Brian Calabrese junto a su pareja lograron regresar al país tras estar varados en Omán durante dos meses y medio. El jugador de 24 años rescindió su contrato con el Mirbat por falta de pago, no le abonaron ninguno de los siete meses que jugó y cuando había sacado el pasaje para regresar a Argentina, cerraron los aeropuertos por el COVID-19. Ahora, ya en Arteaga, Brian dialogó con Balón Latino sobre cómo vivió esos meses de incertidumbre, habló sobre sus inicios en el fútbol y el posible próximo destino que tendría su carrera.
ENTREVISTA A BRIAN CALABRESE
P: ¿Estás más relajado ahora que por fin lograste regresar a tu pueblo? ¿Cómo estás llevando estos 14 días de aislamiento preventivo?
R: “Si, ni bien llegamos a Argentina nos sacamos un peso de encima, en el buen sentido de la palabra porque fueron dos meses y medio difíciles y de incertidumbre en Omán. No sabíamos cuando íbamos a volver, la cabeza nos iba a mil por hora y era difícil manejar eso. Ahora, ya estamos en Arteaga haciendo el aislamiento en donde estamos más felices y contentos”.
P: Se habló mucho sobre tus días en Omán, ¿cómo resumirías toda esa experiencia?
R: “Lo resumiría como una locura porque era levantarse, ir a entrenar y estar pendiente del celular todo el rato para ver si nos llamaban de la embajada y poder ver la diagramación de los vuelos. Nosotros nos íbamos a volver el 20 de mayo, nos hicieron ir hasta la frontera con Emiratos Árabes, pero no nos dejaron entrar al país para tomar el vuelo al otro día. Así que los últimos días siete días en Omán fueron los más duros porque nos habíamos ilusionados con volver y que al llegar a la frontera rebotemos, fue un golpe durísimo. Gracias a Dios, a los pocos días, nos dijeron de la embajada que había un vuelo de Muscat (la capital de Omán) a Frankfurt el 2 de junio y el 3 había un vuelo de repatriación hacía Buenos Aires”.
P: La ilusión de estar a punto de volver y que no haya podido ser así, debe jugar un poco en contra como bien contás. El club te dio hospedaje mientras jugabas, ¿dónde estuviste estos últimos días viviendo?
R: “Si, el club me dio un departamento donde vivíamos con mi novia. Cuando nos suspenden la liga a mitad de marzo, nosotros teníamos vuelo para el 26 de marzo por lo que nos fuimos a Muscat. Ahí viven unos amigos argentinos quienes nos hospedaron estos dos meses y medio. Estamos muy agradecidos con ellos porque nos dieron una mano muy grande”.
P: Muy bueno eso de que encontrarás amigos argentinos allí y una gran actitud la de ellos para darle una mano con la estadía. A raíz de eso me gustaría saber, si te topaste con varios argentinos allí.
R: “Si vi argentinos donde la mayoría trabajaba en el petróleo. Eran seis o siete argentinos que cuando nos juntábamos hacer asados iban todos y los conocí ahí. El chico que nos hospedó a nosotros, Gonzalo se llama, tiene una escuelita de fútbol en Muscat que se llama Argentina”.
P: Sorprende lo de la escuelita de fútbol más que nada por el nombre muy representativo con nuestro país. Ya pasando a tu carrera profesional, hiciste inferiores en Rosario Central donde compartiste plantel con Lo Celso con quién tenés un festejo similar. ¿Qué quedó de esa escuela en Rosario en el estilo de juego de Brian Calabrese?
R: “La verdad que me quedan los mejores recuerdos de los chicos y los técnicos. Viví dos años y medio muy lindos y me quedaron muchas cosas. Me acuerdo que en séptima lo tuve como entrenador a Alejandro Fernández que me marcó mucho los movimientos, la forma de rebotar el balón a uno o dos toques y la definición. Con respecto al festejo es un festejo para mi novia y mi familia que son quienes me bancan, ya que venía de uno o dos años difíciles y ellos siempre me apoyaron”.
P: Siempre es esencial el apoyo de la familia. ¿Tenés una espina por no jugar en Rosario Central o sentís que tu momento ya va a llegar?
R: “La verdad que me hubiera gustado muchísimo haber debutado en Rosario Central, eso está más que claro, pero yo sé que cuando Dios lo quiera, en algún momento voy a poder jugar en Central o jugar en el Gigante que sería muy lindo”.
P: Alianza de Arteaga es el club que te dio la oportunidad de debutar en primera y sé que tenés un cariño grande por el club. ¿Qué significa alianza en tu vida?
R: “El club es mi segunda casa. Nací y a la semana ya estaba en la cancha en los brazos de mi viejo. Tengo los mejores recuerdos en el club, es el lugar a donde voy siempre cada vez que regreso Arteaga para ver como está. Seguramente estos meses de vacaciones, si no fuese por este tema del coronavirus, hubiese ido al club para entrenar”.
P: Se nota mucho eso en la manera en que lo decís y lo que contás. Unión de Mar del Plata, Ferro de General Pico, Central Córdoba de Rosario, Olimpo de Bahía Blanca fueron los equipos del fútbol argentino donde jugaste antes de tener una chance en el exterior en República Dominicana y luego en Omán. ¿Dónde te sentiste más cómodo tanto futbolísticamente como en la vida personal?
R: “El mejor rendimiento futbolístico fue ahora en el Mirbat de Omán y en cuanto a la vida social, estuve mejor en los clubes de Argentina. Eso es incomparable y en los lugares de afuera donde estuve no es lo mismo”.
P: Siguiendo con eso que mencionas de que la vida social afuera es diferente y que te sentís más cómodo en Argentina me gustaría preguntarte, ¿cómo es la vida en Omán?
R: “En Omán la cultura, los hábitos y las costumbres son muy diferentes a las nuestras. La adaptación fue difícil, la comida es muy picante, comen sentados en el suelo y con la mano derecha y a uno le sorprende todo esto apenas llega. Pero, con el transcurrir de los días, me fui adaptando. El hombre no la siente tanto a la religión de ellos, ya que, si vas en bermuda o con mangas cortas, no te dicen nada. En cambio, mi novia si lo sintió porque las mujeres tienen que ir siempre con pantalones largos, con remeras mangas largas y hasta con campera a veces y el clima es muy caluroso, suelen hacer 40 grados por lo que ella lo sintió más que yo”.
P: Muchas diferencias hay entre el hombre y la mujer entonces. Anteriormente me contaste que se juntaban a comer asados, ¿dónde compraban la carne? ¿La yerba para el mate la llevaste de acá?
R: “Comprábamos la carne de Nueva Zelanda que es rica, pero es incomparable con la carne de Argentina. Cuando me fui a Omán me llevé dos kilos y medio de yerba y cuando fue mi novia en diciembre llevó dos kilos y medio más. Los últimos dos meses nos quedamos sin yerba porque no tuvimos en cuanta el coronavirus (risas)”.
P: Debe ser difícil encontrar una carne similar a la de Argentina, pero el asado no podía faltar. Regresando a tu trayectoria futbolística en 2017 llegaste al Atlético Pantoja de República Dominicana donde lograste levantar tu primer título que fue la COPA CONCACAF DEL CARIBE. ¿Qué recordás de tu paso por allí? ¿Qué diferencias encontrás con el fútbol argentino y el omaní?
R: “El club me sorprendió la manera de manejarse, fue muy buena y es uno de los mejores clubes del país. El fútbol me gustó, pero es incomparable con el fútbol argentino y en cuanto al fútbol de Omán también pienso que es mejor el argentino. Nuestro fútbol está a un nivel más alto”.
P: Significa que el fútbol argentino está un paso adelantado tanto en Primera como en algunas categorías del ascenso por las que vos pasaste. Volvés a jugar en Alianza esperando alguna oferta y llegó la propuesta de Omán. Tu rendimiento fue muy bueno, pero la cuestión política del club no fue la mejor. ¿Cómo se da tu llegada? ¿Estás conforme con tu rendimiento?
R: “Mi llegada a Omán se da a través del representante del técnico que me llamó. La verdad que me sorprendió mucho porque no conocía el país. Recuerdo ese llamado porque me dice que existe una posibilidad de ir a jugar al Mirbat de Omán y un día me volvió a llamar y la respuesta tenía que ser sí o no. La verdad que dudé bastante, pero me convencí y allá fui. Mi rendimiento personal me dejó muy pero muy contento por lo que me volví satisfecho”.
P: Exactamente, nueve goles y cinco asistencias en 20 partidos son muy buenos números. Ahora sos jugador libre y acudiste a la FIFA con una carta. ¿Alguna novedad sobre ese tema?
R: “Con la FIFA está haciendo todas las cosas mi abogado y ojalá Dios quiera que salgan las cosas como nosotros queremos. Vamos a ver qué pasa”.
P: Una que la solución llegue pronto y sea lo mejor. Volviendo al fútbol, ¿Cómo estás entrenando ahora? ¿Hay alguna oferta o sondeos dando vuelta ya sea de afuera o del fútbol argentino?
R: “La forma de entrenamiento de ahora es en el patio de mi casa. Acá tengo barras y pesas, además hago trabajos de velocidad en el patio, intermitentes, trabajo con la pelota, de alguna forma me la voy rebuscando. Hubo sondeos del fútbol de afuera y también del fútbol argentino. Jugar acá es uno de los sueños pendientes que tengo así que vamos a ver qué pasa y el desafío más lindo será a donde iremos.