos del complemento, apareció Matías Llodrá que sacó un zapatazo desde el borde del área que pegó en el poste y le regresó a él, que de primeras, la mandó al fondo de la red. Cómo dirían los escritores “Si lo guionas, no te sale”. Parecía que esa jugada estaba escrita en los libros porque la caprichosa regresó al mismo lugar desde donde la pateó en primera instancia.
Triunfo de “Excursio”, el segundo batacazo de la Copa Argentina
En el segundo turno de la competición, Gimnasia y Esgrima de La Plata (otro club de la máxima categoría) se enfrentaba a Excursionistas también de la Primera C. El encuentro fue mucho más parejo, ya que el “Lobo” comenzó ganando con un tanto al minutos nueve del segundo tiempo, pero rápidamente el “Verde” logró igualar el encuentro. Con la paridad que perduró los 90 minutos, se fueron a la tanda de penales. La fuente de los milagros, cómo se puede denominar a ese momento, dónde ni la diferencia de categorías, ni el nombre del pateador ni nada puede afectar más que el azar.
Los jugadores fueron convirtiendo sus disparos hasta que fue el turno de Benjamín Domínguez, que le tocó patear cuando la tanda de penales podía ponerse 6 a 5 a favor de los suyos. Sin embargo, quiso colocar el remate con potencia en el ángulo izquierdo del arquero de Excursionistas y el tiro se fue por encima del travesaño. El héroe del batacazo en la Copa Argentina fue Julián Bembo, que catapultó a su equipo a los 16avos de final de la competición.
